Los secretos de peinado de Grace de Mónaco, la película
Si alguna dificultad añadida tienen los biopics frente a los films originales es el peligro de que, al caracterizar a un actor en otro personaje fácilmente reconocido por el gran público, caigamos en una ridícula caracterización. Y más si ese personaje es alguien tan emblemático, un icono del siglo XX, como lo fue Grace Kelly, princesa de Mónaco.
Con esta idea principal parte la transformación que el peluquero Kerry Warn, estilista de la película, llevó a cabo a la hora de convertir a Nicole Kidman en Grace Kelly en "Grace de Mónaco": "el director me comentó que, para crear su estilo, tenía que inspirarme en Grace pero no para crear literalmente una réplica exacta de ella en cada peinado. Investigué durante un par de meses –en los que estuve muy inspirado por el propio peluquero de Grace Kelly, Alexandre de Paris–. La dificultad radicó en los estilismos de detrás de las cámaras, para lo que no teníamos referencias y que por lo tanto tuvimos que crear desde cero", explica Warn.
La película se desarrolla principalmente en el año 1962, por lo que Warn trató que todos los peinados de Kidman representaran ese período de la vida de Grace, en vez de inspirarse en la duración total de su carrera. "En la película hay cuatro looks clave: un momento en el que lleva el cabello más corto, un look clásico, uno de fiesta y el de funciones oficiales, además de looks más fáciles para otras ocasiones. De todos ellos, mi favorito ha sido el moño cardado con trenza desecha alrededor. Me encantó", explica Kerry Warn.
Antes de cada escena, Warn tardaba una media de 45 minutos en peinar a Nicole Kidman. En todas las sesiones usó piezas clave para cada recogido, como tiaras de Cartier o una gran cantidad de postizos: "es lo que se utilizaba en los años sesenta. En los años sesenta Europa era un poco más elegante que otros territorios y eso es lo que he querido reflejar", explica Kerry Warn.