Entrevista con José Fernández, director general de Lezama Demoliciones, y Juan Rodríguez, CEO de Hispano Japonesa de Maquinaria
Para Lezama Demoliciones, una obra es mucho más que el derribo de un edificio y la clasificación de los residuos resultantes. La empresa vizcaína abandera un modelo de trabajo denominado “demolición sostenible”, una filosofía que supone comenzar la planificación de la obra mucho antes de que se inicien las actividades de demolición. Para ello se valen de todas las herramientas a su alcance y con la economía circular, la sostenibilidad y la I+D+i como pilares de su actividad.
Si bien la gestión y la planificación son clave en este modelo de trabajo, la maquinaria empleada es fundamental a la hora de ponerlo en práctica. En este proceso, el compañero de viaje inseparable de Lezama Demoliciones es Hispano Japonesa de Maquinaria, distribuidor en nuestro país de, entre otros fabricantes, Hitachi. Si bien la relación entre ambas compañías comenzó en 2005, es desde 2019 –y a medida que Lezama ha ido afrontando proyectos de mayor envergadura– cuando esta se ha hecho más intensa.
De la relación entre ambas empresas hablan en esta entrevista José Fernández, director general de Lezama Demoliciones, y Juan Rodríguez, CEO de HJM. Además de reflexionar sobre la visión que comparten de la industria, señalan la urgencia de que el sector cuente con un plan renove que fomente el rejuvenecimiento del parque de maquinaria. Afrontar grandes trabajos de demolición con los máximos estándares de seguridad, eficiencia y respeto medioambiental exige hacerlo con la maquinaria adecuada. Esa maquinaria ya existe, pero, como recuerdan los protagonistas de esta entrevista, es necesario incorporarla a las obras.
¿En qué proyectos está embarcado actualmente Lezama?
José Fernández: Sinceramente, estamos teniendo la gran oportunidad de participar en la transición energética nacional. Estamos desmantelando cuatro centrales térmicas, tres de ellas al completo y una de ellas, parcialmente, además de haber demolido ya dos más. Trabajamos para empresas multinacionales que están llevando a cabo sus procesos de descarbonización como Endesa, Naturgy y EDP y colaboramos activamente en el gran reto que supone la Agenda 2030 y el reto de la descarbonización para 2050. Además, seguimos trabajando con los mismos sectores que trabajábamos antes de hacerlo con el sector energético, como son el sector químico, petroquímico, siderometalúrgico, etc. Y no es para menos, pues seguimos ejecutando 4-5 obras anualmente, de menor duración, pero que incluyen desde desmantelamientos de antiguas fábricas de productos químicos, cementeras y diferentes sectores manufactureros hasta proyectos de descontaminación de antiguos emplazamientos industriales.
Por otra parte, este crecimiento que hemos tenido en los últimos 6 años nos ha permitido abrir nuevas líneas de investigación, enfocadas a la circularidad de los materiales y de los equipos que extraemos de las instalaciones que desmantelamos. Actualmente, trabajamos en seis proyectos de investigación, dos de los cuales son a nivel europeo e incluyen grandes empresas y centros tecnológicos de renombre. Nuestra meta se enfoca en lograr una valorización absoluta de los residuos que generamos en nuestra actividad y, si no podemos lograr valorizar algunas corrientes, conseguir una gestión sostenible y lo más circular posible.
¿Por qué Lezama Demoliciones confía en la marca HJM, y viceversa?
Juan Rodríguez: Quizá la clave es qué representa Lezama para HJM. Para nosotros, Lezama no es un cliente. O, mejor dicho, lo es, pero en el sentido más puro de la palabra. Cliente viene del latín ‘cliens’, que es algo así como protegido.
Normalmente, las empresas piensan en un cliente como alguien con quien intercambian bienes y servicios a cambio de un precio pactado. Para nosotros Lezama es mucho más: es un socio que se embarca en retos imponentes, muchas veces cosas que nadie ha hecho antes.
Ellos ponen su parte, su ‘know how’... y nos dicen lo que necesitan. No hablamos de máquinas, más bien hablamos de soluciones. Nosotros nos encargamos de esa parte.
