La formación, una cuestión de urgencia
Durante el Congreso de la Ventana, la Fachada y la Protección Solar, este fue uno de los temas que más expectación despertó entre los asistentes. Una mesa redonda y un área temática de ponencias intentó analizar las causas de la escasez de formación profesional y encontrar soluciones.
Mesa redonda ‘El sector ante la emergencia de oficios’, moderada por Esther Rodríguez, de la Fundación Laboral de la Construcción, en pie, a la derecha de la imagen. El resto de participantes fueron (de izquierda a derecha): Carlos Gabril Ruiz, Nora Marco, Inmaculada Jiménez y Ferney Ruiz.
El sector ante la emergencia de oficios
La mesa redonda ‘El sector ante la emergencia de oficios’, fue moderada por Esther Rodríguez, del departamento de proyectos de formación de la Fundación Laboral de la Construcción (FLC) y coordinadora de las iniciativas Build Up Skills en España, Construye 202+y Construye 2030. Participaron en la mesa redonda:
- Carlos Gabriel Ruiz, profesor del Máster de Fachadas Ligeras, de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU).
- Ferney Ruiz, responsable de formación de la Asociación Nacional de Industriales del Plástico (Anaip).
- Inmaculada Jiménez, profesora de la especialidad de Construcciones Civiles en el Centro Integrado de Formación Profesional Tecnológico Industrial de León.
- Nora Marco: profesora de la familia profesional de Edificio y Obra civil, en el Centro de Formación de Grado Medio de Obras de Interior, Decoración y Rehabilitación, en Guadalajara.
Nora Marco explicó que en el centro formativo de Guadalajara se imparten ciclos de formación básica, media y superior y que la demanda actual de los ciclos era muy buena ya que, de hecho, “se llenan”. Sin embargo, ello no significa que las empresas del sector luego se puedan beneficiar de esta oferta formativa, puesto que “un 50% de los alumnos aprovechan esta formación como pasarela para seguir estudiando grados universitarios, con lo cual muy pocos siguen vinculados luego a las profesiones para las que han sido formados”.
Por su parte, Inmaculada Jiménez indicó que en Castilla-León solo existen dos centros de formación profesional que impartan grados medios y tan solo uno de ellos ofrece estudios en construcción. “El alumnado no suele solicitar este grado porque no lo ve suficientemente atractivo y la formación práctica es escasa. El riesgo es que las administraciones cierren ciclos si no ven demanda. En el grado de industria hay un ciclo dedicado a carpintería, pero es muy teórico. El alumnado, en general, prefiere ciclos donde haya más clases prácticas”.
Carlos Gabriel Ruiz, representante en esta mesa redonda de la formación universitaria, detalló que el Máster de Fachadas Ligeras de la UPV-EHU, era una formación de posgrado destinada a arquitectos, ingenieros y arquitectos técnicos, que ya están trabajando dentro del sector de la fachada. “Las empresas nos nutren de alumnado que buscan especialización en el sector. Nos gustaría ser un puente entre la Universidad y las empresas, pero nuestra experiencia nos demuestra que suele suceder a la inversa”.
En lo que respecta a Anaip, Ferney Ruiz explicó que dentro de Asetub, el grupo sectorial de Tuberías Plásticas de la asociación, se intentaba encontrar profesionales que ya ejercieran en este ámbito para formarles con el objeto de que pudieran acreditar sus competencias. “Si las empresas no son las convencidas en cualificar la formación, no será posible acreditar las competencias profesionales”.
En cuanto a la vinculación de las empresas con la formación profesional, todos los participantes la consideraron fundamental. Norma Marco afirmó que los ciclos formativos “contaban con 400 horas obligatorias de formación en centros de trabajo. A través de proyectos de formación dual, es posible colaborar con las empresas para incrementar el número de horas de formación práctica”. Apuntó también que puede haber una colaboración provechosa en cuanto a implementar proyectos de innovación: “si una empresa tiene un proyecto de innovación, los centros de información pueden solicitar fondos a las administraciones para poder impulsarlo”.
Inmaculada Jiménez compartía este punto de vista y añadía que “como centros de formación tenemos que adaptar los sistemas formativos a las necesidades de las empresas. Esto topa con la realidad de contar con diecisiete sistemas educativos diferentes entre todas las Comunidades Autónomas, lo que supone un problema para las empresas”.
