Entrevista a Alicia Martín, directora de Plastics Europe en la región ibérica
En esta entrevista, Alicia Martín, directora de Plastics Europe en la región ibérica, analiza el camino hacia la circularidad de los plásticos en Europa y las barreras regulatorias que aún frenan esta transición. Expone la necesidad de un marco regulador armonizado que permita desbloquear inversiones, fomentar la colaboración en toda la cadena de valor y avanzar hacia una economía más sostenible y competitiva.
¿Qué tipo de marco regulador consideran necesario para estimular los mercados y las inversiones circulares a nivel nacional y europeo?
A finales del pasado año, en Plastics Europe, la asociación paneuropea que reúne a los productores de plásticos en Europa, lanzamos 'The Plastics Transition', la hoja de ruta de nuestra industria para que los plásticos en Europa sean circulares y con cero emisiones netas en 2050.
Esta hoja de ruta, describe un camino posible para diseñar e implementar un nuevo ecosistema de los plásticos, además de estipular las medidas que han de adoptar las empresas del sector, e incide en la necesidad de desarrollar un marco regulatorio armonizado y aplicable en la Unión Europea que respalde la transición de la industria.
Concretamente, hemos detectado 5 palancas regulatorias que pueden impulsar la transición de nuestro sector. Este marco regulatorio, debe permitir que se desbloqueen inversiones ya previstas; ayudar a generar suficientes materias primas de origen sostenible y de alta calidad; apoyar una mejora masiva de la recogida y del reciclaje (mecánico y químico); brindar acceso a un mix variado de energías limpias asequibles y abundantes; y promover una mayor y mejor colaboración entre todos los actores. De forma más general, la hoja de ruta insiste en un aspecto tan esencial como la competitividad. Y es que es vital que los decisores políticos, tanto en España como en la UE, reconozcan que, sin medidas para proteger la competitividad de nuestra industria, esta verá fuertemente debilitada su capacidad para invertir en su transición, y como sociedad, nos veremos abocados a depender de importaciones.
Este reconocimiento permitiría a Europa continuar aprovechando todo el potencial de los plásticos a la hora de cumplir con el Pacto Verde de la Unión Europea en todos los sectores, asegurar el futuro de 1,5 millones de personas que trabajan en las 52.000 empresas europeas de la industria de los plásticos, y a la vez garantizar que la UE continúe liderando la senda global hacia la sostenibilidad de los plásticos.
¿Existen actualmente barreras regulatorias que dificulten la transición hacia la circularidad de los plásticos?
Las empresas miembro de Plastics Europe están a la vanguardia a la hora de abordar los retos de la circularidad, aunque lograr una verdadera circularidad requerirá los esfuerzos combinados de todas las partes del ecosistema, incluidos los fabricantes de materias primas, los transformadores, los propietarios de marcas, los usuarios finales, las empresas de gestión de residuos y también los reguladores. Por lo tanto, es crucial que todas las partes apoyen estas ambiciones de circularidad.
A medida que la industria europea avanza para hacer que los plásticos sean más circulares, consideramos que los reguladores también tienen una función que desempeñar a la hora de impulsar la demanda de plásticos circulares y crear un argumento económico positivo para las inversiones y los nuevos modelos de negocio.
Actualmente, tal como se explica en 'The Plastics Transition', hay barreras regulatorias en las que se debería poder avanzar, especialmente en todo lo relativo al desarrollo de las diferentes tecnologías de reciclado. En relación al reciclado químico, solución que viene a complementar el reciclado mecánico, esperamos que los reguladores puedan aportar claridad en la metodología del balance de masas cuanto antes. Una claridad que significaría desbloquear las importantes inversiones anunciadas por nuestras empresas que están preparadas para invertir en torno a 8.000 millones de euros de aquí a 2030 para el desarrollo de estas tecnologías.
En paralelo, creemos que es necesario incentivar modelos de negocio circulares creando demanda a través de la legislación. Para ello, pedimos que se establezcan unos contenidos mínimos de plásticos circulares, y que sean también aplicables a los productos y plásticos importados.
Como comentaba anteriormente, una barrera regulatoria es la falta de medidas para restablecer la competitividad de la industria en Europa. Nuestra hoja de ruta pone de manifiesto la necesidad urgente de crear unas condiciones equitativas y recuperar la competitividad en la UE; el diseño de una normativa para revitalizar la industria de los plásticos, la financiación de una economía circular de los plásticos, la garantía de precios competitivos de la energía a la vez que hacer accesibles y asequibles suministros fiables de energía baja en carbono e hidrógeno.
