Vista, tacto, oído, olfato y… ¿gusto?
Jordi Pérez, propietario de La Barberia de Gràcia, mantiene el concepto de barbería clásica creada por su padre en 1964, en la que defiende su protocolo de afeitado, seña de identidad de la casa y referente para los profesionales del sector. Una experiencia en la que se pone en juego la vista (o la “negación de la vista”, puesto que el cliente tiene los ojos tapados), el oído (con música relajante), el tacto (la espuma de afeitado, las toallas calientes y frías, el paso de la cuchilla por la cara) y el olfato (se utilizan aceites esenciales, espumas y aftershaves con aromas diversos). Ahora, en colaboración con Cacao Sampaka, se introduce el único de los cinco sentidos que todavía no intervenía durante el proceso del afeitado: el gusto. Los clientes de La Barberia de Gràcia degustarán varios chocolates durante el propio afeitado, especialmente seleccionados para reproducir, en boca, las mismas sensaciones que el cliente siente en su cara al ser afeitado.
En el primer paso, el pre-afeitado, se utilizan unas toallas calientes y aromatizadas con aceites esenciales, y se realiza un ligero masaje (de nuevo, con aceites) para preparar la piel, al tiempo que se consigue relajar al cliente. En este paso previo, se degusta un primer chocolate de Cacao Sampaka: Chocolate con Leche, Lavanda y Té Earl Grey. Miquel Manzano, Responsable de Catas y Maridajes de la firma, explica la elección: “la dulzura y la cremosidad del chocolate con leche nos transmiten las sensaciones de calidez y relajación que estamos buscando. El aroma de lavanda nos aporta ese punto fresco y floral, que asociamos a una sensación de limpieza”.
Tras el enjabonado –con una suave brocha de pelo de tejón- se realiza el afeitado con navaja. Pese a la preparación anterior, el paso de la cuchilla no deja de tener un punto “agresivo”, que Cacao Sampaka ha reflejado con un Chocolate Negro Picante. El chocolate negro funde rápidamente en el paladar, desaparece casi tan rápido como la espuma al ser arrastrada por la hoja de la navaja. El toque picante, que aparece en un segundo término, produce en la lengua una sensación similar a la de la hoja sobre la piel de la cara.
El post-afeitado resulta tan importante como los pasos previos: mediante una toalla fría se cierra el poro y se empieza a refrescar y relajar la piel. A continuación, el último paso: se aplica aftershave con aceites esenciales que aportan sensación de frescura y limpieza. En esta última fase, los clientes de La Barberia de Gràcia degustarán un Chocolate con Leche, Eucalipto y Miel. El efecto balsámico del eucalipto aporta frescura y sensación de limpieza en el paladar, al anular cualquier otro sabor que hubiera presente en la boca. El chocolate con leche y el fondo de miel sirven para mantener la sensación de relajación conseguida durante el afeitado.
Treinta minutos de relax, cuidados, limpieza y frescor que, ahora, por primera vez, se disfrutan también en el paladar.
Sobre La Barberia de Gràcia
La Barberia de Gràcia ofrece una fusión de las técnicas tradicionales con las más vanguardistas, siempre respetando la esencia de la barbería: ofrecer una experiencia placentera tanto en el corte de cabello como en el afeitado y el cuidado de la barba. Jordi Pérez heredó el oficio de su padre -quien puso en marcha el negocio en 1964- y apuesta por el concepto de “wellness barbero”: los mejores productos para el hombre, y un protocolo que se ha convertido en un referente para todo el sector. La Barberia de Gràcia es una perfecta fusión entre tradición e innovación, un espacio minimalista con detalles recuperados de la antigua barbería del fundador del negocio.