Ambas educadoras coincidieron en la importancia de que las empresas pudieran acercarse a los centros formativos o a ferias de formación profesional para captar estudiantes.
Falta de especialización
Sin embargo, uno de los problemas de los que adolece la formación destinada al mundo profesional es la falta de especialización.
“La formación no se adapta a la demanda de las empresas -afirmó Inmaculada Jiménez-, los títulos son demasiados generalistas. Se han hecho propuestas al Ministerio de Educación para emprender ciclos más especializados. Si conseguimos que el alumnado encuentre un buen sitio donde trabajar, con una buena formación práctica, luego tendrá tiempo para aprender el oficio en la propia empresa”.
Desde su experiencia, Carlos Gabriel Ruiz expresó que el Máster en Fachadas Ligeras es una solicitud de las propias empresas. “Cuando surgieron estos estudios solo había cuatro similares en toda Europa. Ahora existe alguno más, pero no existe mucha más demanda”. También señaló que es necesario diferenciar entre los estudios de grado de arquitectura clásicos y los postgrados específicos. Centrándose en el ámbito de la fachada “aquí también falta especialización. Los títulos generalistas no son suficientes para todo el sector. La formación de postgrado debe ser distinta e impartida por un profesorado que esté especializado. Aquí la colaboración de las empresas es fundamental. En el MFL, todo el profesorado y los contenidos están vinculados al sector, pero deben ser las propias empresas las que nos dirijan hacia qué tipo de formación debemos impartir”.
Ferney Ruiz indicó que, para vincular a las empresas con la formación, desde Asetub se ha impartido una formación especializada en tuberías plásticas y los profesionales que la superen obtendrán un carnet profesional acreditativo. “Los profesionales que necesiten esa acreditación deberían poder obtenerla tras cursar un módulo de algún ciclo formativo”.
Soluciones para la formación
Para concluir la mesa redonda se pidió a los participantes que expresaran cómo, en su opinión, se podría mejorar la experiencia formativa profesional.
Norma Marco apuntó que sería importante estrechar la colaboración con las empresas en la formación dual, “sobre todo en tres ámbitos: generando vínculos para formar a formadores y a alumnos, a través de ‘micropíldoras’ sobre productos de construcción y facilitando el acceso de alumnos a prácticas. Finalmente, también se puede colaborar con recursos, cediendo, por ejemplo, materiales con los que las escuelas puedan realizar prácticas”.
Por su parte, Inmaculada Jiménez indicó que sería necesario crear “nuevos ciclos formativos que contemplaran dos años de formación teórica en un centro y nueve meses de prácticas en empresas. El alumnado demanda formación práctica. El objetivo es conseguir, en esos dos años teóricos, el mejor alumno para la empresa y la mejor empresa para el alumno”.
Perfiles que demandará el sector de la envolvente
En la sesión del 24 de noviembre, dentro del área temática dedicada a la formación, participaron cuatro ponentes:
- Ignacio Fernández Solla, director de Arup.
- José Manuel Torres Malanda, de Soudal Química.
- Dr. Luis A. Martínez, consultor y formador de Passivhaus Consultores.
- Carlos Gabriel Ruiz, profesor del Máster de Fachadas Ligeras de UPV-EHU.
El primero en intervenir fue el director de Arup, con su ponencia ‘Qué perfiles demandará el sector de las envolventes en 2030’. En su intervención explicó que el World Economic Forum previó el pasado abril que la adopción de nuevas tecnologías será “el factor crucial en la transformación de los negocios y que la mayor creación de puestos de trabajo se deberá a evoluciones medioambientales y tecnológicas”. Asimismo, las tecnologías más relevantes serán el big data, la inteligencia artificial y la ciberseguridad.
Ignacio Fernández Solla afirmó que se prevé, de aquí a 2028, en el sector de la envolvente habrá un 10% de trabajos que ahora todavía no existen, mientras que el 13% de los puestos actuales desaparecerán. Se ganará más fuerza de trabajo en datos, pero se perderá en fabricación o instalación. Sin embargo, teniendo en cuenta que ya existe una falta de profesionales en este ámbito, no es una cifra que nos deba alarmar”.
