Comunicación y cercanía social, claves en el desarrollo minero en la Primera Jornada del Spain Minergy en Gijón
La primera jornada del Spain Minergy de Gijón marcaba en rojo como acto estelar la mesa redonda ‘Situación Mundial de la minería, posibilidades de crecimientos en España y Sudamérica’, un título tan prometedor como sus protagonistas: Daniella Dimitrov, Presidenta y CEO de Orvana Minerals, sociedad propietaria de la mina asturiana Orovalle (antigua Kinbauri) y otra explotación de oro en Bolivia; Roque Benavides, CEO de Grupo Buenaventura, empresa peruana con 8 minas en activo y 12.000 empleados; Javier Velardem, Gerente General de Yanacocha, la mayor mina aurífera del de Sudamérica y la segunda más grande a nivel mundial, y el mismo cargo en Newmont Perú, filial de la centenaria multinacional estadounidense con más de 30.000 empleados en explotaciones por todo el planeta; y Alfonso Martínez, del Grupo México, fundado en 1960 tras la nacionalización de la minería del país, con 30.000 empleados y una facturación el pasado ejercicio de 10.000 millones de dólares, el 72% procedente de la minería. Al frente del debate, como moderador, estuvo Isaac Pola, Director General de Minas y Energía del Principado de Asturias, quién abrió el fuego con una constatación: “Vivimos una época de cierto esplendor del desarrollo y expulsión de la minería a nivel mundial, aunque en la Unión Europea no es así. Los conflictos medio ambientales lastran ese crecimiento, aunque ahora se han establecido las bases al establecer una serie de minerales críticos que van a favorecer su explotación”.
Sobre esa base, y con unos invitados que, como explicó Pola, representan cuatro grupos industriales unidos por “el liderazgo en el mercado global en base a una apuesta decidida por el desarrollo continuo en los parámetros de explotación de sus yacimientos, el compromiso en el crecimiento sostenible y la responsabilidad social”, el debate, ante un auditorio casi lleno, respondió con creces a las enormes expectativas generadas. ¿Cuáles son las claves del futuro del sector minero a nivel mundial?, se preguntó a los ponentes. En opinión de Benavides, “tiene que tener una imagen de responsabilidad, con respeto a los entornos y a las personas con las que trabajamos, debemos integrarnos en las comunidades y exigir que el Estado participe en estas decisiones”, en la misma línea que Belarde, para quién “el gran reto es ser más creíbles, los mineros somos muy buenos haciendo nuestro trabajo pero no contándolo a los demás y estableciendo relaciones sociales, en eso aún estamos en periodo de aprendizaje”. “Debemos aprender de los grupos opositores a la minería, ellos se han ganado más credibilidad en la sociedad que los grupos mineros e incluso que el propio Estado” lamentó.
Una línea argumental que amplió Dimitrov con la necesidad de “entender cómo vamos a operar y gestionar nuestro negocio, hay que tener alianzas con la comunidad para ir de la mano, comunicarles cómo vamos a seguir avanzando juntos”, pero añadió dos valores imponderables a las empresas mineras: no controlan el precio de los metales y sus activos disminuyen desde el mismo momento en que empiezan a operar. Por ello, “si no hay inversión adicional, cada día nuestros activos tienen menos valor, por eso es fundamental invertir en las personas. Hoy el oro tiene un valor mucho menor que hace 3 años, eso hace muy difícil trabajar en este sector, por eso necesitamos muy buenos mineros, muy buenos gerentes, muy buenos administrativos, en definitiva es necesario invertir en el talento de las personas”.
Respecto a las posibilidades de crecimiento del sector en España, Alfonso Martínez, del Grupo México, se mostró muy optimista. “Está ocurriendo lo que ya pasó en México a comienzo de los 90, el potencial es muy grande, sobre todo en la faja pirítica con las condiciones actuales de explotación y las nuevas tecnologías” subrayó, aunque matizó que en la parte negativa “va a haber un problema muy serio con las comunidades porque cada vez demandan una parte mayor de los beneficios, pero creo que, aún así, España tiene unas enormes posibilidades mineras”. Dimitrov abundó en esto, destacando que “hay una serie de factores esenciales que ya están en España, con unas excepcionales infraestructuras y talento disponible, gente joven y muy formada, además de una reducción del 30% al 28% de los impuestos, así que las perspectivas no pueden ser mejores”.