Mikel Luzea: éxito y perseverancia
¿Por qué decidiste dedicarte profesionalmente a la peluquería?
Ser peluquero no es algo que deseara ser desde pequeño, pero sí es cierto que siempre me gustó el mundo de la moda, de modo que un buen día, ya con 19 años, quise probar y me apunté a una academia de peluquería. Aquello me gustó desde el primer momento y rápidamente decidí que esto sería a lo que me dedicaría durante el resto de mi vida.
¿Cómo fue tu formación en la profesión?
En primer lugar, estudié en la academia hasta que me saqué el título de FP. Después realicé varios cursos de formación en España y en 1991, atraído por todo lo que llegaba de Londres, me mudé allí para seguir formándome. En Londres estudié un tiempo en la academia Toni&Guy de la capital británica. Hoy en día sigo formándome, pienso que siempre hay algo que aprender.
¿Destacarías a alguna figura de la peluquería como tu mentor en la profesión?
Nadie en particular y todos en general. Todos tenemos algo de aprender de los demás y algo que enseñar.
¿Cómo fueron tus inicios profesionales como peluquero?
Antes de mudarme a Londres trabajé seis meses en una peluquería de Pamplona. Ya en Londres, y tras mi paso por la academia de Toni&Guy, ¡Trabajé en siete peluquerías distintas! Mi misión allí era empaparme de todo lo máximo posible.
¿En qué momento decidiste trasladarte a Londres? ¿Qué aportó esa experiencia a tu profesión?
Me gustaba mucho todo lo que nos llegaba desde allí, así que pensé “tengo que ir” y así lo hice. Con una mano delante y otra detrás, como se dice, me presenté en Londres, sin hablar ni una palabra de inglés, sólo y sin conocer a nadie. Lo que me aportó la experiencia fue algo alucinante, en Londres maduré tanto profesional como personalmente. Fueron unos años muy enriquecedores para mí, en todos los sentidos.
¿En qué medida enriquece a un peluquero experimentar profesionalmente fuera de su propio país?
Como decía antes, todos tenemos algo que aprender de los demás y en cada país las cosas cambian y el modo de hacer peluquería es diferente. Si es cierto que todo está cada vez más globalizado pero siempre será enriquecedor conocer otras formas de hacer las cosas.
Llevas 16 años con tu propio salón. ¿Qué valoración extraes de todos estos años?
He aprendido mucho y todavía sigo aprendiendo mucho. También he trabajado muy duro. No es fácil montar un negocio y que funcione, y más en los tiempos que corren, pero yo siempre tuve claro que quería crear mi propia firma de peluquería y sigo tan ilusionado con ello como el primer día.
¿Cuáles crees que han sido las claves de tu éxito?
Hay una fórmula que funciona muy bien y da muy buenos resultados: 32% de trabajo duro, 32% de constancia, 32% de seguridad en uno mismo y 4% de suerte.
Además de tu faceta más técnica, también eres presidente y socio fundador del Club Fígaro. ¿Cómo surgió la creación del proyecto?
La fundación del Club Figaro surgió de la necesidad de revalorizar el sector de la peluquería, está claro que alguien tenía que encargarse de ello y nos tocó a nosotros. Yo me ocupé de fundar la Junta Directiva y luego, entre todos, le fuimos dando forma al proyecto hasta convertirlo en lo que es hoy. Han sido cuatro años de trabajo desinteresado pero muy gratificante, ya que los objetivos que fijamos se van cumpliendo y hoy en día es el evento de peluquería más importante del año en España, es ese lugar donde todo el mundo quiere estar.
Tras cuatro años en funcionamiento, ¿cómo valoras la andadura del club?
Han sido cuatro años muy intensos ya que preparar algo de estas dimensiones requiere mucho trabajo, tiempo y dinero. En cuanto se acaba una edición, ya empezamos a preparar la siguiente. La valoración de estos cuatro años es muy positiva porque en muy poco tiempo hemos conseguido que los Premios y la Pasarela Figaro estén en boca de toda la profesión.
¿Qué necesidades de la peluquería española se han visto cubiertas desde la fundación de Club Fígaro?
Le hemos dado las herramientas que necesitaba para promocionarse y revalorizarse. Ahora es cuestión de seguir trabajando con constancia hacia esa dirección.
¿Qué proyectos tienes preparados para el futuro más próximo, tanto en tu salón como al frente de Club Fígaro?
Personalmente, he firmado un contrato artístico a nivel internacional con Revlon Professional, que me llevará a mostrar mi trabajo por todo el mundo. Y en cuanto al Club Figaro, sigo trabajando en la misma dirección que te contaba, todo para conseguir algún día que los peluqueros gocemos del mismo prestigio social que tienen los profesionales de otros sectores, como por ejemplo los cocineros.
