Ayudas para salvar la peluquería
Cuando se ha sabido que el PIB (Producto Interior Bruto) de los países de la OCDE ha hundido en el 9,8% en el segundo trimestre, lo que es una situación sin precedentes y supone la entrada en recesión de las mayores economías del mundo.
Nuestro país es uno de los más afectado (un -18,5%). Una de cada tres empresas está en riesgo de impago El turismo que es uno de los motores de nuestra economía se ha hundido. Han caído las pernoctaciones hoteleras hasta un 74% y los pasajeros internacionales de los aeropuertos en un 80%. Son muchos los salones de peluquería y de belleza que prestan servicio en las zonas costeras de nuestro país que se han visto especialmente afectados por esta situación. También se ha de decir que España tradicionalmente en las crisis se ha recuperado más rápido que otras economías de nuestro entorno, es decir su PIB cae mucho, pero sube también mucho en poco tiempo.
En este panorama poco alentador, cuando se calcula que tardaremos dos o tres años a recuperar los niveles anteriores cobra especial importancia medidas para sostener el tejido industrial y de servicios. Se trata de ayudar a empresas y a trabajadores a campear el temporal. Algo que ya ha hecho el Gobierno de Alemania.
En nuestro país, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) pidió recientemente la prolongación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el 1 de abril de 2021 y la bajada del IVA a la hostelería, el turismo, la cultura, las peluquerías y los gimnasios. Se trata de una serie de medidas de emergencia para salvar empresas y el empleo.
A la vista de que nos espera un otoño y un invierno muy duros la entidad solicita la prórroga de las ayudas actuales hasta el 1 de abril 2021, lo que facilitaría la liquidez e impulsaría el consumo y la demanda para evitar el cierre de empresas y autónomos.
Otra de las medidas que propone es la bajada del IVA para sectores afectados como la hostelería, le turismo, la cultura, las peluquerías o los gimnasios. Además la entidad solicitó extender las líneas de liquidez del Instituto de Crédito Oficial (ICO) hasta el 1 de abril 2021, así como prolongar el periodo de carencia hasta 24 meses.
Asimismo ATA pidió una reducción de la cotización en la cuota de los autónomos con una caída de la actividad igual o superior al 50% en el tercer trimestre de 2020 frente al mismo periodo de 2019 y una deducción fiscal para autónomos y empresas que hayan mantenido el empleo en 2020.
A ello se suma la prórroga hasta abril el cese de actividad ordinario ‘especial’ (compatible con la actividad), el restablecimiento de la prestación extraordinaria por cese de actividad para todos los autónomos no beneficiarios de la ordinaria que se vean afectados por restricciones a su negocio y alargar, también hasta abril, los aplazamientos automáticos de impuestos.
Entre las medidas urgentes ATA incluyó la prórroga de los límites de módulos hasta 2022 y mantener la posibilidad temporal de renuncia a ellos durante 2021. También ha propuesto la creación de una red de mentores empresariales para la prevención de la quiebra y la reorientación de los negocios de autónomos mediante su digitalización y capacitación.
La organización teme que en esta segunda oleada del virus muchos autónomos se vean abocados al cierre.
En Alemania
El Gobierno alemán, un coalición entre conservadores y socialdemócratas, ha decidió ampliar hasta diciembre 2021 la opción de las empresas a acogerse al régimen de jornada reducida subvencionada para evitar despidos. El “Kurzarbeit” es la versión germana del ERTE por la que el Estado asume del 60 al 87% del salario del trabajador afectado por la reducción de jornada debido al impacto de la pandemia. Esta opción abierta a toda la industria ha de ayudar a la economía a rodar antes de que pueda arrancar de nuevo. Es una manera de dar estabilidad a las empresas tras la eficacia demostrada en la primera oleada cuando se beneficiaron más 7 millones de trabajadores alemanes.
El sistema británico de ERTE acaba en octubre y se prevé un desastre si el Gobierno no los prorroga. Los sectores más afectados serían el comercio minorista, las aerolíneas, la restauración y las casas de apuestas.
Fuentes: Capital, El Confidencial, El País, La Vanguardia, Cinco Días.
Foto: Jacqueline Macou en Pixabay