El futuro pasa por una planificación global multimunicipal
Entre los procesos urbanísticos que se han producido a lo largo de la historia y que han sido determinantes para algunas industrias destaca el caso de la Ciudad Condal. A diferencia de las llamadas 'colonias', que emergían junto a ríos y playas, allá por lo años 50, y dada la configuración ‘a cuadrículas’, del territorio urbano barcelonés, importantes fábricas como Bayer, Damm, Nutrexpa o Mirurgia ocupaban manzanas enteras que hoy se han convertido en oficinas a causa de la presión urbanística del entorno. La expansión de la zona residencial acorraló a las industrias; por un lado, a los ciudadanos les resultaba molesto tener una fábrica cerca de su vivienda y, por otro, los solares fueron recalificados como residenciales dotándolos de un nuevo valor. A esto vino a añadirse la creación de planes urbanísticos que limitaban la expansión de estos complejos fabriles, pero una industria es algo vivo y no puede permanecer inmutable, así que la urbe decidió por ellos y les obligó a cambiar de ubicación.
Planificación, el quid de la cuestión
Hasta ahora, los polígonos industriales se crean sin llevar a cabo una planificación previa del tipo de industria que se instalará. Su nacimiento se viene produciendo más o menos así: una empresa importante busca un lugar para ubicarse y este hecho genera el alumbramiento de un polígono, o bien, el ayuntamiento prevé una zona industrial -tras la recalificación del terreno-, la urbaniza y crea una serie de parcelas, con lo cual el tipo de empresas puede ser absolutamente heterogéneo.
Hoy se pretende planificar mejor y en función del municipio, del espacio, etc., limitar o condicionar el tipo de industria. Si una empresa de industria pesada busca dónde ubicarse se le buscará un sitio más alejados o más idóneo, por comunicación, para este tipo de industria. Si se trata de una empresa tecnológica se puede ubicar más cerca un núcleo urbano porque su actividad no resulta agresiva. Una planificación global es imprescindible para lograr estos objetivos y la tendencia se dirige a propiciar que las empresas de la misma tipología estén más cercanas unas de otras. Otro elemento a destacar en cuanto a líneas de trabajo futuras es la concentración o densificación del espacio dentro de los polígonos, a acortar las distancias entre empresas.
Problemática común
La vigilancia es otro de los problemas de muchos polígonos, “cuyas empresas -explica Aced- se ven obligadas a hacer el doble desembolso que supone pagar los correspondientes impuestos más un servicio de vigilancia privado.”
Además de otros servicios que deben prestar los municipios como el alumbrado público, la recogida de basuras o el mantenimiento de la vialidad que como comenta nuestro interlocutor, “es en teoría obligación de los ayuntamientos pero que, en la práctica, no lleva a cabo”.
Primero fue el polígono industrial, que se centra en la economía productiva, en la fabricación de bienes. Más tarde apareció el llamado parque industrial, que concentra tecnología punta y para el que se buscó esta nueva denominación con la finalidad de intentar diferenciarlo de la industria tradicional. En los últimos años han proliferado los parques tecnológicos, que combinan un área dedicada a la investigación y otra dedicada a la producción. Por último, encontramos el concepto de cluster, que basa su razón de ser en la cooperación entre empresas y universidad con el objetivo de innovar; una universidad y toda una serie de empresas de sectores similares que se encuentran en un radio determinado y estén dispuestas a innovar en investigación de modo que lo que se esté investigando para una sea aplicable y aprovechable para otras.
El entorno sí cuenta…
En la actualidad esta visión arquitectónica está cambiando debido en parte al crecimiento masivo de las áreas industriales que se han desarrollado en los últimos años, crecimiento en muchos casos sin cuidado de la planificación y de la estética del conjunto industrial. Además surge por parte de los empresarios la necesidad de crear espacios agradables para sus trabajadores, respetuosos y sostenibles con el medio ambiente, integrados en el entorno que los rodea.
Esta evolución también se ha dado en los elementos condicionantes para la selección de lugares industriales. Si históricamente se han escogido ubicaciones para las plantas industriales según factores exclusivamente económicos y técnicos, como terreno favorable, fuentes de energía, transporte, mano de obra, magnitud de los mercados o áreas de servicio, impuestos y aranceles, y disponibilidad de los servicios públicos, hoy dicha selección incluye consideraciones en cuanto al ambiente natural y social, y la aceptación de las comunidades que pueden ser afectadas. La meta de crecimiento industrial ya no es suficiente como la única justificación de la construcción de una fábrica en un lugar dado. Lograr la implantación de una industria teniendo en cuenta estas consideraciones ambientales y de integración en su entorno, con mayor independencia de la repercusión en el coste del producto fabricado es hoy posible.
