Entrevista a Wayne Griffiths, presidente de Anfac
Griffiths considera que “los grandes retos (…) exigen visión común y trabajo en equipo”, por lo que, en su opinión, “si apostamos por la automoción estaremos apostando por el futuro de España. ese modelo contempla la movilidad con vehículos, garantizando el derecho a elegir cómo desplazarnos de una manera libre de emisiones, al mismo tiempo que mantenemos el sector y su empleo”.
¿Qué cambios se están viendo en el sector de fabricación automotriz para avanzar en el desarrollo de la movilidad sostenible?
El sector de la automoción afronta la mayor transformación en toda su historia. Una transformación que implica una revolución tanto a nivel industrial como tecnológico en nuestros vehículos, bajo los objetivos de la descarbonización y la digitalización. La sociedad está cambiando y la forma de desplazarse también. La entrada de nuevas tecnologías está ampliando el abanico de posibilidades de movilidad disponibles. En el sector de la automoción somos conscientes de esta transformación y queremos evolucionar para pasar de ser únicamente fabricantes de automóviles a ser también proveedores de soluciones de movilidad.
La movilidad es un derecho innegable y todos debemos poder elegir de qué manera queremos ejercerlo. Desde Anfac, en representación del sector de la automoción, reivindicamos la libertad individual de los ciudadanos y de las empresas en el mundo de la movilidad, y trabajamos para que sea accesible y asequible para todos, y para que aporte soluciones sostenibles y eficientes en línea con los compromisos de reducción de emisiones.
En el sector hay un firme compromiso con esta transformación y creemos que supone una clara oportunidad para España en el ámbito industrial, empresarial y social. Tal y como marcamos en nuestro Plan Automoción 2020-40, este cambio puede suponer un impacto positivo para nuestra economía y empleo, y también para las próximas generaciones gracias al contexto que se está generando con la entrada de las nuevas empresas que forman parte ya del ecosistema de la movilidad.
La transición hacia la nueva movilidad necesita, por una parte, contar con la necesaria colaboración público-privada, tanto de la Administración como de la sociedad y, por otro lado, establecer un proyecto-país que muestre el compromiso con esta industria para lograr así mantener nuestra competitividad y seguir atrayendo inversión y modelos para nuestros centros de producción. Nos jugamos mucho y no tenemos un plan B: la nueva movilidad significa la oportunidad de seguir liderando esta industria también en la transformación hacia el vehículo eléctrico, autónomo, conectado y compartido.
Cuando se habla de transición hacia un modelo descarbonizado, ¿cómo tiene que hacerse eso en este sector?, ¿cuáles son los principales retos?
Lo primero y fundamental es tener un modelo único y consensuado por el sector, por las administraciones y por el Gobierno. Es esencial que haya una visión única sobre el modelo de movilidad descarbonizada que queremos para nuestro país. Solo así podremos generar tanto certidumbre al ciudadano como estabilidad a la necesaria transformación del sector.
Aquí no hay magia ni atajos: los grandes retos, y este lo es, exigen visión común y trabajo en equipo. Además, como hemos dicho, si apostamos por la automoción estaremos apostando por el futuro de España. ese modelo contempla la movilidad con vehículos, garantizando el derecho a elegir cómo desplazarnos de una manera libre de emisiones, al mismo tiempo que mantenemos el sector y su empleo.
Esta visión no solo pasa por poner vehículos electrificados en el mercado, un compromiso que ya está cumpliendo el sector, sino también por establecer un contexto que permita al ciudadano sentirse cómodo con el uso de un vehículo. Por ello, es fundamental establecer una red de puntos de recarga de acceso público con suficiente capilaridad y cantidad para abastecer al usuario en cualquier momento, facilitar la compra de vehículos con planes de ayuda más eficientes y sencillos de acceder y establecer un marco fiscal que incentive la compra de estos vehículos.
La transición hacia esta movilidad es posible. Pero para garantizar que puede mantener los valores de empleo, industria y economía que la automoción siempre ha dado a España y, al mismo tiempo, establecer un modelo de movilidad accesible y asequible para todos, es necesario disponer de herramientas al mismo nivel de ambición que los objetivos.
¿Se pueden hacer proyecciones de cuándo será en España y Europa un sector más sostenible?
La automoción ya es un sector sostenible. La industria en su conjunto tiene un compromiso con la descarbonización y desde hace más de una década trabajamos en esta línea para alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050. El sector realiza un gran esfuerzo, tanto en materia de inversión económica como de desarrollo tecnológico. En Europa, con más de 62.000 millones de euros, somos la industria que más invierte en I+D+i. Al igual que en España, donde se invierte cerca de 3.000 millones de euros anuales en el desarrollo de nuevas tecnologías de cero y bajas emisiones.
