Entrevista a Andreu Puñet, presidente de la Asociación Empresarial de Químicas de Tarragona (AEQT)
"En el sector químico de Tarragona no se registran deslocalizaciones"
Tarragona es el primer polo petroquímico del Estado, y el primer productor de etileno del sur de Europa. En total el complejo de Tarragona produce casi 20 millones anuales de toneladas de diversos productos, entre combustibles, químicos y petroquímicos.
La otra singularidad deriva de la propia idiosincrasia desarrollada en Tarragona durante los 40 años de tradición industrial química, basada en una cultura empresarial innovadora, que ha beneficiado a los municipios del entorno más próximo al emplazamiento de las industrias. Si a esta cultura empresarial innovadora le sumamos las características propias del sector (fuerte inversión, empleo estable, cualificado y bien remunerado), se genera un resultado plasmado en las relaciones de concordancia y sinergia con la sociedad de las poblaciones vecinas. A modo de ejemplo, se puede citar la iniciativa de la Generalitat a ubicar en Tarragona el ICIQ (Instituto Catalán de Investigación Química), así como otros centros de aportación de valor añadido por parte de las compañías asociadas como son centros de I+D+i o de fabricación con las últimas tecnologías que no hacen más que reconocer la importancia del polígono a nivel internacional.
Además de avanzar en todas las líneas de trabajo ya consolidadas, el próximo ejercicio va a contar de nuevo con el desarrollo de los tres pilares básicos de la AEQT, reflejados en su programa. El primero de ellos, la transparencia informativa, como la mejor herramienta de una buena política de responsabilidad social corporativa. Se trata de conseguir una comunicación fluida con la sociedad, por lo que cooperaremos con el departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya a través de un programa de formación para profesores y alumnos; en esta misma línea de divulgación/formación estrecharemos nuestras relaciones con el Colegio de Periodistas. Asimismo, celebraremos sesiones informativas conjuntas con los sindicatos que les permitan conocer los objetivos y actuaciones previstas del sector.
El segundo objetivo es la formación específica para contratistas, a fin de equiparar sus conocimientos con los de los empleados de plantilla de las compañías; un programa consensuado con los sindicatos desde el observatorio de la seguridad que se constituyó en marzo de 2003. Y, como tercer objetivo, la mejora de las infraestructuras, con el despliegue del proyecto de emisario submarino conjunto para el polígono sur. Un proyecto en el que se trabaja conjuntamente con las Administraciones Públicas.
Un buen indicador lo constituye el puerto de Tarragona, a cuyo movimiento global la industria química aporta más del 60 por ciento del total anual, y que en 2003 registró un claro crecimiento.
Un hecho muy remarcable es el valor añadido que los productos fabricados en las compañías dan a las infraestructuras o producciones de Tarragona. A modo de ejemplo, Dow inauguró en octubre la primera planta mundial para la fabricación en Europa de una nueva fibra destinada al vestido, una planta que cuenta con I+D+i en Tarragona; Engelhard aporta alta especialización en la fabricación de catalizadores; Basf desarrolla una línea de producto específico para Japón; Bayer cuenta con divisiones de producción muy selectivas de poliuretanos aislantes, que contribuirán a alcanzar los compromisos de Kyoto.
Durante el presente ejercicio se habrán ejecutado inversiones en nuevas plantas por valor de unos 75 millones de euros. En lo que a producción se refiere, tal y como se ha expresado anteriormente, la mayoría de las compañías trabajan de acuerdo con sus plenas capacidades de producción
Tras un ciclo fuertemente inversor, que ya arrancó en 1999, las expectativas son de mantener el crecimiento continuado. Un dato muy importante a destacar es que en el sector químico de Tarragona no se registran deslocalizaciones.
Actualmente están en curso (en distintas fases de ejecución) inversiones programadas por valor de unos 1.200 millones de euros, y constantemente se estudian nuevos proyectos para mantener el citado crecimiento continuado.
En Tarragona, donde la comunicación con la comunidad y la sociedad civil es constante, a través de canales directos y estables, hace años que desaparecieron los tópicos de esta mala prensa, y la imagen de la industria química se percibe como algo transparente.
