Yo antes fui patata
24 de febrero de 2010
El nuevo chubasquero, a través de la información impresa, educa a los consumidores en este nuevo tipo de bioplásticos compostables y biodegradables, de sus posibles usos y de la importancia de saber reconocerlos y diferenciarlos de otros que no lo son, así como de su importancia en el desarrollo sostenible.
El chubasquero es el primer producto de una colección llamada Fantastic Bioplastic, que busca crear una serie de objetos de consumo cotidiano con bioplástico para popularizarlo e ir creando demanda para este tipo de materiales. Está ideado, diseñado y desarrollado por el equipo de G4E!, editado-comercializado por Equilicuá, y producido en España en 2009 con materias primas 100% de procedencia europea.
Verdaderamente compostable y biodegradable
El material está certificado, garantizando su compostabilidad y biodegradabilidad de acuerdo a la norma EN-13432, frente a otros plásticos derivados del petróleo, denominados biodegradables pero cuyos componentes tóxicos permanecen en la tierra.
Todo ventajas
El nuevo chubasquero de Equilicuá se puede tirar o enterrar como residuo orgánico, ya que ninguna de sus materias primas o aditivos resultan tóxicos para las personas o el planeta. Además, al convertirse en materia orgánica en su degradación vuelve a la biosfera convertido en alimento para ella, devolviéndole parte de los recursos obtenidos para producirlo.
Sus creadores también subrayan que anticipa el uso de nuevos materiales en productos de consumo y conciencia sobre el cambio climático, la dependencia del petróleo y la toxicidad de otros plásticos. Según sostienen, la energía necesaria para producir el bioplástico es menor que para un plástico normal, produciéndose un ahorro energético.
Por último, cabe destacar que el chubasquero es tan resistente como un plástico similar. “Sólo bajo condiciones específicas de calor, presión y humedad comienza su degradación”, explican sus inventores.
No lo tires... plántalo
Para reforzar el concepto de ‘100% biodegradable y compostable’, cada chubasquero lleva integrado una bola de arcilla con semillas, para que el usuario sepa que puede plantar el chubasquero cuando deje de serle útil y que este no sólo volverá enteramente al ciclo natural, sino que ayudará a crecer a las semillas que lleva dentro.