Entrevista a Miquel Bonilla, director del Institut Català del Sòl
En los sectores industriales se habla de la tendencia hacia la concentración en un mismo polígono de empresas de actividades similares, algo así como polígonos industriales ‘temáticos’. ¿Le parece una idea más bien utópica?, en fin, cuando se plantea la urbanización de un espacio para uso industrial ¿se lleva a cabo una planificación del tipo de empresas que se ubicarán?
¿Cómo lo hacen ustedes?
Se trata de que tengamos suelo suficiente para que las empresas puedan posicionarse al objetivo de desarrollar su actividad industrial; que no haya empresas que por razones de oportunidad de ubicación no puedan instalarse porque no tengan dónde hacerlo. Ese es el gran reto que tiene el gobierno autonómico, y creo que lo está consiguiendo a través del plan del suelo, que prevé desarrollar 3.500 hectáreas de terreno industrial.
¿Llevan acabo actuaciones de reequilibrio territorial para que todas las poblaciones tengan expectativas de crecimiento?
Las industrias ubicadas en los polígonos industriales se quejan del deterioro y la degradación de muchas de estas zonas, además del incumplimiento, por parte de algunos ayuntamientos, de la prestación de servicios municipales tales como la iluminación, la seguridad y hasta de recogida de basura. ¿Cómo se pueden evitar estas situaciones?
Cabe señalar que los polígonos industriales requieren unas atenciones específicas que son diferentes de las atenciones que requiere la actuación municipal en los ámbitos urbano y residencial, aunque hay elementos comunes. En la actualidad, lo que se está haciendo es tratar de determinar un modelo de gestión con el que, partiendo de la posición del promotor, generar unos criterios de actuación sobre el mantenimiento y la prestación de servicios que la puesta en marcha de la actividad del polígono requiere. Se trataría de un compromiso semiobligatorio entre los empresarios que producen y desarrollan su actividad y el ayuntamiento. Pero es una línea en la que estamos trabajando a título de prueba, el modelo en sí, verdaderamente, aún está por definir. Lo que está claro es que el punto de vista es el de elevar la calidad del mantenimiento y conservación de los servicios que se prestan, nunca desde la perspectiva de incrementar costes.
Una óptima gestión del suelo pasa por corregir la tendencia hacia la dispersión que ha caracterizado el suelo industrial. ¿Están ustedes trabajando en proyectos plurimunicipales?
En estos momentos estamos llevando a cabo varias actuaciones sobre el territorio aplicando estos criterios en comarcas de actuación preferente, que cuentan con la participación de varios municipios.
¿Cuál es en la actualidad el ritmo de comercialización del terreno industrial, en fin, hay mucho suelo esperando comprador?
Es evidente que han de llevarse a cabo actuaciones concretas para ‘navegar’ durante el periodo de crisis y ser capaces de que el ciclo impacte de la manera menor posible sobe el conjunto de la actividad, pero es importante ver cómo nos posicionamos cuando el ciclo cambie de tendencia. La crisis tendrá la dureza que tenga, y nadie se atreve a hacer un pronóstico sobre la fecha en que se producirá la inflexión, pero lo que está claro es que de la crisis saldaremos y cuando llegue el relanzamiento de la actividad económica del país existirá un requerimiento de nuevo suelo para instalar nuevas empresas o ampliar las ya existentes y hemos de ser capaces de tener el suelo preparado.
La nuestra es una actividad orientada al largo plazo y no debemos pararla; a pesar de la crisis continuamos con el programa de suelo que teníamos previsto. Es cierto que desde el punto de vista de su realización demos atemperar, en algún caso, el ritmo que nos marca el ciclo económico, pero nuestro gran reto es tener el suelo necesario para las demandas empresariales que se produzcan cuando el ciclo comience a invertirse.
Ahora que el objetivo de los países occidentales es ‘quedarnos’ con la ‘partida’ de innovación y con los trabajadores de ‘cuello blanco’, ¿cómo se traduce ese cambio de paradigma en el polígono industrial de toda la vida?, ¿se producirá un deslizamiento masivo hacia el parque tecnológico?
En cualquier caso, la competitividad no podemos relacionarla solamente con la mano de obra; la competitividad tiene que ver con las inversiones en I+D, con los procesos organizativos, con la capacidad de gestión, con la capacidad financiera, etc. Si fuera un problema de mano de obra, en Alemania no habría ni una fábrica de producción…