Luis G. Chisvert, director de formación de L'Oréal Professionnel España
Por Neus Hilari
Con una energía imparable, Luis G. Chisvert asumió hace tan sólo seis meses la dirección de formación de L'Oreál Professionnel España. El pasado mes de mayo la firma celebró el primer evento formativo bajo su batuta, Training Experience, que reunió a 1500 profesionales en Madrid para vivir una experiencia única de intercambio de conocimientos, aprendizaje, creatividad y mucha peluquería. Hablamos con Luis sobre la experiencia y sobre el modelo formativo que L'Oréal Professionnel enseñará ahora a sus clientes con un único objetivo: disfrutar de la peluquería y aprender a reinventarse.
En estos tiempos actuales de inestabilidad, ¿cuán importante es la formación para una marca como L'Oréal Professionnel?
A día de hoy, para nosotros la formación es lo más importante. Por las circumstancias que estamos viviendo tenemos que reinventarnos, además de pensar si lo que hacíamos hasta ahora era suficiente y si lo estábamos haciendo suficientemente bien. En este punto, es cuando nos damos cuenta que es indispensable tener una formación al alcance del peluquero, pero una formación estándar, sino una que cree experiencias al cliente y que haga disfrutar al peluquero, recuperando su ilusión. Creemos que esta necesidad nuestra de hacer vivir una experiencia única al cliente es lo que nos va a hacer marcar la diferencia frente a la formación que se ofrece actualmente.
¿Cuál es el valor diferencial de esta nueva educación?
Creemos que actualmente el cliente del salón no se divierte y eso es debido a que el peluquero tampoco se divierte. Para nosotros esto es muy importante, por lo que estamos trabajando una educación diferente en la que buscamos, por encima de todo, que el pelquero disfrute. Pensamos que este es el motor del cambio.
Puede que una de las razones por las que el peluquero no se divierte sea la inestabilidad económica que tanto ha golpeado a la peluquería. ¿Cuál es tu consejo para superarla?
Para mí el fundamental es moverse: nunca hay que esperar, si esperamos a que pase la crisis ésta se nos puede llevar por delante. Hay que buscar formas y maneras nuevas, replantearse las cosas, reflexionar y darnos cuenta que lo que estabamos haciendo hasta ahora ya no vale, por eso ha venido la crisis, porque el modelo que hemos usado hasta ahora ya no funciona. Y en nombre ya de L'Oréal Professionnel como marca, tenemos una responsabilidad muy grande con el peluquero, de empujar esta nueva energía y esas ganas de cambio que engrandezca el arte de la peluquería.
¿Cómo se materializa esta reinvención formativa de L'Oréal Professionnel?
El primer ejemplo fue la primera edición del Training Experience, celebrado el 11 y 12 de mayo en Madrid. Buscamos un evento multidisciplinar donde la gente pudiera disfrutar con varios ambientes a su disposición, además de una pasarela atípica en forma de cuadrilátero, inspirada en el Madison Square Garden de Nueva York, y una zona interactiva y una planta superior con una pasarela tipo Fashion Week, de 25 metros de largura donde se llevó a cabo el show nocturno de Kinki Kappers. La idea era conseguir que el peluquero viviera una experiencia que le permitiera compartir e interactuar con sus colegas.
Por otra parte, también nos estamos replanteando el modo de presentar nuestras colecciones: en lugar de presentar una tendencia como marca, lo que queremos hacer es descubrirla con el cliente y trabajar juntos sobre ella. Eso queremos hacerlo a través de trabajar con el peluquero en pequeños grupos de trabajo a partir de los cuales descubren por sí mismos todo lo referente a la creación de tendencias de peluquería en colecciones.
Con estos cambios, ¿ha llegado el fin de la formación unidireccional en peluquería?
Efectivamente. Para nosotros, el formato de profesor y alumnos es algo totalmente obsoleto. Creemos que realmente las personas interiorizamos los conocimientos a través de las experiencias: si vivimos algo positivo y que nos gusta, asimilamos el aprendizaje.
Más concretamente, ¿qué planes formativos ofrecerá L'Oréal Professionnel al peluquero para que éste decida seguir confiando en la marca?
Para mí existe una cosa fundamental: reinventarnos y compartir. A partir de aquí, como director de formación de la marca, tengo una fuente de inspiración que es un ejemplo a seguir 100% que es el sector de la cocina: la peluquería y la cocina son dos oficios socioculturalmente muy parecidos, ya que peluqueros y cocineros empiezan a trabajar muy jóvenes, y lo hacen con largas jornadas que incluyen fines de semana, etc. En este sentido, hace 20 años la cocina en España estaba por desarrollar y a día de hoy contamos con 23 Estrellas Michelin y restaurantes galardonados como los mejores del mundo. Por eso es para mí una fuente de inspiración y creo que los peluqueros debemos tomar ejemplo de los propios chefs y del gremio para colocar la peluquería a un nivel similar al que tiene la cocina española actual. Debemos investigar y reinventar nuestros servicios y nuestros espacios, para desarollar nuevas experiencias del mismo modo que la cocina ha desarrollado nuevos platos que hasta ahora no existían, dando un valor añadido al gremio.
Tras la primera edición del Training Experience, ¿podemos decir que es un evento que ha llegado para quedarse y que se sucederá en el tiempo?
¡Espero que sí! Pusimos mucha ilusión en este evento, que fue la primera apuesta de todo un nuevo equipo que lidera ahora L'Oréal Professionnel. Se trata de una apuesta arriesgada que dependerá de las experiencias que hayan vivido los clientes con ellas, pero por nuestra parte sí existe la ilusión de seguir adelante con más ediciones del Training Experience. Creo que el sector necesita cambios, que todos queremos ver cosas nuevas y diferentes. En el momento en que se propone algo que está fuera de lo común es normal que los profesionales quieran verlo: necesitamos aire fresco y nuevas ideas para reinventarnos.