Nuestro objetivo es que Lezama y sus clientes sepan que pueden dormir tranquilos, sabiendo que, en lo que respecta a maquinaria, están en las mejores manos.
Lo más curioso es que para conseguir esto, la fórmula secreta, no es secreta: 'solo' tienes que tener la mejor máquina, y la mejor estructura de soporte postventa. Si lo piensas bien, la receta tiene 'solo' dos ingredientes.
JF: Para nosotros la clave es, recogiendo las palabras de HJM, que ellos ya están pensando en nuestras necesidades incluso antes de que les digamos lo que necesitamos. Esa mentalidad que tiene el grupo HJM, nos aporta una tranquilidad y una confianza sin igual, a nosotros y a nuestros clientes.
Que un proveedor entienda la dimensión de los proyectos en los que te embarcas, la importancia de los clientes para los que trabajas, y sepa ponerse en tu lugar, siendo parte activa de la búsqueda de soluciones para tus retos y tus problemas, es lo que nos hizo apostar por ellos en un inicio y lo que ha hecho que, con el paso de los años y el crecimiento de nuestra empresa, nos haya hecho reforzar la apuesta por ellos.
Fruto de lo anterior, tenemos maquinaria que nos aporta soluciones específicas para nuestros trabajos y cuya calidad de base, sin esas adaptaciones, ya es altísima, entre las más altas del mercado. El servicio de excelencia que ofrecemos a nuestros clientes, debe ir respaldado también por la excelencia en la calidad de la maquinaria y HJM nos lo aporta.
Lo anterior es además un aspecto tangible, visible en el día a día de la obra. Pero para nosotros, hay algo que nos aporta HJM y que es más importante que la propia calidad de la maquinaria, además de menos tangible en el día a día. Unido a lo comentado sobre que son capaces de ponerse en nuestro lugar para adaptarse a nuestras necesidades, la calidad del servicio que HJM nos da desde el primer servicio comercial, hasta el servicio postventa, es lo que nos hace apostar por ellos. Sin duda este servicio y este trato humano es lo que nos aporta ese plus y esa diferenciación respecto a otros. Esa profesionalidad además de serlo, como hemos dicho, durante todo el proceso, lo es también en todos sus estratos y en todos sus departamentos.
Sin duda HJM tiene 'el secreto' que no es tal: la mejor máquina y el mejor servicio humano.
Demolición de la caldera de la central térmica de La Robla, con maquinaria proporcionada por HJM.
¿Cuándo comenzó el vínculo entre ambas empresas?
JF: La relación inicial con HJM comienza a los pocos años de la adquisición de Lezama Demoliciones por los socios que le dieron a la empresa su identidad actual. Hacia 2005/2006 es cuando la maquinaria de Lezama empieza a ser 'naranja'. Esto quiere decir que vamos a cumplir más de dos décadas de trabajo conjunto.
Sin embargo, la relación más estrecha, y de un volumen ya mucho mayor, comienza en 2019. El crecimiento de Lezama Demoliciones ha ido asociado a la relación con HJM. Nuestro crecimiento y nuestro éxito ha ido vinculado a la relación con HJM, por lo que sin duda son en parte 'culpables' de los buenos resultados y de la satisfacción de nuestros clientes. Cuando hemos demandado más maquinaria, una maquinaria mucho más exigente y un trato y un servicio adaptado a nuestras nuevas necesidades y a mayores exigencias, ha sido cuando HJM ha emergido como la mejor opción del mercado para nosotros.
Las exigencias de los clientes en cualquiera de los ámbitos (técnico, ambiental, de seguridad, de plazos…) han sido resueltas por parte de Lezama Demoliciones con más y mejor personal, con mayor profesionalización, con crecimiento y aprendizaje, con innovación y desarrollo… y con HJM, con sus máquinas y su personal.
Con la nueva certificación Residuo Cero aseguráis una valorización de al menos el 90% de los residuos producidos ¿Como lográis un alto grado de valorización de recursos en vuestras obras?
JF: Es un trabajo que conlleva una planificación muy grande y compleja. Cuando haces obras con una duración de 36 o de 48 meses, es muy importante llevar al día los trabajos que se van desarrollando. La obra está viva, avanza y cambia constantemente y los materiales que vamos sacando de cada edificio o instalación tienen que segregarse perfectamente en el momento que se extraen. En definitiva, la separación en origen es la clave para alcanzar los objetivos que nos planteamos, y ahora queremos lograr el 95%...
