Deutz presenta su nuevo banco de pruebas en Madrid
Deutz ha inaugurado en su Service Center de Madrid su nuevo banco de rodaje y pruebas de motores. Un proyecto en el que la compañía ha estado trabajando los últimos cinco años concebido para ofrecer la máxima garantía y seguridad a sus clientes.
Concebido como una solución fácilmente transportable, la instalación está formada por dos módulos. Por un lado, el banco de rodaje de motores ha sido construido en el interior de un contenedor de 20 pies, forrado con panel acústico para su correcto aislamiento sonoro durante las pruebas. En una sala anexa y visualmente conectado al banco de pruebas a través de una ventana, hay una sala de control que actúa también como espacio de formación para la firma.
“Lo que buscamos con este banco de pruebas es reparar los motores con una garantía absoluta”, explica José Manuel Romero, responsable de Deutz Service Center Madrid. “Cuando reparamos o reconstruimos un motor, tenemos que estar completamente seguros de que no va a haber ningún problema de carga o fugas que exigen la paralización de la obra”.
El banco de pruebas fue desarrollado colaboración con IGM, Ingeniería Mecánica Aplicada, que dio soporte en la parte de ingeniería. La idea de este proyecto surgió como una forma de añadir un “plus” de garantía y seguridad a los clientes por parte de Deutz Spain. Fraguado a lo largo de seis años desde su concepción inicial y con la pausa obligada en su desarrollo por la irrupción del covid, el proyecto ha visto finalmente la luz en las instalaciones de Deutz en Madrid.
“Nos decidimos por un sistema portátil porque nos permite llevarnos la instalación donde queramos en cualquier momento”, explica Romero. “Si por una circunstancia especial, tuviéramos la necesidad de hacer la prueba en un lugar determinado, estos dos módulos se separan y se transportan en un camión”.
Uno de los aspectos en los que desde Deutz han puesto el foco en el desarrollo de este banco de pruebas para motores es en el de la seguridad. “No puede haber riesgo para las personas al realizar una prueba de este tipo”, advierte José Manuel Romero. “Tenemos piezas en movimiento a altas temperaturas y teníamos que encontrar una solución efectiva y viable en coste para el cliente”.
La reducción de ruido era una de las prioridades en su desarrollo. Era necesario rebajar el impacto sonoro hasta los 65 decibelios para que, se trabaje con el motor que se trabaje, no existan problemas de contaminación acústica en los alrededores.
Las pruebas se llevan a cabo sin necesidad de estar cerca del motor, controlando todos los parámetros. El diseño del contenedor permite mantener las condiciones ambientales estables para que no afectan a los resultados. Además, permite simular la carga a la que trabaja el motor y comprobar los distintos resultados y determinar si sus consumos o los parámetros son los recomendables para esa situación específica, permitiendo optimizar su configuración.
Mayor transparencia
Desde la compañía destacan la importancia de la transparencia que aporta este desarrollo en su relación con los clientes. La sala anexa permite asistir en directo a las pruebas realizadas a los motores: “Como fabricantes no tenemos nada que esconder y esto se lo intentamos transmitir a los clientes. Tenemos una imagen de marca y no nos podemos permitir que un motor falle”.
El diseño del banco de pruebas de Deutz, con un doble módulo conectado, permite usar la sala anexa para llevar a cabo tareas de formación técnica: “Los técnicos tienen que estar muy bien formados para poder utilizar todas las herramientas”.
Una formación que está concebida tanto para personal interno como para clientes. Marcos Baz Arribas, técnico del Departamento de Postventa de Deutz Spain y unos de los responsables del proyecto, explica que “necesitamos técnicos suficientemente capacitados para que puedan conectarse al motor, saber diagnosticar la avería… Esta herramienta nos permite poner a trabajar al motor a diferentes cargas y ver cómo funcionan los distintos tratamientos de gases de escape, el filtro de partículas… Una avería puede estar relacionada con otros sensores. Leyendo los valores con nuestra herramienta podemos detectarlo mejor. Con este banco de pruebas, los asistentes al curso pueden hacer pruebas y ver y analizar cómo funciona todo”.
Un test estándar de un motor suele tener una duración de entre una y dos horas. Pero en ocasiones, el cliente puede solicitar determinados protocolos y la herramienta se adapta a su petición. La versatilidad del banco de pruebas permite llevar a cabo pruebas con un motores que no ha sido reparado por Deutz. “Volvemos al principio que comentaba antes, -explica José Manuel Romero-. El motor que sale de aquí es un motor Deutz con una calidad perfecta, y esa la imagen que va a dar en el mercado. Estamos trabajando con motores de trenes de pasajeros que después de la reparación están dando 15.000 horas. Y se vuelven a reparar, entrando en el tercer ciclo de vida. No te puedes permitir que estos motores fallen, estamos hablando de sectores muy críticos”.
