Hábitos que incrementan la producción en la mina

MiningiDEAS ofrece un caso de estudio para el aumento de la producción en una mina en Chile.

Minera Escondida Limitada, una mina perteneciente al gigante minero BHP y la más grande productora de cobre del mundo por si sola, tenía en los años 2000 un lema escueto pero potente: 'Bien a la primera'. Esta modesta oración, tan corta e inasible, invita a pensar e imaginar un sinnúmero de escenarios donde nuestro accionar debiese ser ejecutado limpia y perfectamente en el primer intento. Como mineros tendríamos que obrar 'bien a la primera' en nuestros diseños mineros, en nuestros circuitos de carguío y transporte, en nuestras voladuras, en nuestra voluntad por cuidar nuestra propia vida y la de nuestros compañeros, en nuestras intervenciones del medio ambiente y en un largo etcétera que involucra cada uno de los procesos unitarios que dan forma a nuestra maravillosa industria. Deberíamos no equivocarnos, no por el deseo de presumir, sino porque toda actividad realizada dos veces implica un costo que merma nuestro beneficio.

Frente a este lema nace una pregunta ingenua, pero sincera ¿Cuántas veces me tengo que equivocar para hacer algo bien a la primera? La respuesta no es fácil de responder ni mucho menos de materializar.

La experiencia observando productores a nivel mundial, nos permite concluir en MiningiDEAS, que la diferencia radica en los hábitos sobre los cuales las organizaciones se construyen. La repetición de un acto que intrínsicamente tiene impronta de generar valor, con el paso de los años se convierte en una actividad virtuosa que no requiere esfuerzo, fluyendo de manera natural.

Los hábitos generan la práctica constante de un quehacer, distribuyen las fuerzas de un grupo humano y el modo en que estos emplean sus recursos, habilitando un mejor desempeño y una satisfacción en la ejecución de la labor. Los meses, los años, simplemente la experiencia acumulada hará que hagamos las cosas 'bien a la primera'.

La gestión de operaciones mineras que nos gusta implementar a través de nuestras consultorías es una alineación de hábitos bien escogidos, los cuales no solo estamos seguros de que sirven, sino que hemos visto los resultados de su implementación en varias minas en otras partes del mundo.

Junto con los buenos hábitos operacionales, existen los malos. Estos son profundamente engañosos en nuestra industria, porque generalmente nos hacen creer que nuestro esfuerzo y compromiso es elevado pero no producen resultados deseados. Por mucho que mi flota de equipos tenga altísimos índices de utilización efectiva, no necesariamente generaré EBTIDA al final del periodo. Desaprender un mal hábito para aprender uno bueno es seguramente la tara más ardua que debemos enfrentar.

Luego de estudiar correctamente el estado actual de las mineras en las que trabajamos, es primordial la identificación de los óptimos locales que llevan a los supervisores a comportarse como un silo. Los buenos hábitos que la gestión de operaciones debe alinear siempre tendrán una recompensa global, pero también una local. La empresa debe incrementar su EBTIDA un porcentaje atractivo para los inversionistas, pero también el sistema de bonificación por productividad de los operadores debe crecer a la par, para la generación del 'engagement' organizacional.

El objetivo de la consultoría solicitada a MiningiDEAS era apoyar la gestión de operaciones del Gerente de Minas. Para ello se definieron las siguientes etapas:

• Análisis de datos con información proveniente del sistema de Gestión de Flotas: Se realiza un estudio de las producciones históricas y se definen las brechas entre las tendencias de producción hechas en el pasado con las actuales.
• Determinación de las variables a controlar en cada uno de los grupos mineros: Una vez establecidos los KPIs más importantes, se definieron los métodos para realizar un monitoreo estable y confiable.
• Establecimiento de Diálogos de Desempeño: Con el objetivo de informar a los supervisores las tendencias de producción y comprometerlos a mejorar las condiciones de terreno, estos fueron invitados a una reunión de análisis de gestión cada semana, preparada por nuestro equipo técnico de MiningiDEAS. En esta instancia se destacaban todos los indicadores que mejoraban, se recordaban las metas de producción y se estandarizaban prácticas operacionales.

El primer objetivo definido por la gerencia fue aumentar el nivel de producción de mineral enviado a planta. Esta decisión fue tomada en conjunto con la gerencia de plantas, la cual explicó de manera explícita los tiempos en que la planta operaría a toda capacidad, horarios en que disminuiría la velocidad de las correas y los niveles de stock antes de chancado y molienda. Hubo sinceridad en la información de mantenciones no planificadas, las cuales informadas adecuadamente permitían a la mina redistribuir sus flotas para limpieza de taludes, remanejo de stock, mejora de rampas, entre otras. La repetición de estos hábitos con foco en el óptimo global generaba beneficios locales.

A medida que los jefes de turno y jefes de operaciones eran conscientes de las mediaciones de producción, estos fueron implementando técnicas y actividades recomendadas por MiningiDEAS, mejorando cada una de las horas del turno, especialmente al inicio, en tiempo de colación y en el final del turno.

Estos hábitos se repetían incesantemente todas las semanas en los diálogos de desempeño. Como resultado a este y otros análisis, los que incluyeron la reducción de tiempos de demoras, tiempos de reservas, tiempos de mantención, etc., la producción global de la mina subió aproximadamente un 12.5%, respecto al año previo. Los mitos urbanos que dicen que un hábito se hace hábito luego de repetirlo un cierto número de veces no son ciertos. Un hábito se hace hábito si ocurre disparador que provoque la acción y posteriormente una recompensa por haberla hecho.

Ejecutar algo de modo impecable requiere de un entrenamiento inconmensurable que muchas veces está oculto detrás de la belleza de la labor bien realizada. No nos detenemos a pensar cuando las cosas salen bien y nos acostumbramos cuando algo funciona. En cambio, cuando algo está mal, cuando una puerta está mal diseñada y no abre correctamente inmediatamente detectamos lo mal que fue fabricada.