Entrevista a Carlos Dueñas Abellán, presidente de CITOPIC
Dar visibilidad a la profesión y potenciar el desarrollo profesional de los colegiados son algunos de los grandes objetivos que se ha marcado la Junta de Gobierno del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros Civiles (CITOPIC) desde que el pasado mes de diciembre Carlos Dueñas Abellán se convirtiera en el nuevo presidente de la entidad. En esta entrevista, Dueñas Abellán explica a Interempresas los principales puntos que van a determinar la evolución de CITOPIC y nos ofrece su punto de vista sobre la situación actual en la que se encuentra el sector y los retos a los que tiene que hacer frente ante el nuevo escenario que nos rodea.
Como nuevo presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros Civiles (CITOPIC), ¿está mejorando la situación de estos profesionales en España en los últimos meses? ¿Hay mayor actividad en nuestro país? ¿Se ha detenido la “sangría” de ingenieros que tienen que marcharse a otros países para poder trabajar?
Hay algunos indicadores que nos dicen que la situación empieza a mejorar. Lo vemos, por ejemplo en los visados del Colegio, que han ido aumentando en este año. El momento más duro de la crisis parece haber pasado, pero de ahí a decir que está todo superado, hay una gran diferencia. Yo creo que sí que se van a demandar más ingenieros civiles en España. Al Colegio ya llegan más ofertas de empleo que en años atrás, incluso hay que decir que alguna plaza se ha quedado desierta por pedir perfiles muy específicos, como el de especialista en BIM. En lo que respecta a la sangría de ingenieros a la que usted se refiere, yo diría que va a ser inevitable que sigan habiendo compañeros que busquen una oportunidad fuera de nuestras fronteras. Pero yo soy de los que piensan que el ingeniero tiene que reinventarse y adaptarse a otro tipo de actividades.
Carlos Dueñas Abellán, nuevo presidente de CITOPIC.
¿Disponen de datos para saber cuántos ingenieros españoles han tenido que emigrar en los últimos diez años? ¿Cuáles han sido sus principales destinos?
No tenemos datos exactos de los ingenieros que se han ido. Sí que sabemos que muchos colegiados nos han consultado qué trámites tienen que hacer para salir al extranjero, y algunos nos han contado sus experiencias en jornadas que hemos organizado en el Colegio en torno a la internacionalización. En cuanto a los destinos más elegidos, muchos ingenieros españoles están desarrollando proyectos en Chile, véase la colosal obra del Canal de Panamá; en Colombia, donde se están realizando carreteras en todo el país, en Perú, donde el gobierno está invirtiendo en obras hidráulicas; sabemos que hay colegiados trabajando también en China, Japón, Polonia…
¿Es sencilla su ‘repatriación’? ¿Recuperaremos fácilmente todo este ‘talento’ que ha emigrado durante los últimos años?
De momento hay poca gente que haya vuelto. De hecho aún sigue saliendo gente fuera a trabajar. A nivel personal pienso que es un drama que se esté produciendo esta “fuga de cerebros”, pero teniendo en cuenta que en España la construcción de grandes obras civiles ya no va a alcanzar los niveles de hace años, los procesos de repatriación serán complejos. No es fácil dar marcha atrás una vez que un ingeniero ha optado por irse a trabajar al extranjero o las circunstancias le han conducido a tener que hacerlo.
¿Depende únicamente este regreso de un incremento de la actividad de Obras Públicas en España? ¿También es necesaria una mayor apuesta por la I+D? ¿Quizás también un mayor reconocimiento de la figura del ingeniero?
De momento no ha aumentado (al menos no de manera relevante) la obra pública en España ni las inversiones en I+D+i. Es más un deseo que una realidad. Falta también una apuesta por la inversión en proyectos de investigación. No obstante, eso no quita que el nivel de la Ingeniería Civil española sea muy reconocido, tanto a nivel de empresas como de profesionales. Nuestros ingenieros están muy bien considerados en el exterior. En cualquier caso, hay que diferenciar el que las empresas se tengan que internacionalizar, a que haya que lanzar a los jóvenes al exterior porque aquí no hay posibilidades de encontrar oportunidades en nuestro país.
¿Aprecia que esta crisis ha provocado un menor interés por parte de nuestros jóvenes a la hora de estudiar la carrera de ingeniería civil?
