La OPEP mantiene su previsión de consumo pese a la «incertidumbre» de ómicron
Viena, 18 ene (EFE).- La OPEP confía en que su previsión de un aumento del 4,3 % en el consumo mundial de crudo en 2022 no se vea alterada por las «incertidumbres» que genera la expansión de la variante ómicron del coronavirus, ni tampoco por la retirada de los planes de estímulo de la economía aplicados durante la pandemia.
«Aunque se prevé que el impacto de la variante ómicron sea leve y de corta duración, persiste la incertidumbre sobre las nuevas variantes y nuevas restricciones a la movilidad, en medio de una recuperación económica mundial, por lo demás, estable», señala hoy la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
AUMENTO DEL CONSUMO
En su análisis mensual sobre el mercado, los expertos del grupo petrolero mantienen inalterada su previsión del mes pasado, por la que el mundo quemará en 2022 una media de 100,8 millones de barriles diarios de crudo, un 4,3 % más que el año pasado.
La OPEP considera que el impacto que pueda tener la ómicron, especialmente en la primera mitad del año, dependerá de las medidas de confinamiento y paralización de actividades que tomen los principales países consumidores.
«Aunque la nueva variante de ómicron puede tener un impacto en la primera mitad de 2022, dependiendo de cualquier otra medida de cierre y de los crecientes niveles de hospitalización que afectan a la mano de obra, las proyecciones de crecimiento económico siguen siendo sólidas», señala el reporte.
La alianza formada por la OPEP y varios grandes productores más, entre ellos Rusia, ya se refirió a ese moderado impacto de la ómicron cuando el pasado día 4 decidió mantener su plan de aumento del bombeo y añadir 400.000 barriles diarios de crudo a su oferta en febrero.
ECONOMÍA RESPALDADA
Así, la OPEP destaca que pese al avance de esa nueva variante del virus, «la economía mundial parece estar bien respaldada y se ha mantenido por encima de los niveles medios de crecimiento anteriores a la pandemia de 2021 gracias a los estímulos fiscales y monetarios sin precedentes».
El análisis mensual señala que los efectos en Estados Unidos, la Eurozona y China, los tres principales consumidores de petróleo, han sido hasta ahora menores y que el verdadero impacto puede producirse en el mercado laboral, debido a las bajas, si bien cortas, de quienes se infectan.
Además, el grupo con sede en Viena se refiere a los cuellos de botella en las redes mundiales de suministro y al alza de la inflación como factores a vigilar en relación a la evolución de la economía y, por ende, del consumo de crudo.
Con todo, la OPEP prevé que en el tercer trimestre del año la demanda supere los niveles previos a la pandemia y alcance los 102,9 millones de barriles diarios, una marca inédita.
El crecimiento del consumo será especialmente notable en India y China, que quemarán un 8 y un 4,6 % más que el año pasado.
El consumo subirá un 4,5 % en Estados Unidos, impulsado por los sectores petroquímicos y del transporte, mientras que en los países más industrializados de Europa el aumento será del 4,7 %.
La OPEP destaca que el Banco Central Europeo «parece dispuesto a continuar su considerable apoyo monetario, a pesar de los indicios de una mayor inflación».
En Latinoamérica, Brasil liderará el aumento del 2,8 % del consumo en la región.
En su informe la OPEP analiza el impacto en el mercado del crudo de la progresiva retirada de los estímulos económicos aplicados por los bancos centrales de varias potencias económicas y que, señala, han derivado en un aumento de la inflación.
En ese sentido, recuerda que Estados Unidos, la Eurozona, el Reino Unido y Japón planean, a diferente ritmo y plazos, reducir esos estímulos y elevar progresivamente las tasas de interés.
La OPEP no espera que esa medidas obstaculicen el impulso al crecimiento económico sino que sirvan para «recalibrar unas economías que, de otro modo, estarían recalentadas».
Antonio Sánchez Solís