Investigadores de la UPC-Barcelona TECH desarrollan una impresora 3D
Actualmente, los principales compradores de la BCN3D están siendo particulares, pequeñas ingenierías y despachos de arquitectura, a pesar de que ya se están dando casos de nuevos modelos de negocio, como imprentas que están apostando por la impresión 3D como antídoto a la bajada del uso de la impresión convencional, o pequeños emprendedores que ven en la impresión 3D una herramienta con un potencial increíble.
Una máquina CNC que añade material en lugar de sustraerlo
Contrariamente a la fabricación por control numérico tradicional, en la que se parte de una pieza de material (cúbica o cilíndrica) y a base de remover material conseguimos la geometría deseada, la impresión en 3D fabrica capa a capa cualquier tipo de pieza a partir de un diseño generado con ordenador.
La impresora 3D RepRap usa un principio conocido como FDM, en el que un filamento de plástico se desenrolla desde una bobina hasta una boquilla de extrusión controlada por un motor paso a paso. La boquilla se calienta para fundir el material y la máquina que dispone de tres ejes XYZ va dirigiendo la boquilla según planos de fabricación XY, generalmente entre 0,1 y 0,4 mm de altura. Evidentemente, cuánto menor es la altura de capa, mejor resolución obtendremos y mayor será el tiempo de fabricación.
El control de la máquina se realiza mediante Arduino, una plataforma de electrónica abierta para la creación de prototipos basada en software y hardware flexibles que se está usando para máquinas de CNC, robots y domótica.
Con respecto a los materiales usados, se ha conseguido trabajar muy bien con distintos plásticos (PLA, ABS, Nylon), materiales cerámicos y metales de bajo punto de fusión, aunque el grado de acabado no es todavía comparable al conseguido por los procesos de conformado más industrialmente usados.
Además, se está hablando posibilidades futuras muy lejanas de la impresión 3D como la de fabricar órganos humanos, cosa que tecnológicamente está aún muy lejos.
A pesar de ello, esta tecnología está llamada a protagonizar una revolución tecnológica para los usuarios, pues permite que cualquier persona pueda fabricar insitu su producto sin necesidad de realizar grandes inversiones en maquinaria y personal técnico especializado.
Open Source, la fuerza de la comunidad
La impresora BCN3D está desarrollada dentro del proyecto RepRap que fue iniciado en febrero del 2004 por Andrian Bowyer en la Universidad de Bath (Reino Unido) y que actualmente cuenta con miles de miembros en todo el mundo.
Uno de los principios básicos de este proyecto es conseguir una máquina que pueda fabricarse a sí misma, es por eso que muchas de las piezas de la BCN3D están impresas en 3D en la fábrica que RepRapBCN tiene en sus instalaciones de Barcelona, que actualmente dispone de 16 impresoras 3D funcionando día y noche.
El proyecto es totalmente abierto, hecho que provoca que actualmente haya un I+D deslocalizado y con una capacidad de desarrollo infinita. Todo esto hace necesario que una de las tareas básicas del equipo de RepRapBCN sea realizar un trabajo de vigilancia tecnológica, incorporando mejoras, modificaciones y nuevos diseños a la máquina.
RepRapBCN, un proyecto universitario que reinvierte todos sus ingresos
Uno de los principios básicos del proyecto RepRapBCN es que la mayoría de sus componentes esté cursando una ingeniería en la UPC. En estos momentos, ocho miembros del equipo están en su último año de la carrera, mientras que cuatro de ellos ya poseen una titulación universitaria.
De este modo, este joven equipo, siempre con el apoyo de los profesionales de la Fundació CIM, puede poner en práctica todo lo aprendido en los estudios en un ejercicio de profesionalización intensivo.
A partir de la venta de realización de cursos de montaje de impresoras 3D, venta de kits o venta de material, el equipo de RepRapBCN obtiene todos los ingresos necesarios para mantener la actividad y poder reinvertir todos los beneficios en el propio proyecto. Este hecho es el que ha facilitado poder disponer de un equipo de 12 personas en tan sólo 3 años de evolución del proyecto.