Nutrición: la clave de la suavidad
La nutrición cosmética del cabello largo, coloreado o dañado es el punto clave para conseguir la hidratación que lo hace brillar y que lo mantiene dócil, manejable y sedoso. Este mes, luchamos contra las bajas temperaturas con muchos mimos en forma de mascarillas, sérums y cremas para nutrir en profundidad el cabello.
Rara vez es necesario nutrir un pelo corto, a menos que esté decolorado o muy sensibilizado por procesos químicos, porque los cortes frecuentes y su propia longitud hacen que esté saneado y sea siempre cabello “nuevo”.
Sin embargo, es casi inevitable que una melena larga acabe sufriendo puntas deshidratadas y quebradizas, porque la emulsión hidrolipídica que producen las glándulas sebáceas del cuero cabelludo para proteger la piel y el cabello no llega a toda la longitud de la fibra capilar. De este modo, los medios y puntas quedan desprotegidos y a la merced de las agresiones externas, ya sean las ambientales (frío, sequedad, etc...) o las producidas por los productos agresivos, las coloraciones, los tratamientos de forma y los peinados con calor. Y aquí es donde entra, con un papel esencial en la belleza del cabello, la nutrición.
Ya sea en forma de mascarilla intensiva y untuosa, de emulsión ligera o de sérum con textura oleosa, la nutrición del cabello se vuelve una necesidad para devolverle la suavidad y el brillo de un cabello sano, incluso en fibras capilares muy dañadas. Los productos nutritivos le aportan al cabello los lípidos necesarios para evitar la deshidratación del córtex, a la vez que alisan la cutícula con ingredientes emolientes y consiguen una superficie lisa donde la luz se refleja a la perfección para revelar un brillo de efecto espejo. Incluso las puntas abiertas parecen cerrarse y la melena aparece más dócil, manejable y con un volumen controlado, sin encrespamiento ni sequedad. Además, los productos nutritivos aportan una suavidad incomparable al cabello y una hidratación que resiste mucho más las agresiones y que a la vez protege del calor del secador y la plancha, y todo esto, sin aportar peso ni grasa al conjunto de la melena.