El cabello y el cuero cabelludo: las asignaturas pendientes de la protección solar
Aunque hoy en día la mayor parte de la población está altamente concienciada del riesgo que conlleva no cuidar la piel de los rayos solares, no pasa lo mismo con el cabello y el cuero cabelludo, que muy a menudo escapan de nuestro cuidado ante los rayos UVA/UVB. Tanto el sol, como el cloro, la sal y la arena puede repercutir gravemente en la salud del cabello e incluso provocar también la deshidratación del cuero cabelludo.
No cuidar el cabello como se merece durante el verano puede comportar un envejecimiento prematuro, así como también pérdida de brillo, suavidad y elasticidad. Además, respecto al cuero cabelludo, los rayos del sol, al deshidratarlo, pueden volverlo tirante, provocando incómodas sensaciones de dolor o picazón.
Según Dani Masip, director técnico de Kemon España, "la radiación solar es la mayor agresión ambiental que sufre el cabello". Y es que, hay que tener en cuenta que las lesiones que provoca la acción solar sobre el cabello son, en muchos casos, irreversibles, puesto que la fibra capilar no tiene capacidad para regenerarse de manera natural. Por esta razón, Masip añade que "la única forma de evitar estos daños capilares es proteger el cabello con productos específicos adecuados". Además, desde Kemon España nos recomiendan también el uso de sombreros, capaces de reducir hasta un 70% los efectos del sol. En cuanto a los tratamientos, recomiendan la línea específica Actyva - Linfa Solare, compuesta de Champú, Mascarilla, Bálsamo Instantáneo sin Aclarado y Spray Refrescante. Con una tecnología exclusiva basada en la acción sinérgica de cuatro principios activos (luteína, extracto de semillas de girasol, ceramidas y filtros UV), su acción hidrata y suaviza el cabello, al mismo tiempo que regenera y nutre la piel del cuero cabelludo. A la vez, también elimina los restos de cloro y sal de la melena, aportando un extra de luminosidad.