Cobre Las Cruces se incorpora a la Alianza Europea de las Materias Primas (ERMA)
Cobre Las Cruces se ha incorporado a la Alianza Europea de las Materias Primas (ERMA), una iniciativa impulsada por la Comisión Europea a finales de 2020 dirigida a reducir la dependencia de Europa de mercados externos para el suministro de materias primas y metales estratégicos para la transición energética y digital. También promueve el desarrollo de nuevos proyectos minero-metalúrgicos en Europa, la eficiencia en el uso de los recursos y la economía circular. Como señala la ERMA, se trata de materias primas “clave para una Europa globalmente competitiva, ecológica y digital”.
El cobre es uno de los metales estratégicos para la transición energética y la transformación digital, por su papel clave en la electrificación, las instalaciones de energías renovables, los nuevos sistemas de almacenamiento energético o la movilidad sostenible. Como ejemplo, los vehículos eléctricos necesitan aproximadamente cuatro veces más de cobre que los automóviles con motores convencionales. Sin embargo, Europa es deficitaria de éste y otros muchos metales sin los que no puede llevarse a cabo la transición energética y que tienen que importarse de otros mercados como el chino.
Como destaca el director general de CLC, Pedro Soler, “la gran aportación de Cobre Las Cruces a los objetivos de la Alianza Europea es que aquí el mineral se extrae y se transforma en metal en las mismas instalaciones, sin necesidad de acudir a fundiciones en el extranjero. Es el proceso que llamamos ‘de la mina al metal’. De esta manera, toda la cadena de valor se mantiene en el territorio, en España y en Europa”.
Esto es gracias a la tecnología hidrometalúrgica única de CLC, que permite transformar el mineral en cátodos (planchas) de cobre de la mayor calidad del mercado, reduciendo además más de un 90% la generación de CO2 respecto a las tecnologías convencionales. “Lo estamos haciendo con el cobre y seguirá siendo así con el nuevo proyecto industrial por el que también produciremos zinc, plomo y plata”, indica Soler.
Se trata del proyecto de futuro de la compañía sevillana, denominado PMR (Polymetallurgical Refinery) con el que además del cobre se producirán y se refinarán in situ otros tres metales: zinc, plomo y plata, igualmente necesarios para la transición ecológica. La tecnología de la nueva planta industrial de Las Cruces la convertirá en una instalación única en el mundo, tanto por sus capacidades metalúrgicas como por integrar las mejores técnicas en economía circular, uso de energías renovables y baja huella de carbono.
En la actualidad, Europa es deficitaria de muchos metales como el cobre o las llamadas tierras raras. En una década, el consumo de cobre en la UE ha aumentado un 38% y las previsiones apuntan a un crecimiento exponencial de la demanda hasta 2050 como resultado del desarrollo de las energías renovables, las nuevas tecnologías o los coches eléctricos. Otros metales necesarios son el cobalto, indio, germanio, antimonio, etc., todos ellos presentes en los minerales que abundan en la Faja Pirítica Ibérica, resaltando la importancia que tiene nuestra región minera para el futuro de la UE.
Desde el lanzamiento de la iniciativa por parte de la Comisión Europea en septiembre de 2020, más de 300 socios de 30 países de dentro y fuera de Europa se han incorporado a la ERMA. Pertenecen a toda la cadena de valor de las materias primas, desde la extracción de materias primas primarias, la transformación, los materiales avanzados y el diseño de productos, así como el reciclaje. La Alianza cuenta también con la participación de los Estados miembros y las regiones, los sindicatos, la sociedad civil, entidades de investigación y tecnología, inversores y ONG.
Como señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, en el lanzamiento de la ERMA, «las tecnologías verdes y digitales dependen actualmente de una serie de materias primas escasas. Importamos litio para los coches eléctricos, platino para producir hidrógeno limpio, metal de silicio para los paneles solares. El 98% de los elementos de tierras raras que necesitamos provienen de un solo proveedor: China. Esto no es sostenible. Debemos diversificar nuestras cadenas de suministro. Y al mismo tiempo, debemos invertir en tecnologías circulares que reutilicen los recursos en lugar de extraerlos constantemente. Por eso hemos propuesto crear una Alianza Europea de Materias Primas».