Víctor Escobar, Director General de Renishaw
A principios de los años noventa, todavía era un porcentaje significante el de las empresas que cuando adquirían una máquina de medición de coordenadas (MMC), lo hacían más por imposición que por convicción. Eran sus clientes, normalmente del sector de la automoción, los que les llevaban a dar el paso de crear una sala de metrología, en la que en muchas ocasiones, las MMC quedaban relegadas a una misión más de escaparate que de auténtica utilidad.
A día de hoy, ya nadie se cuestiona la necesidad de comprobar la calidad metrológica de aquello que se mecaniza. El control dimensional nos proporciona una información valiosísima sobre las bondades y los defectos en nuestros procesos de fabricación y avalan la calidad de nuestros productos. Los equipos han evolucionado mucho en prestaciones, con paquetes de software basados en modelos de CAD, sondas de medición en continuo en 5 ejes con excelente repetibilidad, sistemas ópticos con gran capacidad de adquisición de datos en poco tiempo…
Por otro lado, el uso de las sondas de medición y centrado de pieza en Máquina-Herramienta así como las de reglaje de herramientas, es cada vez más estandarizado, mientras que hace unos años era considerado un lujo tan sólo justificable para unos pocos.
Evolución del sector: tendencias que ya se están detectando y tendencias futuras.
El sector está claramente avanzando hacia la mejora de la calidad final de los productos y en la disminución de los tiempos para crear dichos productos.
Las empresas que tienen como meta avanzar y seguir adelante en un entorno cada vez más competitivo y complejo, están claramente apostando por medios que les permitan mejorar su productividad y la calidad de las visitas que hemos tenido durante la edición de BIEMH 2008 así lo constata.