Varios equipos Vögele y Hamm aportan fiabilidad a un circuito de carreras donde se superan los 500 km/h
Las carreras llamadas ‘drag racing’, ‘arrancones’ o ‘piques’ apenas duran unos segundos pero en esos breves instantes todo tiene que estar en perfectas condiciones, tanto los ‘bólidos’ que compiten como el propio asfalto. Cuando los pilotos revolucionan sus motores para iniciar sus duelos de aceleración, no lo fían todo a la tecnología del automóvil. También es fundamental gozar de una óptima tracción sobre la carretera.
Por ello cuando se tomó la decisión de reconstruir la pista de carreras de Gardermoen Raceway, cerca de Oslo, la única pista permanente de ‘drag racing’ que existe en Noruega, el equipo encargado del pavimento, Stage Asfalt, solicitó equipos de tecnología contrastada como los de Vögele y Hamm.
Trabajos de reacondicionamiento de asfalto en Gardermoen Raceway.
El pavimento debe ser extremadamente preciso para no causar inestabilidad en los vehículos, los cuales alcanzan velocidades de hasta más de 500 km/h en apenas unos segundos. Después de recorrer 1 milla (402,34 m) la carrera finaliza y el paracaídas de frenado se activa.
Para lograr el nivel de precisión requerido, la compañía noruega Stange Asphalt decidió emplear la extendedora Super 1900-3i de Vögele con dos sensores especiales para el control de la inclinación y de pendientes. Además, para garantizar una pavimentación continuada y sin interrupciones, se añadió una alimentadora Vögele MT 300-2i.
Y para la compactación del asfalto se empleó en esta ocasión los rodillos DV 70 VO y DV 90 VO de Hamm, equipados con sistemas de vibración y oscilación. Todos ellos equipos de la máxima fiabilidad para lograr la plena satisfacción del cliente.