El mercado industrial se mueve
"Esperanza y realidad"
En contrapartida esta etapa dio lugar a un alza en los precios de los productos inmobiliarios hasta el punto que casi hizo imposible cualquier inversión, sobre todo a Pymes y empresas productivas con bajos márgenes de beneficio. Ello explica el importante número de empresas del sector del transporte y la distribución que surgieron. Las empresas de Logística se empezaron a instalar en zonas de singular estrategia, dando lugar a la creación de parques logísticos importantísimos que hasta la fecha no existían.
Una vez superada esta etapa, se produjo de nuevo una recesión; si bien no se puede hablar de crisis del sector, el incremento de los precios provocó una caída de la demanda que, sumada a la falta de oferta, significa un estancamiento en el desarrollo industrial, una situación que perdura desde los últimos tres años.
Sin embargo, se abre una nueva fase de esperanza desde el momento en que se perciben iniciativas tanto públicas como privadas, que se deciden a invertir en nuevos espacios y presentan Planes de Desarrollo Industrial. El agotamiento del suelo en las cercanías a las grandes urbes, el precio del mismo y, en consecuencia, la imposibilidad de inversión en esas zonas, ha provocado la apertura de nuevas zonas industriales. Además, el precio del suelo de esas zonas más lejanas, más económico, también ha comportado la creación de nuevos ejes viarios e infraestructuras que suponen el auge y las ganas de invertir en nuevos proyectos empresariales.
Por tanto, si hasta hace poco tiempo la creación de nuevos polígonos industriales era imposible por la falta de suelo, en estos momentos las empresas ven con otros ojos su instalación en poblaciones más lejanas, pero igual o más rentables. Los Ayuntamientos son los primeros que necesitan y desean que dichas empresas se instalen, dando facilidades para ello, y agilizando los procesos urbanísticos, y administrativos, a fin y efecto de disminuir la tasa de paro, e incrementar sus ingresos vía impuestos.