Un banco de pruebas versátil
El banco de pruebas acepta todo tipo de motorizaciones. Su diseño versátil permite que las bancadas acepten todo tipo de motores, tanto Deutz como de otras marcas. “Aspiramos no solo a ser un fabricante de motores de referencia, sino a ser los mayores expertos en reparación de motores”, añade en este sentido el responsable de Deutz Service Madrid. “Cuando hablamos de motores, nosotros podemos darte una solución. Es un banco de rodaje de motores, sea al motor que sea. Si tuviésemos una demanda de rodar motores de gas, podríamos adaptarlo sin ningún problema.
Buena prueba de la versatilidad de este campo la dan los motores con los que se encontraba trabajando el banco de pruebas en el momento de la visita para elaborar este reportaje; unos motores Perkins de Metro de Madrid de 1974.
El objetivo de Deutz con este banco es el de dar servicio a un motor diario. A pesar de que cada prueba exige adaptar y preparar el circuito y las bancadas, su diseño permite que este proceso se lleve a cabo con rapidez. “Hemos adaptado los mismos soportes para los bancos de volteo, que es donde desmontamos y montamos los motores. Según sale el volteador pasa a la bancada y entra directamente en el banco de pruebas. En dos o tres horas tenemos el motor listo para el rodaje”, explica Marcos Baz.
Hasta ahora, los bancos de pruebas se encontraban o bien en los departamentos de ingeniería de grandes empresas o bien en la fábrica de empresas como la propia Deutz, que pueden afrontar estas inversiones. Desde su experiencia de 25 años en el sector, José Manuel Romero explica que “a nivel servicio, que es nuestro caso, los bancos que existían eran bastante antiguos, en los que se utilizaba frenos de agua que hacían que las cargas que simulabas no fueran del todo fueles, porque eran muy difíciles de controlar, al tiempo que había unas inercias muy altas. Además, los niveles de seguridad y sonoridad eran bastante deficientes, y para el servicio que nosotros queremos dar resulta inviable trabajar así. Que las empresas de servicio tenga un banco de prueba, con unas características de prueba muy precisas y con todo tipo de motores, exige mucho trabajo detrás para llevarlo a cabo”.
Desde la central de Deutz, en Alemania, la recepción para el desarrollo de este proyecto fue positiva desde el primer momento. Como señala Romero, “en su apuesta por la calidad y la seguridad tuvimos su apoyo en todo momento. Va en la línea de lo que quiere la fábrica. Es también un elemento diferencial, tener detrás una empresa con esta filosofía”.
Un nuevo escenario
La simplificación y automatización de procesos es, para José Manuel Romero, una tendencia hacia la que debe ir el sector en el futuro. “Hay que desterrar de una vez por todas la imagen de un mecánico con un mono sucio, porque ya no es la realidad. Los técnicos que tenemos deben buscar la excelencia, reflejar lo que tú eres. Incluso tenemos un servicio de lavandería para la ropa del taller, trabajar sucio no es una opción. La consecuencia es que hoy en día, los mecánicos trabajan menos y producen más. Todo esto es un trabajo continuo que estamos llevando a cabo en los últimos cinco años”. “Queremos que la mano de obra de un técnico sea reconocida y sea efectiva. Para eso tienen que estar muy bien preparados y tú les tienes que dar las herramientas”, añade.
Un cambio de paradigma que se está viendo también a nivel medioambiental. Lo explica el responsable del Deutz Service Center: “El tema de las emisiones es una cuestión que está cobrando cada vez más relevancia. Aunque en España no hay mediciones tan estrictas, tamos viendo que en el centro de las ciudades ya no se permite el acceso a determinadas máquinas y vehículos. En este proceso, el buen estado del motor es fundamental. Una máquina puede cumplir la regulación cuando la compraste, pero si no has hecho un mantenimiento o una reparación correcta, puede quedar fuera de parámetros. Todo esto nos lleva a que el cliente quiera cada vez más no solo que el producto funciona, sino que funcione bien”.
Todo ello tiene, además, un impacto económico. Tener parada una máquina, más en la situación actual de escasez de suministros y retrasos en las entregas, hacen de su correcto funcionamiento un aspecto especialmente importante. “Si te ahorras unos cuantos miles de euros en una reparación pero se te queda parada cuatro días, estás perdiendo dinero. En esta situación, el cliente busca cada vez más la seguridad de que su equipo funciona correctamente, y por estamos dando hasta cinco años de garantía en determinados productos”, explica Romero. “Tenemos que estar seguros de por qué un motor se ha averiado para evitar que se vuelva a romper. Analizamos si el motor ha cumplido con su ciclo de vida o si no ha trabajado ni la mitad de lo que debería, y ponerlo en conocimiento del cliente. Nosotros no queremos que se rompa un motor, queremos que cuando pase su ciclo de vida, vuelva”.
Como explican sus responsables, el modelo del banco de pruebas es replicable, aunque actualmente no existe la necesidad de tener un segundo módulo gracias a su facilidad para ser transportado. “A día de hoy podemos dar servicio al Service Center de Barcelona. El banco de pruebas forma parte del proceso de todo motor que necesite ser reparado, no es algo que el cliente deba contratar como un servicio aparte. No es una opción, queremos explicarle al cliente de dónde ha salido cada coste. Vuelvo al principio: somos un taller abierto en el que el cliente, salvo momentos puntuales de ajustes o seguridad, podrá asistir a todo el proceso”.
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