El futuro de la cosmética masculina
No es que hace unos años no las hubiera pero, en mi opinión, las líneas cosméticas masculinas que empezaron a producir las grandes firmas nacieron siendo un concepto equivocado.
A principios de los noventa aparece el término “Metrosexual” que define a un varón de la sociedad post-industrial urbana que se caracteriza por un desarrollado interés por el cuidado personal, por una apariencia y el estilo de vida sofisticado, y por un marcado extremo en la cultura del consumo. En ese momento, las grandes firmas cosméticas, ven la oportunidad de vender dos versiones distintas del mismo producto, uno para mujeres y uno para hombres, que regularmente sólo se diferenciaban en el tipo de perfume y en el empaquetado… y es ahí precisamente donde yo humildemente pienso que se equivocaban.
Poco a poco esa tendencia va desapareciendo y aproximadamente hacia el 2012 el hombre empieza a exigir su espacio, cansado quizás de las peluquerías unisex.
Es entonces cuando empiezan a resurgir las barberías como espacios exclusivos para hombres. Indudablemente la moda de la barba ha ayudado mucho, pero el buen hacer de estos barberos ha dado paso a que sea una industria que a día de hoy crece y se consolida como una profesión de futuro. Se calcula que durante el 2016 se han abierto en España unas 500 nuevas barberías, nada menos que un 10% más de aperturas que en el año anterior.
Gracias a estos profesionales, los fabricantes estamos desarrollando cosméticos específicos que de verdad cubren las necesidades del hombre, dándoles ceras o pomadas adecuadas para el estilo de peinado y cabello que cada uno requiere y dejando atrás el típico fijador que durante décadas era la única opción que encontrabas en el mercado.
Creamos líneas completas de productos para dar cuidado y estilo a la barba y bigote, cubriendo desde el lavado hasta la nutrición, sin olvidarnos de la piel que ésta cubre.
Tampoco nos olvidamos del afeitado, ya que cada vez son más los hombres que vuelven al afeitado clásico con brocha y jabón utilizando maquinillas y navajas de afeitar tradicionales.
A mi parecer, el futuro de la cosmética masculina pasa por la especialización. Al igual que hemos visto en el mundo femenino, cómo se ha pasado de peluquerías y salones de belleza a centros de depilación, establecimientos exclusivos para las uñas o estudios especializados en extensiones, en el sector masculino probablemente nos iremos especializando del mismo modo.
“El buen hacer de estos barberos ha dado paso a que sea una industria que a día de hoy crece y se consolida como una profesión de futuro.”
Daniel Matallín Conca es uno de los fundadores de la firma Hey Joe!