“En el SATE no se producen pérdidas de equipajes, la trazabilidad del sistema permite conocer la situación de los equipajes introducidos en cada momento”

Cuando el pasado 17 de junio de 2009 se puso en marcha la Terminal 1 del Aeropuerto de Barcelona, muchos se preguntaban si los nuevos mecanismos iban a responder a la cada vez mayor afluencia de pasajeros procedentes de todo el mundo. La duda ha quedado disipada un año después, con la obtención el pasado 18 de junio, del galardón como el mejor aeropuerto de Europa de más de 25 millones de pasajeros. Una de las claves del éxito está en las propias 'tripas' de la terminal, donde se encuentra el sistema de equipaje SATE. 24,5 kilómetros de cintas que trepan y descienden por varias plantas del edificio y mueven las maletas de los mostradores de facturación a los aviones y de estos a los hipódromos de recogida. Analizamos con el jefe del Departamento SATE en el Aeropuerto de Barcelona, Alejandro Corrales, hasta qué punto tiene asegurado cada pasajero su equipaje y también qué supone para el aeropuerto catalán disponer de unas instalaciones tan avanzadas tecnológicamente.

El Sistema Automatizado de Tratamiento de Equipajes (SATE), representa para el Aeropuerto de Barcelona contar con la instalación más avanzada tecnológicamente hablando sobre tratamiento de equipajes, permitiendo flexibilizar la operativa de las compañías y favoreciendo el uso de dicha instalación para cualquier estrategia basada en la creación de un Hub o aumento de la demanda y oferta de vuelos intercontinentales. Las principales mejoras que aporta el SATE son la flexibilidad operativa para las compañías, la seguridad en la calidad del servicio, la capacidad de obtener la trazabilidad del equipaje y la integración del sistema en apartados fundamentales como la seguridad. Todo ello permite afirmar que el SATE representa una ventaja competitiva a nivel mundial en su función máxima que es garantizar que el pasajero vuele de forma segura con su equipaje al destino deseado, ya sea nacional, internacional o intercontinental.

Además, el SATE es especialmente útil en vuelos que hacen conexión con el Aeropuerto de Barcelona, ya que los tiempos reducidos en alcanzar los destinos finales en equipajes de salidas, favorecen que haya más tiempo útil para que el personal de tierra recoja los equipajes y embarcarlos en el avión.

"El SATE aporta flexibilidad operativa para las compañías, seguridad en la calidad del servicio, capacidad de obtener la trazabilidad del equipaje y la integración del sistema en apartados fundamentales como la seguridad"

Cada uno de los equipajes lleva un identificativo único, que corresponde al entregado en los resguardos de las etiquetas de facturación de equipaje que tienen los pasajeros. El identificativo se puede considerar como una matrícula única para dicho equipaje.

El sistema SATE del Aeropuerto de Barcelona tiene la capacidad, mediante avanzadas tecnologías de captación de datos, radiofrecuencia y complejos sistemas informáticos diseñados para tal fin, de trazar el 100% de equipajes que se introducen dentro de él, así como de cambiar de forma sencilla e intuitiva cualquier destino que se desee modificar en tiempo real.

En el SATE no se producen pérdidas de equipajes, la trazabilidad del sistema permite conocer la situación de los equipajes introducidos, así como su histórico de ruta durante el tránsito dentro del sistema. La recuperación de equipajes desubicados corresponde a las compañías, que establecen sus propios procedimientos.

Cada equipaje realiza un largo recorrido por los más de 28 kilómetros de cintas que componen el sistema SATE en el aeropuerto barcelonés.

El SATE fue diseñado desde su concepción como una infraestructura preparada para absorber el incremento de pasajeros previstos para los próximos años. Su capacidad actual de 8.000 equipajes/hora es una garantía de potencial destinado a sufragar cualquier pico de facturación de equipajes que pueda producirse en años venideros.

El SATE supone el mayor apoyo tecnológico disponible para dar un servicio que pretende eliminar uno de los mayores temores del pasajero, la posibilidad de no encontrar en los aeropuertos de destino su equipaje.

“El SATE fue diseñado desde su concepción como una infraestructura preparada para absorber el incremento de pasajeros previstos para los próximos años”

El personal base destinado a atascos, contingencias y recursos de clasificación manual del equipaje que se precisaban para los antiguos sistemas de tratamiento de equipajes es mayor que el utilizado en el SATE de la T1, dado que el sistema no solo tiene la capacidad de clasificar de forma automática cada uno de los equipajes, sino que confiere una redundancia de forma automática a la hora de sortear incidencias que puedan surgir durante su transporte. Por ejemplo, en caso de una incidencia con un transportador que imposibilite el paso de los equipajes por dicha estación, activaría un sistema similar a los disponibles en los GPS de actualización de ruta y desvío de forma totalmente automática por áreas sin incidencias, con el fin de poder alcanzar el destino final a tiempo.

La alta sofisticación de los sistemas, así como las características necesarias para la supervisión de los procesos automatizados, requiere de un equipo de personas altamente cualificado y especializado, lo cual genera un valor añadido en el servicio de la instalación.

Centro de control del SATE en la T-1 del Aeropuerto de Barcelona.

El 100% de equipajes introducidos en el SATE son inspeccionados. En estos procesos de inspección se conjugan cuerpos de seguridad especialmente entrenados para tal fin. Todo ello garantiza que el equipaje introducido en la bodega del avión cumple con los requisitos de seguridad establecidos.

No solo lo podemos considerar, sino que ha sido ratificado con la obtención el pasado 18 de junio, del galardón como el mejor aeropuerto de Europa de más de 25 millones de pasajeros en los premios 'Aci Europe 2010' celebrados en Milán.