En su ponencia, Fernández Solla afirmó que el sector de las envolventes era uno de los que tenía “mejores perfiles profesionales del sector de la construcción, en cuanto a su conexión con prescriptores y proveedores de materiales”. Estos perfiles se estructuran en dos grandes grupos: por una parte, la industria, compuesta por gamistas, fabricantes, proveedores e instaladores de envolventes; por otro, los consultores, especialistas técnicos que dan soporte al sector del cerramiento.
Sin embargo, de cara al futuro faltará incorporar nuevos perfiles vinculados a tres vectores: transformación digital, sostenibilidad y prefabricación. En este último aspecto el director de Arup subrayó, que el sector de las envolventes “es uno de los más industrializados si se compara con el resto del entorno construido. De hecho, la primera fachada modular construida, la sede de Alcoa, data de 1956”.
Así, nuestro sector necesitará afrontar algunos cambios estructurales, poniendo énfasis en la eficacia, siendo “predecibles en la calidad, costes y plazos de los cerramientos que diseñamos y construimos. Aquí, la palabra clave es solidez. La prefabricación es la suma de eficacia y predictibilidad”. Otro factor será trabajar de una manera más integrada, “ser nodos de una red, más que eslabones de una cadena, con empresas más pequeñas que tengan mayor interrelación entre ellas. En este contexto, agilidad es la palabra clave, en el sentido del sector digital”, resumió el ponente.
Para finalizar su intervención, resumió que habrá seis áreas de desarrollo profesional que serán una realidad en el ámbito de las envolventes en 2030:
- Consultores de sostenibilidad y energía.
- Expertos en ingeniería de materiales.
- Especialistas en automatización y datos
- Diseñadores de realidad virtual
- Consultores de salud y bienestar
- Commisioners de envolventes, especialistas en puesta en marcha de envolventes.
“De todas estas áreas, las más novedosas serán la automatización y la realidad virtual o aumentada. La primera porque la operación basada en datos será la nueva frontera, para controlar de manera dinámica varios aspectos de la envolvente en uso. Por su parte, la realidad aumentada nos ayudará a instalar elementos de fachada usando líneas de replanteo virtuales, que solo las verá el instalador en el momento de ponerse las ‘gafas de montar’”, concluyó el director de Arup.
Formación para la correcta instalación de ventanas
La siguiente ponencia en esta área temática corrió a cargo de José Manuel Torres Malanda, de Soudal Química, quien explicó el caso de éxito de la Soudal Academy, una experiencia de formación para instruir en la correcta instalación de ventanas.
Torres explicó que esta iniciativa nació a partir de un proyecto de Asefave y la Fundación Laboral de la Construcción para emprender programas de formación de formadores en la instalación de ventanas. El curso tenía el objetivo de crear un título de instaladores de ventanas. “Se preparó un programa lectivo de ocho horas, dirigido a fabricantes e instaladores de ventanas, que recogiera todo el proceso, desde el proyecto de una ventana hasta su instalación. En año y medio se formó a 200 personas, pero la falta de oficialidad del título condujo a que el proyecto se cancelara. A partir de aquí, creamos la Soudal Academy, dirigido a clientes e instaladores”.
El objetivo de esta formación es evitar el riesgo de tener “buenas ventanas con una mala conexión con la obra. A partir de aquí surgió nuestra propia red de distribuidores, SWS, que nos permitía llevar la formación al taller. Hemos obtenido buenos resultados, con eficientes instalaciones de ventanas y que han dado unos muy buenos valores U. El trabajo ha sido considerable, pero los resultados lo justifican”.
Soudal Academy imparte un curso teórico y práctico de cuatro horas, en el propio taller del fabricante o instalador. El proyecto se inició en la zona de Bizkaia, el pasado mes de junio, con la incorporación paulatina de otras cinco zonas este año, y ya se han formado más de cien profesionales. “El interés del sector en este aspecto es muy grande, como quedó demostrado en las demostraciones en vivo que realizáramos el pasado año en Veteco. “Instalar bien una ventana para conseguir los mejores valores en eficiencia energética no llega al 1,5% de su valor. Si no lo hacemos, no conseguiremos tener una buena ventana”, concluyó José Manuel Torres.
