La conservación de carreteras cuesta un 70% menos que levantar la infraestructura desde cero
10 de mayo de 2013
Y es que la rehabilitación total o parcial de las infraestructuras viarias españolas en base a la medida de su comportamiento puede ser la única forma de garantizar que se mantengan en pie a medio y largo plazo, sobre todo, si hay que ajustar la inversión en conservación preventiva, la más importante de todas. Según datos del RACC y de la Asociación Española de la Carretera (AEC), el gasto en la Red de Carreteras del Estado ha descendido de 1.257 millones en 2012 a 818 en 2013 por lo que se hace imprescindible que ahora más que nunca se optimice la inversión.
Como cifra global, los 500 millones de euros anuales que se dejan de invertir en conservación preventiva se transformarán, en apenas diez años, en un desembolso de 2.500 millones de euros que se multiplicará hasta los 12.500 millones en el plazo de 25 años. Y es que cada euro que se deja de invertir en conservación preventiva supone al menos cinco euros de inversión futura, un coste que aumenta exponencialmente con el paso de los años.
Con todo, Euroconsult destaca que la inversión en conservación tampoco tiene que ser indiscriminada, sino que debe analizarse en dónde, cuándo y cómo invertir para optimizar al máximo los recursos públicos empleados. Y, sobre todo, debe dirigir sus esfuerzos a la conservación preventiva, como por ejemplo al refuerzo de los pavimentos, repintado de las marcas viales y mejora de la señalización vertical.
Además de los beneficios inmediatos, la conservación alarga la vida útil de la infraestructura entre 20 y 30 años, por lo que no sólo se evita un mayor desembolso en su reconstrucción, sino que al mismo tiempo se amortiza la inversión inicial. El director técnico de Euroconsult, Fernando Sánchez, explica que “si se conserva de manera programada una carretera, a los veinte años puede mantenerse intacta, como recién construida”.