Además, es necesario encontrar nuevas tecnologías u oportunidades que permitan superar este 90%. Como te decía, estamos en proceso de innovación y cada vez resulta más complicado avanzar en el incremento de valorización, pues con cada pequeño porcentaje de aumento, la dificultad crece exponencialmente. En ese aspecto, trabajamos de la mano de Recircular, una empresa experta en encontrar las mejores soluciones a nuestras demandas en la gestión de residuos, especialmente en aquellos que tenemos más dificultad.
La consecución de esa valorización de los residuos tiene dos vertientes.:
La primera es la propia segregación al realizar la obra, al demoler. Ahí es donde contamos con HJM y sus máquinas. Estamos constantemente innovando y buscando los mejores procedimientos posibles, para maximizar la seguridad y la productividad, y la mejor segregación posible, y es ahí donde HJM nos ayuda a buscar las mejores máquinas y las mejores soluciones a nuestros problemas.
La segunda parte es en la que nos ayuda Recircular, además de realizar ese trabajo internamente: tratar de buscar las mejores soluciones para la valorización de los residuos, una vez segregados y acopiados en las obras.
¿Cómo ayuda la maquinaria de HJM a lograr estos objetivos ambientales?
JR: Cuando se establece una meta como el 'Residuo Cero', está claro que lo primero es creérselo.
Aumentar el tanto por ciento que se valoriza en una obra es al final una cuestión de compromiso: que todos los implicados compartan el objetivo común, se lo crean y que, juntos, encuentren soluciones que permitan aumentar la valorización cada vez un poquito más.
En realidad, lo más importante de todo no es que la obra termine teniendo la certificación de Residuo Cero. La certificación está muy bien, pero ni Lezama ni su cliente realmente la necesitan. El valor del reconocimiento no es ese. Ellos ya saben lo que son capaces de recuperar. El valor real es demostrarle al resto que se puede lograr. Y que si en una obra como Anllares o La Robla, Lezama puede hacerlo, los demás también pueden. Lo realmente valioso es que un reconocimiento de este tipo es un paso de gigante hacia un cambio cultural. Y eso sí que es realmente trascendente. Porque lo importante es, como decía antes, creérselo.
En HJM nos parece algo natural, llevamos tiempo con ello. Por dar un dato, HJM tiene una filial, CHR, que se dedica exclusivamente a la valorización de maquinaria al final de su vida útil. Nos encargamos de la descontaminación de los equipos, recuperamos los componentes, remanufacturamos aquellos que pueden tener mayor valor y, finalmente, reciclamos lo que queda. Al final, también valorizamos bastante más de un 90% del peso de los equipos.
También nos sentimos orgullosos de algo que puede parecer una anécdota, pero que para nosotros es parte de nuestra herencia. En cada mundial de Fútbol, los medios se hacían eco de cómo los aficionados japoneses habían recogido sus residuos en las gradas y salían de los estadios con bolsas de basura. Lo mismo los jugadores en el vestuario, dejando todo recogido y separado por fracciones. Eso es Residuo Cero. Forma parte de su cultura y nosotros llevamos ya 20 años trabajando con Hitachi. Al principio también nos sorprendía. Ahora, lo vemos como algo normal.
¿Qué importancia tiene la renovación del parque de maquinaria a nivel estatal y/o europeo?
JR: Pues empieza a ser algo urgente, aunque solo sea por simple coherencia. Una máquina de 2023 contamina 20 veces menos que una de 2010. El consumo es también un 15% menos, pero esto no parece ser un argumento económico suficiente para cubrir el coste de la renovación, igual que no lo fue para los coches o para la maquinaria agrícola.
El sector necesita un plan Renove y lo necesita ya.
Hay menos máquinas que coches o tractores, pero en general, trabajan muchas más horas, consumen mucho más combustible y, sobre todo, son mucho, mucho más viejas. ¡La edad media del parque móvil es de 18,5 años! El grueso de los equipos lleva motores Euromot Fases IIIA, II, I... o ninguno. ¡Hay cantidad de equipos que no tienen absolutamente ninguna tecnología de control de emisiones! En términos de CO2, la renovación del parque anterior al 2010 podría suponer un ahorro de casi 600,000 toneladas al año.
