La demanda del mercado industrial catalán: escasa y exigente
12 de noviembre de 2009
A día de hoy, el 70% de la demanda industrial está solicitando naves industriales no superiores a los 750 metros cuadrados de superficie mientras que del 30% restante, un 25% solicita inmuebles de entre los 750 y los 2.000 metros cuadrados y tan sólo un 5% alcanza superficies superiores a los 2.000 metros cuadrados. Bien sea una demanda motivada por una necesidad real de cambio de inmueble, o bien por la necesidad de una reducción de los costes, ésta no llega a superar los 750 metros cuadrados de media.
Es evidente que, ante la difícil situación económica actual, el demandante está adquiriendo un rol cada vez más exigente a la hora de adquirir nuevas ubicaciones. Aspectos como una buena conservación del inmueble o unas instalaciones de calidad representan puntos clave en la toma de decisión, tanto en operaciones de compraventa como de alquiler, con el claro objetivo de minimizar la inversión a realizar en él. Pero es la ubicación la que representa uno de los aspectos más relevantes de las tendencias actuales de la demanda. El descenso de los precios, sumado a la sobreoferta cada vez más evidente, está animando a las empresas a fijarse en ubicaciones mucho más atractivas, en zonas industriales consolidadas dentro de una primera corona y con buenos accesos a las principales vías de comunicación. Y por supuesto, todo ello a un precio atractivo.
Durante el primer semestre de 2009 Forcadell ha detectado una disminución constante y progresiva de la demanda industrial. Una tendencia que ya inició su camino en el último trimestre de 2008, pero que ha sido en esta primera parte del año que ha registrado las cotas más bajas de los últimos años.
En el caso de demanda de compra, se ha registrado una reducción del 70% respecto a las cifras registradas al cierre del primer semestre de 2008, mientras que el mercado de alquiler no ha llegado a registrar más del 40% de descenso interanual. Aspectos como la caída del consumo y, en ocasiones, la excesiva rigidez de las entidades financieras podrían situarse como las causas principales de tales descensos.
En el caso de la demanda de alquiler existe, eso sí, un interés en operaciones con opción de compra sobre el inmueble, buscando acuerdos a largo plazo para garantizar una rentas cómodas y asequibles durante los próximos años.
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Perspectivas de futuro
El panorama actual sigue siendo muy complejo. A pesar de que en los primeros meses del segundo semestre del año la demanda parece haberse reactivado, aunque tímidamente, ésta continúa mostrándose muy débil e inestable y, por el momento, con pocas garantías de haber recuperado la normalidad.
A pesar de que la situación sigue siendo preocupante, las tímidas reacciones observadas en este último tramo del año, junto con la esperada colaboración por parte de las entidades financieras, con la reactivación del crédito fundamentalmente hacia las pymes, podrían ayudar a superar la crisis de confianza y alcanzar cierta normalidad de cara al segundo semestre de 2010.