El mercado europeo de plástico para cables hace frente a numerosos retos
Según el estudio de mercado ‘Polímeros en cables- el mercado europeo’, un informe de Applied Market Information Ltd. (AMI Consulting) sobre el mercado de cables en Europa en 2013, el mercado ascendió a 20.000 millones de euros. Expresado en términos de plástico utilizado en cables, este mercado perdió cerca del 15% de su volumen en 2007. Sin embargo, su trayectoria no ha sido uniforme, algunas regiones funcionaron mejor que otras.
Los cables se han utilizado tanto para transportar energía eléctrica como para la transmisión de datos. Más comúnmente consisten en conductores de metal y componentes plásticos, estos últimos para proporcionar aislamiento eléctrico, así como protección mecánica, térmica y química.
Algunos cables son complejos en diseño, con múltiples conductores, aislamiento, blindaje y capas protectoras.
Los cables se utilizan en numerosos sectores, especialmente en la construcción e infraestructuras, en transporte (automoción, vías de ferrocarril, nuevas aplicaciones), así como electrodomésticos y equipamiento industrial.
Se utiliza una amplia variedad de componentes de plástico para aplicaciones de cable, que ayudan a reunir los requerimientos de los usuarios y de las regulaciones actuales. A menudo, existen numerosas soluciones, de hecho, el estudio también analiza en profundidad las tendencias en el campo de las soluciones y materiales. El progreso tecnológico genera frecuentes mejoras en materiales y procesos.
El estudio de AMI señala que cerca de 200 firmas fabrican cables en Europa, operando en más de 300 plantas de producción. Desde el punto de vista estructural, la industria de fabricación de cables se concentra en grandes grupos, que coexisten con un nutrido grupo de empresas relativamente pequeñas, especializadas o locales.
Los fabricantes europeos afrontan retos significativos, incluyendo la mercantilización de ciertos tipos de productos, la competencia con importaciones no europeas y cambios en las regulaciones. Los fabricantes europeos están ajustando sus estrategias en un esfuerzo por evitar las amenazas y explotar las oportunidades que se presentan de los mercados emergentes. Como resultado, algunas compañías destacarán como ganadoras, mientras otras encontrarán dificultades para competir. Esto es probable que resulte, en los próximos años, en unos profundos cambios estructurales en la industria.