Gullón reduce sus emisiones empleando el calor residual de cocer galletas para otros usos
Recuperar el calor residual de la cocción de las galletas para otros usos, emplear el aire frío exterior para reducir el consumo energético en la refrigeración, utilizar camiones de doble remolque para el transporte de mercancías o un plan de movilidad para los empleados son algunas de las acciones de Galletas Gullón para reducir la huella de carbono en su fabricación.
Galletas Gullón ha reducido un 8,44% las emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas a su actividad económica en 2022, según ha informado este martes en un comunicado la galletera centenaria líder en el sector y principal fabricante de Europa que tiene sus plantas en Aguilar de Campoo (Palencia) donde trabajan 1.900 personas.
Así lo confirma una auditoría que mide el impacto ambiental de los gases de efecto invernadero (GEI) atribuidos a la galletera y a su actividad económica, identificando las fuentes de emisión y buscando actuaciones para contribuir al ahorro.
Esta disminución de la huella de carbono, registrada en el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico junto con su evolución anual, sitúa a Galletas Gullón un paso más cerca de su objetivo para 2030 que es disminuir sus emisiones un 55% en comparación con las de 2021, para lo cual la compañía necesitaría reducir su impacto una media de un 6-7% anual de aquí a 2030.
“En Galletas Gullón tratamos de que nuestros procesos productivos sean lo más respetuosos posibles con el medioambiente”, afirma el director corporativo de Galletas Gullón, Paco Hevia. Por ello, llevan varios años poniendo en práctica proyectos que ayuden a minimizar las emisiones como, por ejemplo, el plan de movilidad sostenible para empleados que está centrado en reducir el impacto de las emisiones de alcance 3 con medidas como el aumento de autobuses de ruta.
Además han puesto en marcha otras muchas acciones para reducir la huella de carbono y lograr la neutralidad climática antes de 2050, de acuerdo con el Plan Nacional de Energía y Clima y la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Así, en la parte de producción, gracias al proyecto europeo REEMAIN, la empresa ha conseguido recuperar el calor residual de la cocción de las galletas para otros usos, así como la utilización del aire frío exterior para reducir el consumo energético en la refrigeración minimizando el consumo de gas y las emisiones.
Además, la galletera ha desarrollado, gracias a su Grupo de Trabajo de Economía Circular, proyectos centrados en impulsar iniciativas como los dispensadores de papel higiénico fabricado utilizando las fibras de celulosa procedente del reciclado en fábrica de envases de cartón.
Asimismo, en cuanto a la gestión de su almacén, Galletas Gullón ha optado por la utilización de palets de pool, permitiendo la reducción de 102 toneladas de CO2 por cada 100.000 palets utilizados, y ha apostado por el uso de camiones de doble remolque para el transporte de mercancías.