La electrificación ya es una realidad en la oferta y en la producción. En el último año, hemos lanzado más de 200 nuevos modelos eléctricos puros e híbridos enchufables. Y en nuestras fábricas, ya se producen cerca de 200.000 unidades, cuando hace tres años teníamos una producción de 17.000 vehículos electrificados. Ahora es el momento de que está realidad también llegue a los usuarios.
Es evidente que estamos ante una transición que se alargará durante las dos próximas décadas. Es necesario ser consciente de esta realidad y establecer no solo objetivos más exigentes de reducción de emisiones sino, también y de manera simultánea, herramientas y medidas al mismo nivel en el ámbito nacional y europeo para conseguir que esta revolución industrial y modal se haga de manera justa, lógica y ordenada, y así alcanzar la transformación manteniendo, e incluso impulsando, el empleo y la industria que ya genera el sector de la automoción.
Global Mobility Call se ha propuesto ser un referente del ecosistema de la movilidad sostenible, ¿cómo beneficiaría ello a los esfuerzos de Anfac en este campo?
Para nosotros es de suma importancia que se siga apostando por iniciativas como Global Mobility Call, en la que la movilidad sostenible es la piedra angular del encuentro, que contribuyan al posicionamiento de nuestro país como referente en este ámbito. Reunir a los diferentes actores nacionales e internacionales que trabajan para alcanzar los objetivos de descarbonización que se han planteado desde la Unión Europea es, sin duda, reseñable y para Anfac es importante poder participar como principal referente y altavoz de la industria automovilística en nuestro país.
En concreto, ¿qué oportunidades ve para Anfac participar en Global Mobility Call?
Participar en el Global Mobility Call nos permite continuar trabajando en los principales objetivos de la industria en su transformación, la descarbonización y la digitalización. También nos permite, no solo al sector de la automoción sino a todo el nuevo ecosistema de la movilidad, conocernos, conectarnos, compartir visiones y acercar a la sociedad el impacto y las oportunidades que la transformación hacia la nueva movilidad supone para todo el conjunto de la ciudadanía.
Dentro de este ámbito con un fuerte carácter empresarial y profesional, es una ocasión para ejemplificar la unión de todo el ecosistema, de la apuesta decidida por la movilidad y de la visión conjunta hacia un modelo de movilidad con coches eficientes y sostenibles en el que el usuario, como elemento central, tenga el libre derecho a decidir como moverse.
Nos enfrentamos a objetivos ambiciosos y a una revolución industrial sin precedentes, donde evolucionamos de la tradicional cadena de valor a todo un nuevo ecosistema con nuevos agentes que incluyen al sector energético, telecomunicaciones o tecnología, entre otros, y es una oportunidad de negocio e inversión para todos ellos. Por ello, este congreso nos permite dar voz a toda esta nueva industria de la movilidad en estrecha colaboración con la administración, tanto nacional como europea, y demostrar que avanzar hacia la movilidad libre de emisiones puede ser una realidad y una oportunidad mucho mayor si avanzamos todos juntos.
Los Fondos Next Generation y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ¿qué oportunidades ofrece al sector de fabricación automotriz y qué planes en concreto se tienen en el corto plazo?
Los fondos Next Generation canalizados para la automoción en el Perte VEC son una herramienta necesaria para impulsar la transformación del sector y seguir siendo competitivos en esta nueva industria de la movilidad. Por eso, confiamos en que su resolución sea ágil y sencilla para garantizar que las ayudas lleguen de manera rápida a empresas y proyectos con el objetivo de mitigar los efectos de la pandemia y evitar quedarnos atrás respecto a nuestros competidores en Europa.
Estos fondos son una estación en la transformación hacia la nueva movilidad, no la meta. Hay que seguir estableciendo medidas adicionales que impulsen esta transformación y le den continuidad para aprovechar los recursos actuales. De igual manera, la segunda fase de los fondos europeos todavía pendientes por asignar.
Tenemos que impulsar el desarrollo de infraestructuras de recarga, ser más eficientes en los planes de ayuda a la compra y contar con una regulación fiscal positiva para la electrificación y renovación de nuestro parque automovilístico. Y, también, hay que establecer políticas de ámbito industrial que faciliten y garanticen esta transformación y que sean un ejemplo de la apuesta por la automoción como proyecto-país.
Este proceso requiere de un plan a corto, medio y largo plazo con objetivos de desarrollo, herramientas de seguimiento y un funcionamiento eficiente del órgano de gobernanza que nos permita gestionar, coordinar y asegurar su establecimiento. Nos jugamos mucho y debemos aprovechar las oportunidades para hacer de la movilidad una realidad industrial y social en nuestro país.