El cuidado del cabello: verdades y mentiras
Por Neus Hilari
Desde tiempos inmemoriales, el cuidado del cabello es una obsesión estética para la mujer, que lucha día a día por mantener una melena sana, brillante y libre de roturas. A lo largo de los años, las generaciones se han ido pasando entre ellas varios trucos, muchos de ellos caseros, y creencias sobre cómo conseguir un cabello largo y sano pero... ¿Son todas ellas verdad o mitos que arrastramos con los años? Te desmontamos los más extendidos y desvelamos las verdades verdaderas.
Si cortamos el cabello a menudo crece más
Falso. Los profesionales aseguran que lo ideal es cortar las puntas cada mes y medio o dos meses para sanearlas de las posibles roturas y que la melena luzca visiblemente más sana. Aún así, el hecho de cortar el cabello regularmente no acelera el crecimiento, ya que el cabello suele crecer un centímentro al mes, eso sí, dependiendo de cada persona.
Si arrancas una cana, crecen más
Falso. Cada cabello canoso procede de una raíz concreta en su folículo piloso. Las canas aparecen cuando el cabello pierde la melanina, con el paso de los años.
No es bueno lavarlo cada día
Falso. La frecuencia del lavado depende del tipo de cabello, si es seco aguantará más tiempo limpio que si es graso y se ensucia con facilidad. De todos modos, si utilizamos el producto adecuado para el lavado del cabello, sin demasiados agentes químicos, este no sufrirá ningún daño si se lava a diario.
El último enjuage del lavado con agua fría aumenta el brillo
Verdadero. El agua caliente limpia en profundidad la fibra capilar, si después aplicamos un chorro de agua fría, éste sellará las hebras de la fibra, haciendo que la luz que se refleja en el cabello no rebote y aumente su brillo.
No es saludable acostarse con el cabello húmedo
Verdadero. Si el cabello permanece demasiado tiempo mojado se daña su cutícula y puede aumentar su fragilidad. Además, la humedad puede provocar también irritaciones y picores en el cuero cabelludo.
No lavar el cabello beneficia su salud
Falso. La función de un buen champú es limpiar a fondo la fibra capilar sin dañar su conjunto, permitiendo que el cabello mantenga su hidratación y salud. La cuestión no es dejar de lavar el cabello para mantenerlo sano, sino escoger el producto adecuado, sin demasiados agentes químicos y libre de tensioactivos detergentes, que lo dañan con el lavado.
El exceso de lavados favorece la caída
Falso. Una persona pierde al día entre 50 y 60 cabellos, algo en lo que no influye ni el cepillado ni el lavado. Los cabellos que caen de manera natural vuelven a regenerarse en los folículos pilosos del cuero cabelludo, manteniendo así el número ideal de cabellos.
Lavarlo con agua y bicarbonato favorece su salud
Falso. Según muchos dermatólogos, el uso de estas mezclas químicas puede aumentar las irritaciones en el cuero cabelludo. Lo ideal es escoger un champú adecuado al tipo de cabello y sin agentes que lo agredan.
Antes de secar con calor, debemos retirar la humedad del cabello
Verdadero. Antes de proceder a usar el secador, deberemos retirar la humedad del cabello con una toalla para evitar que el calor de la herramienta sobrecaliente la fibra capilar y la rompa con más facilidad.
El spray fijador reseca y estropea el cabello
Falso. Cuando aplicamos spray en el cabello este se deposita en la capa superior de la fibra capilar a modo de fijador, su acción no penetra en el interior de la cutícula. Para retirarlo, basta con un leve cepillado o con el lavado del cabello.