Los mineros denunciarán a la empresa propietaria de San José y al Gobierno
Los 33 mineros atrapados durante más de dos meses en el yacimiento San E.P.José, en el norte de Chile, han decidido denunciar a San Esteban, empresa propietaria de la explotación, y a la entidades públicas que autorizaron la reapertura de la misma a pesar de sus deficientes condiciones de seguridad.
El abogado de los operarios, Edgardo Reinoso, adelantó que los 33 "tomaron la decisión de realmente ejercer acciones no solamente en contra de la mina, sino también contra algunas entidades con responsabilidad de derecho público", entre los que citó el Servicio Nacional de Geología y Minería y la Dirección del Trabajo.
El letrado explicó que la denuncia contra la administración pública se basa, entre otras razones, en las declaraciones realizadas por la Ministra de Trabajo, Camila Merino, quien este martes admitió que el Gobierno tenía "indicios de problemas de seguridad". "Deberíamos haber actuado con anticipación", señaló.
Precisamente a estas palabras se ha referido este jueves el ministro de Minería, Laurence Golborne, quien advirtió de que todo funcionario que tuviera conocimiento de las condiciones en las que se encontraba la mina deberá responder ante la Justicia.
"Si algún otro funcionario tuvo una información y no actuó en consecuencia, deberá responder ante las instancias que se están investigando esta situación. Existen investigaciones judiciales, en el ámbito legislativo, y todas éstas cuando concluyan determinarán las responsabilidades", indicó.
No obstante, Golborne aclaró que el Gobierno no era conocedor de los problemas de seguridad de San José. En la misma línea se pronunciaron también la portavoz gubernamental, Ena Von Baer, e incluso la propia Merino que apenas un día después de pronunciarlas rectificó sus propias palabras.
"No existe ningún indicio distinto al que se ha conocido, no hay ningún conocimiento ni ninguna afirmación que haya habido de nadie respecto a los problemas de seguridad de la mina San José que se hayan efectuado en este ministerio", subrayó Golborne.
A esta cuestión hay que añadir los testimonios de los 33 mineros que han asegurado que tres horas antes de que se produjera el derrumbe solicitaron a sus superiores abandonar el yacimiento por el goteo de las paredes y los sonidos que escucharon en el interior.