Los marcos regulatorios no pueden ser barreras, han de ser unos potentes aliados de la transición de los diferentes sectores económicos. Las medidas reguladoras y los instrumentos económicos -como los objetivos obligatorios de reutilización o contenido reciclado, o más en general el contenido circular de los plásticos- pueden aumentar de forma efectiva la demanda de plásticos circulares basados en fuentes recicladas, biomasa o captura de carbono.
¿Cómo planean fortalecer la colaboración a lo largo de toda la cadena de valor para crear los modelos de negocio del futuro?
Las empresas miembro de Plastics Europe están haciendo inversiones considerables y llevando a cabo una reorganización a gran escala de sus bases productivas y tecnológicas. En los últimos años, se ha acelerado este proceso para crear una industria “a prueba de futuro”. Una industria que cada vez más se basa en modelos de negocio en los que distintas empresas del ecosistema de los plásticos colaboran para acelerar el desarrollo de soluciones circulares y bajas en carbono.
En esta línea, ya estamos trabajando con nuestros socios en la cadena de valor de los plásticos para proporcionar nuevos enfoques sistémicos, cambios de mentalidad y de comportamiento, productos con mayor rendimiento, innovación en el ecodiseño y nuevas infraestructuras.
En el contexto español, me gustaría destacar un proyecto pionero en Europa, como fue la creación de EsPlásticos, la plataforma de la cadena de valor de los plásticos. Una plataforma única que nació de la mano de distintas asociaciones y entidades del sector para sumar esfuerzos, fomentar y fortalecer la colaboración entre los distintos actores de la cadena de valor y dar visibilidad a los avances en materia de sostenibilidad de un sector que, en España, representa a casi 4.000 empresas y 90.000 empleos.
Nuestras empresas asociadas también están apostando cada vez más por alianzas no solo con otros agentes de la cadena de valor, sino también entre ellas, empresas competidoras, para desarrollar productos y soluciones que aceleren la transformación del sector. De hecho, en Plastics Europe, a través de la campaña #PlásticosEnPositivo, tratamos de dar visibilidad y de explicar este tipo de proyectos y ponerle “cara y ojos” a los esfuerzos de nuestra industria para acelerar sus ambiciones climáticas.
Lo cierto es que, cada día, se anuncian nuevas alianzas, nuevos acuerdos de colaboración y proyectos multisectoriales; y no es de extrañar, ya que rediseñar un sector compuesto por miles de productos y de empresas es inconcebible sin la implicación de todas las partes.
¿Qué tipos de inversiones en innovación y nuevas tecnologías consideran más prioritarias para avanzar hacia prácticas más circulares?
Lógicamente, la transición del ecosistema de los plásticos en Europa requerirá inversiones considerables a corto, medio y largo plazo por parte de los distintos actores públicos y privados. En este sentido, la consultora Deloitte con la que colaboramos en el desarrollo de 'The Plastics Transition', estima que las inversiones adicionales acumuladas y los costes operativos para producir plásticos circulares y con cero emisiones netas en 2050, serán de 235 000 millones de euros.
En términos de tecnologías, como explicaba anteriormente, el desarrollo y escalado de las tecnologías de reciclaje químico, es un elemento prioritario para aumentar nuestra circularidad. También es necesario seguir invirtiendo para renovar e incrementar las infraestructuras de recogida y gestión de residuos plásticos para aprovechar mejor cada vez este tipo de recursos. En este sentido, el desarrollo de nuevos sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) y otros instrumentos resultan claves para aumentar y garantizar la financiación a largo plazo de las infraestructuras de recogida, clasificación y reciclado con el objetivo de aumentar la cantidad y calidad de los residuos plásticos recogidos.
También serán necesarias importantes inversiones en tecnologías que permitan producir plásticos a través de otras materias primas, como la captura y uso de carbono (CCU por sus siglas en inglés). A día de hoy, estos procesos, si bien ya se han probado, son incipientes. Sin embargo, nuestra hoja de ruta sí que estima que, a partir de 2040, la producción de plásticos a partir de CCU será una realidad a mayor escala y ofrecerá otra vía para disponer de plásticos circulares.
Finalmente, es importante seguir innovando en ámbitos tan cruciales como el desarrollo de modelos de negocio basados en la reutilización y en la reparabilidad, modelos que alarguen la vida útil de los productos y reduzcan sensiblemente el uso de recursos y la generación de residuos.
¿Cuáles son las tecnologías del reciclado que consideran más prometedoras para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas?
'The Plastics Transition' prevé que, en 2050, el 65% de los plásticos que se usen sean circulares, es decir que no provengan de recursos fósiles. Como he explicado más arriba, las tecnologías de reciclado químico se presentan como tecnologías prometedoras para ampliar significativamente la disponibilidad de plásticos no fósiles y así descarbonizar el sistema.
