El centro de investigación AMRC y Surplex subastan máquinas con un éxito rotundo

El Advanced Manuracturing Research Centre (AMRC) de la Universidad de Sheffield es un instituto de investigación puntero en los sectores de la ingeniería de producción y de la ciencia de materiales. En febrero se vendieron 32 máquinas seleccionadas de gran calidad procedentes de su parque de máquinas a través de la casa de subastas industriales Surplex. Phill Bell, ingeniero de puesta en marcha del AMRC y Antony Reed, director nacional en el RU para Surplex, hacen balance de lo que va de año.

El Advanced Manuracturing Research Centre (AMRC) de la Universidad de Sheffield es un instituto de investigación puntero a escala mundial que se ha especializado en el ámbito de los procesos de mecanizado, de la ingeniería de producción y de la ciencia de materiales. Con especial dedicación a la industria aeroespacial, pero también a otras ramas exigentes de la producción, como son la industria automovilística, la alimentaria, la construcción y la medicina.

Su rendimiento extraordinario en la investigación se basa en un equipamiento excelente con máquinas de calidad y bien mantenidas. Para mantenerse a la vanguardia en tecnología, el AMRC renueva sus equipos con regularidad y vende esas máquinas de gran calidad que ya no necesita. Este sistema fomenta la sostenibilidad medioambiental al tiempo que permite el acceso a equipos con buena capacidad de rendimiento a otras empresas; para el AMRC supone la administración eficiente del presupuesto.

Al inicio de este año se reunieron Antony Reed, el director nacional del RU de Surplex, y Phil Bell, ingeniero de puesta en marcha del AMRC, para hablar sobre la venta de máquinas que ya no necesitaban. Como casa de subastas especializada, Surplex empezó con una tasación y presentó diversas modalidades de venta. Se decidió lo que en marketing se denomina un deal. Antony Reed lo explica así: “Significa que las máquinas del AMRC solo se subastan mediante la plataforma en 18 idiomas de Surplex y que Surplex no las compra. Generalmente, Surplex también adquiere máquinas y las integra en sus existencias para después subastarlas en nombre propio”.

Otro punto decisivo en el proceso de comercialización es la forma de distribución: subasta o venta directa. La balanza se inclinó hacia la subasta, prescindiendo de la venta directa, a pesar de que esta última suele ser la modalidad preferente en el caso de las máquinas especialmente valiosas. Antony Reed: “Esta decisión fue objeto de conversaciones intensas en nuestro equipo, pero una subasta ofrece potencial para ingresos superiores debido a la presencia amplia en el mercado y a la competencia entre los postores. La mejor solución, dadas las máquinas de calidad del AMRC”. Junto a Antony Reed, el equipo incluye a Leigh McCarron, gestor de proyectos y adquisiciones, responsable de los trabajos presenciales como el registro de las máquinas; Marie Vinet, asistente de ventas, quien organizó la subasta y fue el contacto para todos los compradores; y George Pratt, consultor, quien aportó apoyo estratégico y experiencia.

Surplex elaboró una lista de máquinas y descripciones detalladas en Surplex.com y, seguidamente, realizó vastas actividades de marketing a escala mundial. La subasta tuvo lugar el 22 de febrero. Todas las máquinas se vendieron, como más tarde, en el periodo de posventa. Phil Bell subrayó: “Surplex vendió todos los lotes de máquinas y a un precio superior al esperado”.

La subasta en sí atrajo a más de 11.000 visitantes a la página web: un número impresionante teniendo en cuenta que eran 32 las máquinas anunciadas. Lograron el remate compradores procedentes de países tan diversos como Gran Bretaña, Francia, los Emiratos Árabes Unidos, la República Checa, Polonia y Austria. Phil Bell: “Los pagos entraron correctamente, con puntualidad y según lo prometido”.

Tras el pago tuvo lugar el transporte de las máquinas del que se hizo cargo Surplex, ya que el comercio global no es la única fortaleza de Surplex, también lo es su oferta completa de servicios para los compradores y vendedores. Esta no solo incluye el asesoramiento y la tasación de las máquinas para el vendedor, abarca igualmente el apoyo práctico en los retos logísticos como el transporte y la tramitación aduanera para el nuevo propietario. Precisamente por este motivo, el AMRC apostó por Surplex. Phil Bell: “El desmontaje y transporte también lo realizó Surplex, y no solo eso, sino que se adhirieron a nuestras exigencias y procedimientos en las diversas ubicaciones. De este modo pude seguir con mis tareas cotidianas con la tranquilidad de que todo quedaba en buenas manos”.

El éxito en el desarrollo de esta subasta no solo conlleva ventajas a corto plazo, también abre las puertas a cooperaciones futuras. “No dudaría en volver a vender máquinas a través de Surplex en el futuro”, resume Phil Bell. Antony Reed añade: “Esta subasta fue especial. Hemos tratado con máquinas realmente valiosas que no llegan al mercado todos los días”.