Leslie Cavendish, el peluquero de los Beatles
Cuando uno escucha la palabra Beatles se le vienen a la mente decenas de letras y canciones, cuatro nombres propios (Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Star), gritos de fans, estadios llenos y esas medias melenas que contagiaron, como su música, a medio mundo. Considerados por muchos el mejor grupo de todos los tiempos, lo que es incuestionable es que marcaron una época, crearon tendencia y dejaron un legado musical eterno.
El libro de Leslie Cavendish repasa su relación con los integrantes de los Beatles con quienes llegó a entablar una amistad personal y compartir confidencias, algunas desveladas en esta obra.
El encuentro con McCartney
La vida de Cavendish dio un giro de 180 grados el día en que atendió a la actriz Jane Asher, prometida de Paul McCartney. Cavendish, que apenas tenía 19 años, llevaba un tiempo trabajando en el prestigioso salón de peluquería de Vidal Sasson. Al concluir el servicio, Asher le preguntó si trabajaba a domicilio porque su pareja necesitaba un corte de pelo. Así se vio en Cavendish Avenue –curiosamente una calle que lleva su mismo apellido- tijera en mano delante de la melena de Paul McCartney. Según cuenta en el libro, McCartney se quejaba de que le molestaba la fama porque no podía salir de casa sin que le acosaran. La solución pasó por cortarle el pelo muy corto para que nadie le reconociera. “Me quedé mirando su famosa mata de pelo. Cada una de aquellas mechas era como una reliquia para millones de fans. Y allí estaba su propietario, Paul McCartney, diciéndome que se las cortara todas”. Dicho y hecho. Con unos tijeretazos Cavendish, de quien dicen que es el peluquero más influyente de la historia, acabó con el clásico peinado Beatle que había revolucionado la estética y marcado el estilo de muchos jóvenes de la década de los sesenta.
Cada dos semanas Cavendish acudía a la vivienda de McCartney para atenderle. “Un día me dijo que no se notaba que le había hecho un corte de pelo, ese es el mejor cumplido que le pueden hacer a un peluquero”, confiesa en uno de los capítulos del libro, una reflexión que comparto punto por punto.
El peluquero de los Beatles
La confianza fue creciendo y Cavendish entabló amistad con el resto del grupo. Atendió a George Harrison en el hospital cuando estuvo ingresado para que le extirparan las amígdalas y más tarde a John Lennon. Menos a Ringo porque su mujer era peluquera. Así se convirtió Cavendish en el peluquero de los Beatles hasta la desaparición del grupo.
Cobraba dos libras por corte y nunca robó un mechón de pelo para venderlo a pesar de que había muchos fanáticos dispuestos a abrir la cartera y sacar un buen fajo de billetes. Cavendish relata que se limitaba a lavar y cortar y, a lo sumo, aplicar un acondicionador, nada de tintes.
La fama le llevó a abrir su propio negocio en el exclusivo barrio londinense de Chelsea. Lo llamó “Apple Tailoring” por donde pasaron artistas de la talla de Keith Moon, batería de The Who, Dave Clark o Jimi Hendrix. Años después cerró. Estas son sólo algunas de las historias que narra en su libro en las que uno descubre el porqué de la mítica portada del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, el octavo disco de los cuatro de Liverpool, el segundo más vendido de todos los tiempos y cuyas canciones seguimos escuchando en la radio.
Artículo escrito por Ramiro Fernández para C&C Magazine