La verdad, no entendemos como este programa no está aún en marcha. El margen para reducir emisiones en otros sectores, como el transporte, es cada vez más estrecho. Es probable que este plan pudiera obtener el mayor retorno de ahorro de CO2 por euro público invertido, por no hablar del resto de contaminantes, azufre, compuestos nitrosos, y partículas... El retorno ambiental por euro invertido listo para ser capitalizado está ahí, al alcance del BOE.
JF: Es una tarea pendiente para el sector. Actualmente, el parque de maquinaria nacional con más de 10 años supone el 79,1% del total, teniendo éste una edad media de 18,5 años. Esto hace que las emisiones de óxidos de nitrógeno sean altísimas, cerca del 98 % son responsabilidad de estas máquinas. Necesitamos que poco a poco las empresas que utilizamos este tipo de máquinas pesadas tengamos la oportunidad de renovarlas. Así, seremos mucho más respetuosos con el medio ambiente y podremos llevar a cabo demoliciones más sostenibles.
Además, no solo influye en la reducción de emisiones, es que también nos puede hacer más competitivos frente a otros países. Hacer que nuestra herramienta de trabajo diaria, las máquinas, sean más modernas, más potentes y más seguras nos brinda unas capacidades competitivas enormes, puede hacer que expandamos nuestro mercado fuera de las fronteras y enriquezca nuestra experiencia a nivel nacional.
A nivel particular, si ofrecemos excelencia en nuestros trabajos y en nuestra gestión ambiental, debemos ofrecerlo también en la maquinaria y en su modernidad, y desde 2019 estamos en ello con HJM. Como ellos comentaban, a nivel general hace falta un plan renove y hace falta ya.
¿Cuáles son las últimas adquisiciones de Lezama? ¿Qué ventajas vais a tener a la hora de realizar vuestros trabajos con esta nueva maquinaria?
JF: Estamos ampliando nuestro parque con nuevas adquisiciones tanto en retroexcavadoras como en implementos. Como decía, llevamos tiempo colaborando con HJM y la marca Hitachi, pero en los últimos años hemos aumentado nuestro número de máquinas con algunas ZX490, una ZX470 y otra ZX690... ¡Es increíble verlas trabajar! La ZX690 tiene una potencia increíble, con casi 70 toneladas es una máquina idónea para nuestros trabajos de desmantelamiento.
Y no podemos olvidarnos de la joya de la corona, la Hitachi KMC 1200S. Tiene dos brazos, uno con un alcance ligeramente superior a los 50 metros y otro con unos 35 metros. La productividad que nos da esa máquina es altísima y, además, es una garantía de seguridad enorme. Reduce los tiempos de trabajo de operarios, que, si no llega a ser por esta máquina, tendrían que subir en andamios o equipos de elevación a trabajar a alturas de vértigo.
Como hemos comentado, además de unas menores emisiones y un menor impacto ambiental, estas nuevas máquinas, están adaptadas a las nuevas necesidades en nuestros trabajos. Nos aportan el incremento de productividad que necesitamos, y nos aportan las soluciones específicas a los nuevos trabajos que realizamos. Son máquinas personalizadas, más eficientes, más seguras y más productivas.
¿Qué características hacen que las máquinas HJM sean idóneas para esta renovación?
JR: Hay dos pilares: fiabilidad y eficacia. Que los equipos trabajen más, y que trabajen mejor. Estos dos principios son transversales a todo; desde el diseño conceptual de los equipos, hasta el último detalle, pasando, por supuesto, por la forma en la que se les da soporte.
