Cómo frenar la sequedad del cabello: hábitos a seguir para devolver la vitalidad
No hay duda de que el cabello seco es un desafío común en la peluquería profesional, normalmente su aspecto opaco y sin brillo evidencia daños en el tallo capilar. Esta condición resulta en un cabello poroso, frágil y propenso a enredarse más de lo habitual, haciendo que el sebo natural no se distribuya eficientemente. Según los expertos de Hospital Capilar, aspectos como la genética, el envejecimiento y factores ambientales como el sol, el cloro y la contaminación, contribuyen significativamente a este problema.
La clave para combatir la sequedad del cabello es la prevención y el tratamiento adecuado, enfocándonos tanto en factores internos como externos: “En cada folículo piloso existe una glándula sebácea que segrega una sustancia grasa y ácida conocida como sebo. La disminución de la actividad o del número de estas glándulas es la principal causa de que el cabello esté seco. También existen algunos factores que pueden contribuir a la sequedad del cabello, además de la genética y la edad, como son padecer ciertas enfermedades dermatológicas, experimentar cambios hormonales, estar expuesto a climas muy secos o muy cálidos, la contaminación ambiental, el consumo excesivo de tabaco, el efecto de algunos medicamentos, no proporcionar el cuidado adecuado al cabello en nuestra rutina diaria o, por otro lado, seguir dietas restrictivas” explica la doctora Andrea Galaviz, de la clínica Hospital Capilar.
Consejos para evitar la resequedad capilar
1. Moderar el lavado: limitar el lavado a no más de tres veces por semana para prevenir la eliminación excesiva de sebo natural.
2. Nutrición externa: el uso de champús hidratantes y mascarillas es fundamental, aunque es esencial reconocer que estos productos actúan más en la fibra capilar que en el folículo. Para un tratamiento más profundo, se recomienda la mesoterapia con vitaminas o suplementación oral con biotina, zinc y hierro.
3. Limitar el calor y químicos: reducir el uso de herramientas de calor y espaciar los tratamientos químicos como tintes y permanentes, aplicando siempre un protector térmico previamente.
4. Dieta equilibrada: incorporar una dieta rica en biotina, zinc, ácido fólico, hierro y proteínas, así como vitaminas A, C, y E, mejora la salud y fortaleza del cabello desde el interior.