ABS, el más consumido de los plásticos técnicos
Las luces traseras de los coches son cada vez más espectaculares. Pero también otras piezas, como el antiguo frontal del radiador, pueden rediseñarse con motivo de la electrificación del automóvil. El nuevo diseño del vehículo es posible con mucha frecuencia gracias al PMMA, más conocido por el nombre de marcas como Plexiglas o Acrylite. Aunque los plásticos de ingeniería son más caros que los plásticos estándar, se caracterizan por unas propiedades físicas y químicas especiales. Estos materiales de alto rendimiento y ligeros pueden utilizarse de forma continua a temperaturas de hasta unos 150 °C. Sustituyen cada vez más al metal, el vidrio o la cerámica en aplicaciones como cojinetes lisos, engranajes, juntas, aislantes y carcasas. El instituto de estudios de mercado Ceresana ha analizado por cuarta vez el mercado mundial de los plásticos técnicos. Entre sus conclusiones se observa que el año pasado se consumieron 22,4 millones de toneladas de ABS, PC, PA, PMMA, POM, PBT, SAN y fluoropolímeros.
La industria del automóvil
Los dos mercados de venta más importantes para los plásticos técnicos son actualmente la industria eléctrica y electrónica y los productos de consumo. Sin embargo, los investigadores de Ceresana prevén que el tercer ámbito de aplicación que más crecerá en los próximos años será el de la industria del automóvil. En cambio, las aplicaciones en el sector de la construcción se desarrollarán a un ritmo algo más lento, con tasas de crecimiento previstas del 2,2% anual. En este sentido, existen grandes diferencias entre los distintos tipos de plásticos técnicos.
El ABS domina el mercado de los plásticos técnicos
El estudio proporciona cifras de demanda, ingresos, producción y comercio para el mercado global de los plásticos de ingeniería, así como la demanda de cada uno de los diferentes tipos de plásticos y sus aplicaciones. El plástico de ingeniería más vendido actualmente es el ABS, que representa alrededor del 41% de la demanda mundial. Este polímero se utiliza sobre todo en el sector del automóvil, para la electricidad y la electrónica, y en menor cantidad en la industria de la construcción y en el sector de los bienes de consumo y del hogar. Los productos típicos fabricados con ABS son los paneles de las puertas de los coches, las carcasas de los electrodomésticos, las láminas, las tuberías y las tapas, pero también los cabezales de las duchas, así como numerosos juguetes y productos deportivos y de ocio.