Las canteras de Vizcaya bajan un 15% su producción de áridos
Las canteras de Vizcaya produjeron un total de 8,5 millones de toneladas de áridos el año pasado, lo que supone una bajada del 15% con respecto a 2007. El descenso se explica por el parón del ladrillo, según valoraron fuentes del sector. La patronal esperaba que el 70% de la roca extraída en 2008 se destinara a obras públicas, mientras que el 30% restante se dedicara a la edificación de viviendas. Si bien la construcción de grandes infraestructuras cumplió con las expectativas, no sucedió lo mismo con las promociones inmobiliarias. Por ello, la producción cayó a cifras que no se registraban desde 2002. Pese a todo, para Asecabi, la asociación que reúne a una veintena de empresas, no ha sido un mal año para el gremio, que se enfrenta ahora al reto de satisfacer la demanda de varios macroproyectos que abrieron sus tajos recientemente, como la ‘Supersur’ o el tramo vizcaíno de la ‘Y’ vasca. Otras iniciativas que aseguran una carga de trabajo importante a corto plazo son la expansión del metro hacia Kabiezes o los rellenos del puerto. La patronal destacó ayer que el sector se encuentra «muy implicado» en la creación de puestos de trabajo «dentro de un contexto de crisis como el actual». En este sentido, recordaron que la veintena de empresas asociadas dan empleo directo a «más de mil personas». Asecabi también hizo balance de la siniestralidad laboral. Sus responsables dijeron sentirse «muy preocupados» por esta problemática. «Hemos cerrado el año sin ningún accidente grave», se felicitaron. Asimismo, también se refirieron al impacto medioambiental de su actividad. «Es otro de los ejes principales de nuestra actuación. Tenemos depositados avales por valor de 9,3 millones de euros para garantizar la restauración de las explotaciones existentes», manifestaron. «Además, en 2008 hemos invertido 1,5 millones en mejoras ecológicas y de las instalaciones», apuntaron. Una cifra que se encuentra lejos de los 6,2 millones de 2006. En los últimos meses, los ecologistas han reclamado el cierre de algunas de las explotaciones existentes.