A modo de ejemplo, cabe nombrar las Jornadas de Puertas Abiertas que se celebraron el pasado sábado 16 de octubre. Según los resultados de las encuestas a un millar de ciudadanos que participaron en las visitas a las industrias químicas, más de la mitad han mejorado positivamente su opinión tras dicha visita. El dato no es casual ni gratuito, pues las jornadas se celebran bianualmente desde hace diez años con el fin de acercarse a la población y mostrar sus instalaciones y las acciones que se realizan en temas tan importantes hoy en día como son la seguridad y el medio ambiente.
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Esta línea de trabajo se complementa con acciones puntuales de respuesta a demandas concretas de la sociedad civil. Por ejemplo, los episodios de malos olores registrados en la primavera de 2003, que molestaban a la población, sin que ello supusiera ninguna alarma (como incluso certificó la administración competente), desencadenaron una rápida respuesta de la AEQT, como fue la puesta en marcha del Plan de Activación de Contingencias Medioambientales (PACMA). El PACMA tiene una importancia considerable en el desarrollo de la actividad petroquímica, e implica la existencia un equipo de vigilancia durante las 24 horas del día los 365 días del año a fin de intervenir en cualquier situación.
De modo proactivo, y en la línea de los compromisos voluntarios, se sigue avanzando en la mejora de la relación con el entorno más inmediato, y en todos los escenarios o frentes posibles. Este año, por ejemplo, se han suscrito convenios de colaboración con la Consejería de Educación y con el Colegio de Periodistas para desarrollar sendos programas de formación dirigidos a los profesionales respectivos de cada colectivo, a fin que puedan transmitir mejor a sus audiencias el concepto de industria química y sus aportaciones a la sociedad.
De modo directo, tampoco puedo obviar una referencia de la contribución de la industria química al desarrollo turístico de la Costa Daurada. Los excedentes de agua, sobre sus concesiones, que generan las industrias, como resultado de la optimización de sus consumos, permiten ayudar a los Ayuntamientos a soportar la sobre demanda que supone la afluencia de medio millón de turistas en verano.
Este objetivo se plasmará como ya hemos comentado con anterioridad en actividades más concretas como pueden ser:
- Reuniones periódicas con las asociaciones de vecinos de nuestro entorno, fomentar las visitas de distintos colectivos a nuestras industrias, seguir desarrollando y consolidando el Panel Público Asesor como un canal de diálogo entre sociedad e industria para conseguir una comunicación efectiva a medio y largo plazo.
- Fomentar la relación entre los empleados de las compañías de la AEQT potenciando el boletín de noticias y la intranet; establecer reuniones periódicas, coordinar los programas de seguridad y formación de las distintas empresas.
- Seguir manteniendo unas relaciones fructíferas con los sindicatos a través de los convenios de seguridad con contratistas y las jornadas de comunicación.
- En el apartado de relaciones institucionales se está trabajando con el Departament de Medi Ambient en la elaboración de un convenio marco de colaboración.
- Con el Departament d’Indústria i Treball se está avanzando en temas de seguridad relacionados con el análisis cuantitativo de riesgo de nuestras industrias. Con los Ayuntamientos se seguirá potenciando el Pacto de Progreso así como la participación en la red de Regiones Químicas Europeas.
- En temas relacionados con la educación se van a realizar cursos sobre el Plaseqta para alumnos y de medio ambiente para profesores de secundaria. Con la Universidad Rovira i Virgili existen diferentes colaboraciones como puede ser el desarrollo de cursos de “e-learning” en el campo de la seguridad, participación en el proyecto de Parque Tecnológico para Tarragona, etc.
Pensamos que todas estas actividades representan un logro tanto para el sector como para el entorno, que se beneficia de las sinergias generadas al amparo de la presencia de una industria química competitiva, moderna y rigurosa con una cultura empresarial innovadora basada ya desde su inicio en una responsabilidad social que posibilitó la firma ya en febrero del 91 del compromiso de conducta responsable conocido en nuestro entorno como el Pacte de Progrés.