Sabemos que hay otras opciones que, en el minuto 0, suponen un gasto menor. Pero también sabemos que nuestros clientes no compran máquinas para tenerlas, o exhibirlas. Invierten para explotarlas y obtener un rendimiento; las maquinas son un medio, no un fin. Por eso, la cifra más importante no son los euros por tonelada de hierro el día del estreno: los euros por tonelada que realmente importan son los euros por tonelada de tierra excavada; o de biomasa procesada; u hormigón demolido. Cualquiera que sea la unidad de obra con la que trabajas, lo que hace la diferencia es tener una máquina que te permite hacer más con menos cada día, durante muchos, muchos días. Y en eso si podemos decir con confianza que sabemos que somos los mejores. Esto se ve, por ejemplo, en minería. Es posible que los tiempos de máquinas de 250, 360, 550 toneladas, hayan pasado. Pero el mercado de máquinas grandes, de 70, 90, hasta 120 toneladas... sigue muy vivo. Y ahí podemos decir que somos número 1. ¿Y cuál es el secreto? Fiabilidad, y eficacia. Un 3 o 4% menos en consumo en una máquina de 750 HP que trabaja 3 000 o 4 000 horas al año son muchos, muchos litros de diésel. O poder garantizar la continuidad del servicio... es una diferencia decisiva.
De ahí venimos: HJM, en su concepto de cada máquina, desde la mini más pequeña, hasta la pala, retro o dúmper de mayor tamaño. Y HJM, en su compromiso con el servicio.
¿Cómo veis el futuro en los sectores de la construcción y la demolición?
JR: Desde el punto de vista de la maquinaria, seguimos siendo un mercado por explotar. Cuando comparas los indicadores de España (de población de maquinaria, de antigüedad del parque, etc.) las señales evidencian que estamos lejos de los países con los que habitualmente nos comparamos, y de que queda mucho, mucho por hacer. Así que, desde esa perspectiva, vemos el mercado como un diamante en bruto... puede que quizás incluso 'muy' en bruto.
Pero por otro lado, y fuera de este potencial escondido, hay un tema que causa cierta preocupación. Y es que, por encima de estabilidad política, inflación, coste financiero y cualquier otro elemento coyuntural que está ahí –y que, si es cierto que nos afecta, como a todos–, lo que cada vez nos preocupa y condiciona más, tanto a nosotros como a nuestros clientes, es el personal.
Lo vemos en nuestros clientes: vemos inversiones y oportunidades paradas, teniendo todo (capital, mercado, conocimiento...) simplemente porque no se encuentra quien ejecute. Vemos empresas que donde antes se planteaban trabajar a doble turno, ahora se opta por aumentar capacidad productiva por trabajador (con equipos más grandes o de mayores prestaciones) para reducir la dependencia del personal.
Y, sobre todo, vemos que buena parte de ese parque de maquinaria envejecido se ha conseguido mantener medianamente operativo combinando los talentos de operadores senior que poco a poco se van retirando, y de mecánicos 'de casa' para los que no hay relevo.
Cada vez los clientes van interiorizando más que la falta de esos perfiles les hace mucho más vulnerables a la máquina parada. Y que donde antes, su personal propio, con nuestro apoyo, encontraba solución a cualquier problema donde fuera y como fuera, y ahora, con el debilitamiento de esa red (que también incluye a pequeños talleres, autónomos, proveedores de servicios que se quedan sin relevo), la opción más segura y económica pasa por equipo nuevo con soporte postventa dado por el distribuidor.
Esta tendencia va a ir a más, y rápido. Nosotros lo vemos de primera mano: hay zonas, como el Bierzo, de donde venimos, donde la tradición minera, el hecho de que las oportunidades en otros sectores tampoco es que sobren, favorecen el que haya 'cantera' y podamos seguir incorporando técnicos con cierta continuidad. Pero vemos como en otros territorios donde las alternativas son más abundantes, encontrar perfiles adecuados es un reto cada vez más demandante. Afortunadamente, HJM lleva tiempo colaborando con varios centros de Formación Profesional y eso nos ayuda a seguir incorporando savia fresca.
JF: El sector de la demolición claramente tiene que evolucionar hacia la reducción de la eliminación de los residuos producidos y hacia una reintroducción total o casi total de todo el material en la rueda de la economía circular. Está claro que tenemos residuos que no podemos recuperar debido a su naturaleza tóxica o cancerígena (como puede ser el amianto), pero necesitamos valorar todas las alternativas para llegar a un aprovechamiento cercano al 100%. Hoy por hoy tenemos la tecnología y la técnica para segregar al completo los materiales de una instalación industrial entera, no hay ningún problema. Sin embargo, el reto está en encontrar nuevas alternativas de gestión, desarrollar tecnologías novedosas y prácticas y generar nuevos mercados donde aprovechar económicamente los recursos.