El reciclado químico representa una gran oportunidad ya que permite producir plásticos con las mismas características que los plásticos vírgenes, ofrece una solución para aprovechar residuos plásticos más difíciles de reciclar.
Hace dos años, junto con Feique y Aimplas, presentamos un estudio sobre el reciclado químico en España que resalta la efectividad de estas tecnologías como complemento al reciclado mecánico para alcanzar las ambiciones de nuestro país y de la UE en materia de circularidad y neutralidad climática. En realidad, el reciclado químico es un conjunto de diversas tecnologías como, por ejemplo, la pirolisis o la gasificación, entre otras. Cada una de estas tecnologías es más adecuada según el tipo de residuos plásticos que se quiera reciclar.
Sí que me gustaría destacar que todos los procesos de reciclado, ya sean mecánicos o químicos, son necesarios y complementarios para avanzar hacia las cero emisiones netas, ya que la circularidad es, a corto plazo, la palanca más eficaz para descarbonizar nuestro sector.
¿Qué estrategias específicas proponen para eliminar el vertido y la incineración de residuos plásticos reciclables?
En conjunto, nuestra hoja de ruta prevé que el sector alcance un 65% de circularidad y reduzca las emisiones anuales totales de GEI en 129 Mt (55%) para 2050, en comparación con el volumen de referencia. Para alcanzar estas metas es necesario eliminar, tanto el vertedero (importante barrera a la circularidad) como la incineración (que conlleva emisiones).
El cambio hacia materias primas más circulares minimizará las emisiones de GEI desplazando los plásticos de origen fósil y aumentando al mismo tiempo el carbono biogénico procedente de la biomasa, así como el CCU. También podremos conseguir importantes ahorros de emisiones cuando podamos desviar los residuos plásticos de la incineración hacia opciones de tratamiento que los conviertan en nuevos recursos.
En 'The Plastics Transition', se proponen una serie de medidas para evitar el vertido y la incineración de residuos plásticos:
- Asociarse con organizaciones de gestión de residuos para garantizar materias primas circulares y gestionar los riesgos de inversión.
- Eliminar progresivamente el depósito en vertederos y la incineración de residuos plásticos reciclables, aprovechando instrumentos como el RCDE (Régimen de Comercio de Emisiones) y los impuestos sobre la eliminación.
- Promover y aplicar el diseño para el reciclado con el fin de mejorar la calidad de los residuos recogidos.
- Facilitar el transporte de residuos reciclables dentro de Europa y tratar los residuos plásticos reciclables como materia prima secundaria destinada al reciclado, que debería estar cubierta por la legislación sobre productos.
- Armonizar las definiciones y mejorar las estadísticas de gestión de residuos plásticos.
- Aumentar la calidad y cantidad de los residuos biológicos recogidos aptos como materia prima para plásticos.
En definitiva, las estrategias se centran en que consigamos desviar valiosos recursos de opciones de tratamiento que no nos van a devolver su valor.
¿Qué planes tienen para aumentar la concienciación de la ciudadanía sobre la importancia de la circularidad y la reducción de emisiones en la industria del plástico
Aumentar la concienciación de los ciudadanos es un elemento clave en la transformación de nuestro sector, ya que muchos de los retos que tenemos por delante están ligados a nuestros hábitos de consumo y de gestión de productos al final de su vida útil.
Por un lado, queremos explicar a la ciudadanía la importancia que tienen los plásticos en nuestro día a día: que son materiales que nos permiten vivir de manera más confortable, segura y sostenible. Pero también es imprescindible explicar que todos los beneficios de los plásticos pueden verse eclipsados si, como sociedad, no somos capaces de consumirlos y gestionarlos de manera responsable. Creo que hay una responsabilidad compartida entre la industria y las administraciones públicas, para realizar una labor pedagógica que cambie la manera en la que nos relacionamos con los plásticos.
La iniciativa #PlásticosEnPositivo, que he mencionado anteriormente, está diseñada en un formato divulgativo, precisamente para poder llegar al ciudadano y que éste pueda comprobar la capacidad de innovación y evolución de nuestro sector para aportar soluciones para unos plásticos más sostenibles.
Desde la plataforma EsPlásticos, también llevamos a cabo actividades de comunicación en redes sociales, como por ejemplo el blog y la campaña #Plastikhitos, que de manera muy didáctica y cercana al consumidor tratan de informar sobre los plásticos y concienciar sobre la importancia consumirlos y gestionarlos de manera responsable.
Es una labor compleja pero esencial, ya que solo podremos cambiar y evolucionar hacia una sociedad más sostenible si sumamos el esfuerzo de todos: nuestras empresas, cadena de valor, autoridades públicas y cada uno de nosotros como individuo.