Aproximarse a la empresa
Las cosas más obvias son a veces las más complicadas. Durante la pasada celebración del congreso de máquina-herramienta convocado de nuevo por Invema, el presidente de AFM, Rafael Barrenechea, afirmó que este tipo de actos constituyen una buena oportunidad para aproximar el lenguaje académico al de las empresas.Y de hecho lo son. Lo que ocurre es que algo a priori tan sencillo y que tan a menudo ha sido objeto de conversaciones y discusiones, no parece fácil de realizar. Estamos saturados de mensajes similares provenientes de las empresas. Es universal el argumento de ajustar la producción de las máquinas a las necesidades de los clientes o colaborar con ellos desde el principio para conocer el proceso en su totalidad y poder así adecuar los equipos al producto final. En esta misma línea son los congresos los que siempre aproximan su lenguaje a la empresa. Lamentablemente esto no es siempre así y muchos congresos se quedan en el ámbito de lo académico y/o lo científico, con un número de ponentes de este sector muy predominante y una situación similar entre los oyentes.
Pero no es este el caso del congreso de Invema, donde los porcentajes de conferencias presentadas por profesionales de universidades, centros tecnológicos y empresas se puede aceptar como bastante equilibrado. Podemos estar orgullosos de los centros tecnológicos con los que cuenta nuestro sector, a la altura de los mejores, y muy enfocados a los proyectos de las empresas. La innovación es obligada en este sector como en tantos otros y en un entorno de competencia global terrible, la diferenciación, la calidad y sobre todo el marketing y el servicio se aúpan a las primeras posiciones del ranking de factores de éxito.
Y aquí también entra en juego el factor actitud.Actitud y voluntad de mejorar, y no tanto de acomodarse en el continuismo del "es que siempre lo hemos hecho así". Nuestros fabricantes de máquina-herramienta cuentan con una larga experiencia en sus respectivos ámbitos y seguro que son los muchos años de actividad los que les han obligado a cerciorarse de que la permanente innovación es la mejor patente para el éxito. La experiencia sólo es buena si de ella se aprende algo. Es posible, quien no se ha encontrado con casos así, que alguien cuente con una larga experiencia, pero que no haya sabido aprovecharla o, tal vez peor, que piense que la fórmula de siempre, siga siendo válida para el futuro. Siempre estaremos próximos al pasado, pero, sobre todo, debemos aproximarnos al futuro.