En definitiva, los sectores de la construcción y de la demolición se traccionan a través de todo lo que la sociedad impulsa. No podemos hacer oídos sordos a las peticiones sociales en torno a la sostenibilidad y la economía circular, queremos ser agentes tractores e impulsores de un cambio de mentalidad en nuestra manera de trabajar. Llevamos tiempo trabajando en el reciclaje y la separación en origen y cada día crecemos más hacia las demoliciones sostenibles. Te pongo un ejemplo: hace 6 años solo teníamos 1 o 2 personas en el departamento técnico de Lezama. Ahora mismo, en cada obra hay una media de 6 a 8 personas trabajando para, entre otros aspectos, mejorar la calidad medioambiental de nuestras obras. Además, tenemos un soporte enorme por parte del equipo de la oficina técnica, son el motor de toda la innovación que comentamos y que creemos que nos puede poner en una buena posición para seguir creciendo en los próximos años.
¿Cuáles creéis que serán las líneas de innovación en la maquinaria en los próximos años?
JR: Vemos tendencias similares en todos nuestros fabricantes, pero en esto pienso que, por escala, de lo que nosotros vemos, el camino lo marca HJM.
En esto además pienso que tenemos algo diferencial con el resto, Hitachi fabrica las mejores retroexcavadoras de cadenas, pero también fabrica reactores nucleares, trenes bala, o aparatos de aire acondicionado. Y en todos los ámbitos que está, es puntero; o es el mejor, o es, al menos, del top-tres. Aunque las distintas ramas actúan con independencia, hay sinergias muy importantes, sobre todo en temas estratégicos, transversales, y de I+D. Por eso, en muchos temas que a otros le suenan al último grito, HJM ya está de vuelta.
Por citar las dos áreas donde hay una mayor expectativa: en cuanto a alternativas al diésel, se trabaja en dos sentidos: electricidad con batería, e hidrógeno. Y aquí lo vemos claro: hasta 13 toneladas, la electrificación es viable y rentable. De ahí en adelante, el que va a mandar es el hidrógeno.
Ya se vieron cosas interesantes, como la primera excavadora dual hidrógeno - diésel, una modificación de una Hitachi ZX350-LC7 presentada en 2021. Pero hay mucho más por venir. Se está trabajando rápido y de forma transversal en todo el grupo, dado que Hitachi como holding es el único fabricante de maquinaria que puede aspirar a integrar toda la cadena de valor del hidrógeno.
En cuanto a desarrollo del control, se está avanzando tanto en tecnologías autónomas, como en tecnologías en remoto, como Z-Core, que ya está en fase de explotación para máquinas grandes, de minería, y nos permite manejar desde aquí mismo una retro gigante de minería que está excavando mineral de hierro en Australia.
JF: Está claro, la robotización viene para quedarse. Desde que empezamos a ver las primeras máquinas autónomas hasta hoy… vaya cambio, ¿verdad? Ahora buscamos sistemas de trabajo más automatizados, que reduzcan a cero los fallos que pudieran ocasionar los propios equipos o las personas y, sin duda, estamos avanzando a pasos agigantados. Estamos ante otra “revolución industrial”.
Desde Lezama Demoliciones estamos atentos a las innovaciones en maquinaria, ya que es algo que nos afecta directamente, y sabemos que con un proveedor como HJM vamos a estar a la última. Sin duda los combustibles alternativos a los fósiles van a ser el futuro, y también nuevas tecnologías adaptadas a la maquinaria que den mayor productividad, mayor fiabilidad y mayor seguridad: La inteligencia artificial, la robotización, la mayor potencia de los sistemas informáticos de la maquinaria… cada año que pasa el avance es mayor, y la maquinaria es un sector donde la I+D+i es fundamental para no quedarse atrás.
Si internamente estamos apostando por la I+D+i en nuestros procesos y en nuestros servicios, debemos contar con maquinaria y con proveedores de maquinaria, que hagan esa misma apuesta, y sabemos que en HJM es así.