Knauf obtiene la primera certificación de Gestión Minera Sostenible en el sector
Una actividad minera extractiva es compatible con el medio ambiente. Así lo ha entendido siempre Knauf que, desde su instalación en España, ha trabajado porque su actividad extractora de yeso no revoque hacia impactos positivos en los entornos donde realiza su actividad. La compañía, una de los mayores fabricantes mundiales de placa de yeso, está fuertemente comprometida con el tratamiento durante la extracción y posterior rehabilitación de las zonas afectadas por sus explotaciones mineras.
Este esfuerzo ha sido ahora reconocido con el Certificado de Gestión Minera Sostenible otorgado por Aenor conforme a la norma UNE 22480:2008.
Esta norma garantiza que las actividades extractivas son cada vez más seguras y menos contaminantes siendo una muestra de que la industria minera es compatible con el desarrollo sostenible, dotando de una mayor competitividad al sector minero y mejorando el rendimiento ambiental global de la industria. Se asegura también de que exista una gestión correcta de los residuos generados, incluido su reciclaje.
Knauf realiza la extracción de piedra de yeso a cielo abierto y compagina su actividad con la rehabilitación de los espacios degradados. Esto significa que mientras en una zona de la cantera aún se extraen piedras de yeso, en la otra ya se está cultivando y rehabilitando los espacios.
La compañía va más allá de las exigencias marcadas por la ley para la rehabilitación y regeneración de canteras. Su informe de sostenibilidad reconoce la intención y el compromiso de Knauf de “no dejar cicatrices en el paisaje y de mejorar los hábitats”.
Tras el cierre de una cantera existen dos opciones, rehabilitación o regeneración. La rehabilitación tiene por fin una siguiente utilización en explotación agraria o forestal. Para ello debe rellenarse la cantera, nivelar las diferencias de altura y devolver la capa de suelo madre original. También se plantan árboles y plantas adecuados a la zona.
En el caso de la regeneración se facilita un desarrollo natural de las superficies, ayudando por ejemplo, en algunas zonas de rehabilitación, a la formación de pequeños estancamientos de agua y humedales, donde se asientan típicas comunidades de plantas y numerosos animales. En la mayoría de los casos, al cabo de poco tiempo se forman biotopos variados y valiosos, que se distinguen por una extraordinaria riqueza y por especies raras y especialmente amenazadas.