Indudablemente. Ha disminuido el nivel de matriculaciones, no solo en nuestra ingeniería sino en el sector en general y empieza a faltar gente formada en el ámbito de la construcción. Se ha lanzado mensajes negativos en torno a un sector tan necesario como el de la construcción y esto ha generado una baja predisposición a estudiar nuestras carreras. Cuando el sector vuelva a repuntar no vamos a tener ingenieros suficientes ni estarán actualizados los que se han salido del mercado.
Intentando buscar siempre el lado positivo de las cosas… ¿en qué medida ha mejorado la salida de todos estos ingenieros la imagen de la ‘Marca España’ en el exterior?
Como mencionábamos anteriormente, los ingenieros españoles están bien valorados en el exterior, sobre todo porque las grandes constructoras españolas están liderando grandes obras, y nos consta que compañeros que han salido al exterior están en puestos de responsabilidad. Eso, indudablemente, tiene que reforzar la ‘Marca España’. Como anécdota en este sentido, hace unos meses en una jornada en Barcelona en torno a la certificación de profesionales, un representante de la Cámara de ingenieros de una región alemana nos decía que siguen necesitando ingenieros españoles y que no dejásemos pasar la oportunidad. En Alemania (y en otros países) se ha aprovechado años de inversión en formación de jóvenes españoles mientras aquí hemos cuestionado por qué tanta gente estaba estudiando.
“De momento no ha aumentado la obra pública en España ni las inversiones en I+D+i. Es más un deseo que una realidad. Falta también una apuesta por la inversión en proyectos de investigación”
Desde su punto de vista, ¿por dónde puede venir el incremento de la actividad en España en materia de Obra Pública e Ingeniería Civil (carreteras, ferrocarril, puertos, conservación, etc.)?
De momento, en los últimos años, no ha habido incremento de la obra pública. De hecho, en los Presupuestos Generales del Estado del año 2017 se ha destinado 7.540 millones de euros para infraestructuras, frente a los 9.492 del año 2016, siendo los niveles más bajos alcanzados en los últimos diez años. Para que se haga una idea, en los años de fuertes inversiones en infraestructura, se llegó a alcanzar una inversión de 22.097 millones de euros, en el año 2009. Volviendo a los datos de este año, la inversión en ferrocarriles y en carreteras ha sufrido una disminución muy grande, cuestión que ha alarmado a ciertas asociaciones y a nosotros, los colegios profesionales, porque si no se conserva lo que se ha construido, se comete un grave error. Las únicas partidas que han aumentado, respecto al año anterior, ha sido la de aeropuertos, un 13% más, y costas y medio ambiente, un 16%.
Por lo tanto, no podemos apreciar, con estos datos sobre la mesa, por dónde puede venir la recuperación del sector de la construcción o de la Ingeniería Civil. Seopan, que es la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, ha lanzado el pasado mes de julio un comunicado donde dice que España necesita realizar 814 proyectos prioritarios de infraestructuras, que además crearían casi un millón de empleos. Un ejemplo de esos proyectos es el Corredor del Mediterráneo.
Por lo que podemos ver, el sector de la Construcción asiste a una auténtica revolución tecnológica, con conceptos que cobran cada vez mayor presencia como el BIM, IoT, Industria 4.0, Impresión 3D, Nuevos Materiales… ¿En qué medida los están asimilando los ingenieros de obras públicas?
Yo diría que la implementación de la tecnología y la digitalización en el ámbito de la construcción es indudablemente el futuro en torno al que hay que trabajar. Nuestro Colegio está apostando decididamente por ello, pero aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, formamos parte de la Comisión BIM, creada por el Ministerio, y de la Asociación Building Smart.
¿Se están implementado en España de forma adecuada todos estos conceptos a los procesos formativos? ¿Hay países más adelantados que nosotros en este sentido?
Un modelo a seguir para nuestro país es el Reino Unido, que es el espejo en el que nos estamos mirando en la implantación del BIM. Allí, el ser pioneros en el impulso del BIM se ha tomado como una apuesta por liderar el mercado y así posicionan mejor a sus empresas y a sus profesionales. Si bien nuestro país está en ello -se está trabajando desde el Ministerio a través de una Comisión que se ha creado, como antes le comenté-, todavía hay muchas cosas por hacer.