Causas y soluciones para la escasa formación en eficiencia energética
Luis A. Martínez es consultor y formador en Passivhaus y cuenta con diez años de experiencia en formación en alta eficiencia energética en cerramientos, impartida a grandes, medianas y pequeñas empresas. Teniendo en cuenta que el sector cuenta con más de quince mil talleres y fábricas, “en esos diez años no hemos llegado ni al 10 o el 15% de las empresas del sector. La pregunta que me hago, entonces es, qué pasa con los que no tienen ninguna formación en este sentido. A pesar del interés de la administración y del propio consumidor en estos temas, no estamos llegando ni al pequeño, ni al gran taller”.
En su intervención, Martínez desglosó la estructura del sector para entender cuál era el problema de los fabricantes respecto a la formación en alta eficiencia energética. Se trata de un sector atomizado, que ocupa unas 63.000 personas, de mercado más industrial que orientado al servicio y al consumidor, con un modelo de negocio muy vertical. En su gran mayoría, los talleres o fabricantes cuentan con una media de cinco trabajadores dependen de las grandes marcas de perfiles, que son las que mayor esfuerzo hacen en formación en eficiencia energética.
Así, Luis Martínez, indicó que existe un sector atomizado y disperso en pequeños talleres, con un número medio de empleados bajo, en gran medida temporales. Todo ello dificulta el acceso a la formación en eficiencia energética y que este conocimiento pueda permanecer en la empresa.
Como solución a todo ello, el consultor en Passivhaus expresó que es necesaria “una acción institucional del sector para formación en eficiencia energética, que disponga, aumente o acelere esta capacitación en los profesionales y sea de uso inmediato. Esta acción debe ser institucionalmente abierta, ejecutada con talleres formativos presenciales, aunque incluyendo contenidos en red, y coordinada e impartida por profesionales”.
A modo de conclusión, Luis A. Martínez expresó: “Esta es una tarea urgente. Estos conocimientos son indispensables para la profesión. Su falta se traduce en un déficit básico inaceptable durante más tiempo. Representa uno de los activos más evidentes en las ayudas europeas y un factor decisivo en el objetivo mayor de cara a 2050: la descarbonización”.
Master de Fachadas Ligeras
Para finalizar esta área temática, Carlos Gabriel Ruiz, profesor del Máster de Fachadas Ligeras de la UPV-EHU, destacó que el objetivo de esta formación de postgrado es formar profesionales cualificados en el sector de la fachada. “Para ello necesitamos atraer y formar y esto últimos sabemos hacerlo. Llevamos quince años mejorando, por ensayo y error, un bueno programa de formación”.
En su intervención explicó que el coste de una fachada singular puede alcanzar entre el 18 y el 22% de la inversión de una obra. La inversión en oficina técnica de una empresa fachadista puede alcanzar del 5 al 7% del coste de una fachada. Sin embargo, a pesar de la relevancia de la inversión necesaria par construir y de la creciente tecnificación asociada y a la demanda real del mercado, el sector de las fachadas ligeras no parece atractivo, no solo en España, para los nuevos graduados en arquitectura e ingeniería”.
El programa de formación del MFL nace del sector y para el sector. “De la falta de programas de formación semejantes, surgió la necesidad de crearlo. Todos sus profesores pertenecen al sector, incluso, muchos de sus exalumnos son ahora profesores”.
Sin embargo, esta formación no está aportando nuevos profesionales al sector, sino al contrario, la mayoría de sus alumnos proceden ya del sector, aportados por las propias empresas. “En algunos casos, son profesionales de dilatada trayectoria que buscan rellenar algunas lagunas en su formación”, asegura Ruiz.
Como conclusión, Carlos Gabriel Ruiz expuso que “el sector cuenta con herramientas formativas de calidad y el MFL asume el compromiso de mantener la evolución continua. Entre todos, universidades y sector privado, debemos asumir el reto de dar a conocer nuestra disciplina a los nuevos titulados y motivarles a que entren a formar parte de un sector en constante crecimiento”.
El programa del MFL puede consultarse en https://www.masterfachadasligeras.es/.