La Junta quiere abrir la mina Aznalcóllar, 15 años después del desastre ecológico
El Gobierno andaluz va a iniciar los trámites para reabrir la mina de Azanalcóllar 15 años después del desastre que desencadenó la rotura de una balsa de lodos tóxicos de esta explotación, ubicada en la provincia de Sevilla. Cuando en abril de 1998 se produjo la catástrofe medioambiental, el tiempo se paró: la multinacional sueca Boliden echó el cierre y dejó sin trabajo a 425 empleados. Pero la empresa se dejó atrás entre 30 y 35 millones de toneladas de cobre, plomo y zinc sin extraer, además de las instalaciones y la corta minera lista para trabajar.
La Junta de Andalucía ha anunciado que va a convocar un concurso internacional para reabrir la explotación en un momento en el que el paro está en tasas insufribles y el precio de los minerales hace más rentable explotaciones de este tipo. Los consejeros andaluces de la Presidencia, Susana Díaz, y de Economía, Antonio Ávila, han indicado que cualquier empresa podrá optar a explotar la mina, menos las que "mantengan deudas" con la Junta. Esta salvedad afecta directamente a la multinacional Boliden, a la que el Gobierno andaluz reclama unos 90 millones por los daños que se provocaron tras la rotura de la balsa. La Junta no ha conseguido en tres lustros que la justicia atienda a su reclamación. El caso ha vuelto recientemente al punto de partida: al Juzgado de Primera Instancia 11 de Sevilla.
El anunció de este anuncio por parte de la Junta ha provocado la alegría del Ayuntamiento de Aznalcóllar y de los antiguos mineros. Pero también el recelo y críticas de los grupos ecologistas.
"Esta mina no se puede abrir de cualquier forma", ha reconocido María José Asensio, directora general de Industria, Energía y Minas de la Junta. La carga simbólica del desastre de Aznalcóllar es enorme. Y, según Asensio, la decisión de convocar un concurso internacional responde a la necesidad de reducir el riesgo medioambiental. "La empresa que tenga la tecnología más limpia y segura es la que va a ganar", indicó esta directora general. Asensio sostiene que en los últimos 15 años ha cambiado mucho la normativa y la tecnología. Recuerda que, en las dos minas activas que hay en la comunidad —la de Cobre Las Cruces y Matsa—, los lodos se encapsulan o cementan para que no estén en estado líquido. La previsión de la Junta es que antes de que acabe el año se convoque el concurso y la adjudicación se resuelva en 2014.
Asensio cree que esta mina puede ser "golosa" para las empresas especializadas. "No tienes incertidumbres", añade. Normalmente, en una explotación se necesitan alrededor de diez años solo en la fase de investigación. Todo ese trabajo, además de la corta, está ya hecho. La directora general recuerda que Boliden dejó la mina cuando estaba en la segunda fase de explotación, de las cinco que tenía previsto acometer. A los entre 30 y 35 millones de toneladas de mineral que está constatado que quedan por extraer, habría que añadir otros 45 millones más que se calcula que podrían estar a más profundidad.