"La implementación de la tecnología y la digitalización en el ámbito de la construcción es indudablemente el futuro en torno al que hay que trabajar. Nuestro Colegio está apostando decididamente por ello, pero aún queda mucho por hacer"
¿Serán muy diferentes las infraestructuras del futuro respecto a las actuales? ¿Qué objetivo prioritario se buscará en ellas: eficiencia energética, optimización de costes, seguridad, diseño…?
Es de prever que las infraestructuras del futuro se encaminen por la búsqueda del ahorro energético así como la utilización de energías renovables, todo ello conjugado con una mayor demanda de consumo (transportes, agua, electricidad…). Ya empezamos a ver experiencias interesantes en este sentido: carreteras que son capaces de generar energía y sobre las que rueda un coche eléctrico; transportes a velocidades inimaginables como el Hyperloop, que logra reducir las pérdidas por fricción y aerodinámicas de forma novedosa; aviones impulsados por energía solar… Sin duda, las nuevas tecnologías nacerán de la investigación científica, y para poner un ejemplo concreto, prestemos atención a la ciencia de la biología que será la que más logros consiga, con aplicaciones a la depuración, eliminación de vertidos (gaseosos y líquidos) y conservación del medio ambiente.
Centrándonos más en CITOPIC, ¿qué nuevas ideas ha querido implementar en el Colegio desde su designación como presidente el pasado mes de diciembre?
Modernizar el Colegio, ampliar los servicios colegiales, dar visibilidad a la profesión, potenciar el desarrollo profesional de los colegiados... han sido los grandes objetivos de la Junta de Gobierno del CITOPIC de la que yo formo parte. Somos un equipo de hombres y mujeres que pensamos que es importante revitalizar las instituciones con algunas personas que no habían estado nunca en ninguna Junta Directiva del Colegio y que aportan frescura y nuevas ideas y otros miembros que son veteranos y aportan su experiencia en la gestión colegial. Es decir, en nuestra Junta combinamos la experiencia de unos y la juventud de otros. Además, la presencia de las mujeres es importante (la Junta es paritaria) y la participación de las distintas zonas geográficas también. Somos un Colegio único pero queremos seguir potenciando el trabajo colegial que se realiza desde las distintas zonas colegiales.
¿Y cuáles son las principales medidas que han tomado en estos meses de trabajo?
Una de las primeras iniciativas que la nueva Junta de Gobierno ha puesto en marcha ha sido la colegiación on-line. Eso facilita muchísimo la gestión administrativa. También hemos dado un impulso a la formación continua. Valoramos positivamente lo realizado hasta ahora, pero pensamos que hay que ampliar la oferta en másteres y cursos especializados en materias como el BIM, las peritaciones judiciales, etc. Hemos firmado convenios (y ampliado los existentes) con entidades especializadas en formación. Además, en las distintas zonas colegiales se están impartiendo muchos cursos presenciales. Y, desde el Consejo, tenemos que promover la formación on-line de calidad, a la que puedan acceder todos los colegiados de España. Tenemos mucho trabajo por delante, pero algunas de nuestras ideas expresadas en nuestro programa, las estamos haciendo realidad. También hemos vuelto al Instituto de Graduados e Ingenieros Técnicos de España (INGITE). Creemos que la unión de toda la ingeniería hace la fuerza.
Por último, ¿cómo animaría a los ingenieros que aún no son miembros de CITOPIC para entrar en el Colegio?
En primer lugar es mi deber recordar que la colegiación en España es obligatoria y que todo ingeniero técnico de obras públicas e ingeniero civil que ejerza la profesión debería estar colegiado, como ocurre con muchas otras profesiones reguladas. ¿Pondría usted su vida o la de un familiar en manos de un médico que no estuviera colegiado?
El estar colegiado te hace estar conectado con tu profesión: puedes hacer los mejores cursos de formación al precio más competitivo, participar de encuentros con otros compañeros, tener un asesoramiento profesional y jurídico muy completos incluidos en la cuota… Además, los estudiantes de últimos años de carrera (pre-colegiados) y los que no están trabajando en este momento no pagan cuota. Y los colegiados no ejercientes pagan una cuota reducida. Es decir, yo solo veo ventajas. Además, creo que es muy importante sentirte que formas parte de un colectivo, que defiende tus intereses y al mismo tiempo ofrece un servicio que da garantías a la sociedad.