El polígono del siglo XXI está en camino
“Lo que sí es cierto -reflexiona Aced- es que se ha producido una evolución tecnológica que ha permitido reducir, y en muchos casos eliminar, el esfuerzo físico, y hoy se tiende a organizar ‘cadenas de fábrica’, a imagen y semejanza de las cadenas de montaje, como ha hecho la automoción, dedicadas a montar y acoplar piezas que toda una serie de industrias auxiliares le preparan”.
En cualquier caso no se esperan cambios espectaculares en la concepción del polígono industrial. Además, la modernización o es rentable, o no es. Y como nos cuenta Gustavo Cardozo, vicepresidente primero de ProLogis, “en España, el precio del suelo debería abaratarse sustancialmente para compensar el sobrecoste que supone construir un parque moderno, como el ProLogis Park Chanteoloup”. Este parque logístico, situado en la localidad francesa de Moissy-Crameyel, próxima a París, “es el más moderno y singular que se haya hecho -explica Cardozo-, por lo menos en Europa. Su alto diseño ecológico y paisajístico, los servicios que ofrece al usuario, la gran cantidad de técnicas innovadoras que han utilizado en su diseño y construcción y la calidad de sus edificios ha hecho que haya sido merecedor de infinidad de premios, tanto a nivel local como europeo, y del reconocimiento general del sector; me gustaría que todos los parques logísticos que se hagan en un futuro siguieran el mismo patrón con el que diseñamos el ProLogis Park Chanteloup, pero en España, el precio del suelo, en estos momentos, hace descartable esa posibilidad”.
El futuro nos traerá polígonos de alto valor añadido, con arquitecturas funcionales, singulares y modélicas en consumo de recursos, en calidad paisajística y con servicios que irán desde gestión de depuradoras hasta guarderías, mutuas médicas, áreas recreativas, instalaciones deportivas o centros sociales. Hoy ya existen, aunque sean minoría, pero es el modelo que viene empujando con fuerza y el que ha de acabar imponiéndose.
Naves y oficinas; fusión conceptual
Por otra parte, en muchas comunidades autónomas se está trabajando desde las administraciones para establecer una guía de buenas prácticas de paisajismo en polígonos industriales, con el objetivo de definir unos criterios y pautas útiles para todos los promotores en los procesos de proyección y construcción de parques industriales.
Un ejemplo de innovación en parques industriales lo encontramos en Girona. El Sant Gregori Parc Industrial está ubicado dentro de un recinto privado, en régimen de comunidad de propietarios, con servicios comunes (iluminación exterior, mantenimiento de calles, 250 plazas de parking).
En materia de seguridad, el parque está cerrado noches y festivos, las entradas y salidas fuera del horario laboral se realizan con tarjetas de acceso identificadas y dispone de cámaras de videovigilancia en todo el polígono.
Clusterización: cooperar y compartir
Pero las empresas deberán hacer una apuesta por esta filosofía económica como respuesta al contexto socioeconómico actual. La clusterización constituye una herramienta frente a la globalización y el nuevo escenario sin fronteras, invisible y ciberconectado, una receta basada en alianzas competitivas, con nuevas comunidades que comparten y cooperan en una constelación de cadenas de valor.
Algunas de las consideraciones de los profesores Cruz López y del Caño Gachí de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de La Coruña, sobre las tendencias en la construcción de naves y polígonos industriales se detallan a continuación:
- Modulaciones estructurales útiles para cualquier proceso: flexibilidad máxima para el uso de las construcciones, a la vista de los cada vez más reducidos ciclos de vida del producto a fabricar.
- Evitar una rigidez excesiva (en general en la concepción de la planta y, en particular, en lo estructural o en las instalaciones, entre otros aspectos) propiciada por una adaptación simplista de las necesidades funcionales del proceso junto con un criterio de mínima inversión.
- Recuperación de construcciones industriales de valor histórico.
- A largo o muy largo plazo la influencia de la creciente saturación urbana sobre las soluciones para los complejos industriales podrían llevar a posibles localizaciones en islas artificiales, en el caso de poblaciones en zonas costeras, en configuraciones similares a la concebida para el aeropuerto de Kansai (Japón), o bien a edificios industriales en altura (cosa que ya existe, para industria ligera y para almacenamiento) o, incluso, gran altura (rascacielos).
- Incremento de la habitabilidad, confort, aislamiento térmico y acústico y seguridad de las construcciones industriales.
- Recuperación de enclaves y polígonos industriales y su adecuación a los estándares actuales urbanísticos y de respeto al medio ambiente.
- Proliferación de centros de transporte, minipolígonos y parques industriales, tecnológicos, de negocios y mixtos, con cada vez menor saturación del suelo (menos superficie ocupada) y más cantidad de zonas verdes y otras zonas comunes.
- Cada vez mayor cantidad de servicios en las zonas industriales.
- La importancia de la estética aumentará en el ámbito industrial como consecuencia de la necesidad de la empresa de tener una adecuada imagen.