JLL reorganiza su estructura y sitúa al cliente como centro del negocio
La consultora inmobiliaria internacional JLL ha reorganizado su estructura para adecuarse al nuevo ciclo que atraviesa el sector en España. Una nueva etapa con el objetivo de enfocar la estrategia de la compañía directamente hacia el cliente y sus necesidades. El objetivo pasa por evolucionar hacia una consultora con visión de futuro, que actúe como proveedor de servicios integrales y sepa proporcionar a los clientes valor añadido en sus servicios.
La nueva estructura queda organizada en tres grandes divisiones, para lo cual se ha llevado a cabo el nombramiento de tres nuevos consejeros directores generales para cada una de ellas: la división de Inversores, que estará liderada por Enrique Losantos; la de Clientes Corporativos, con Borja Basa al frente; y Tetris (Arquitectura y Construcción), con Nicasio Gutiérrez. Ellos tres, junto al presidente ejecutivo Benoît du Passage y la nueva directora de Operaciones (COO), Silvia Damiano, conforman, además, el Comité de Dirección de la consultora.
El nuevo enfoque, donde el cliente es el centro del negocio, es pionero dentro de la consultoría inmobiliaria en general y en JLL a nivel mundial, y supone el comienzo de una nueva etapa en la firma que servirá para alcanzar nuevos objetivos de cara al futuro.
Uno de los objetivos pasa por reducir la diferencia de porcentaje de ingresos que proceden de las dos grandes áreas, de modo que se acerquen a mercados más maduros y sofisticados como EEUU, donde los clientes corporativos generan el 80% de la facturación y los inversores el 20% restante. Actualmente, en JLL España este reparto se divide entre el 25% de los clientes corporativos y el 75% de los inversores.
Asimismo, en la nueva etapa que comienza JLL seguirá apostando por el talento de nuevos profesionales que se sumen a la plantilla actual de la compañía, así como por la innovación y el desarrollo de nuevas líneas de negocio en la oferta a clientes.
Tal y como explica Benoît du Passage, “nuestro país es visto como una oportunidad de negocio no comparable con ningún otro país europeo. Cabe recordar que en 2014 el volumen de inversión inmobiliaria directa no residencial superó los 7.000 millones de euros y prevemos que este año la cifra se sitúe en niveles similares. Gracias al cambio emprendido en la compañía, JLL se posiciona desde la mejor posición posible para afrontar el nuevo ciclo de mercado”.