Los grandes olvidados
Los negocios que han llegado asfixiados a finales del mes de febrero y con unas tesorerías desangeladas ven que explosiona una crisis mundial, para nada medida por los ejecutivos de todos los países del globo y ahora vamos a ver cómo pueden afrontarla.
Si son empresas tienen a su disposición los ERTE, como medida principal y los aplazamientos con una gestión más o menos rápida. En paralelo hay empresas que de motu propio han dictado una moratoria de un mes sobre los vencimientos de sus facturas; pero hay que seguir haciendo frente a un sinfin de gastos más, sin ingresos, por ejemplo la Seguridad Social de febrero se ha de pagar este final de mes, la mitad de la nómina también deberá ser atendida por el empresario. En consecuencia, va a ser doloroso en el sector de la belleza hacerse cargo de todas estas circunstancias.
Mi sugerencia es pedir a los arrendadores de nuestros locales una condonación de la renta del mes de abril de forma excepcional y de buenos modos (me consta que se está aceptando inclusive en Centros Comerciales). Analizar nuestra tesorería para poder ver sí seremos capaces de aguantar el mes y medio largo que como mínimo durará la situación sí no se descubren otras medidas sanitarias que mejoren las perspectivas actuales y obrar en consecuencia para garantizar la apertura del negocio cuando podamos volver a la normalidad. Si es necesario no atender algunos recibos adicionalmente, se hace, se notifica y luego se negocia la mejor forma de cumplir con ellos en un periodo de normalidad. Mientras tanto, analizar con lupa la letra pequeña para acogerse a financiaciones extraordinarias descritas en el Real Decreto o en las medidas posteriores que sin duda se deberán adoptar.
En síntesis, nos esperan tiempos duros que van a serlo más para los pequeños negocios y los autónomos si no hay voluntad de salvar a este colectivo sobre el que echo a faltar medidas ecuánimes y ajustadas a la realidad actual del país. Los grandes olvidados, los autónomos, se quedan sin negocio y sin ayudas, salvo que se cumplan unos requisitos para nada fáciles de cumplir. Todo ello mientras los funcionarios y políticos no van a ver mermados sus ingresos en porcentaje alguno. Una vez más se olvida la política de los que les dan de comer.
Foto: Salón Blue by Raquel Saiz