Entrevista a Joan García, director comercial de Equiper
Hasta hace unos años el potencial de venta de robots (cartesianos) en España era importante, dado el retraso de los transformadores españoles en materia de automatización. ¿Esto sigue siendo así?
Sigue habiendo un retraso, y aunque ya se ha perdido aquel miedo escénico al robot, la falta de capacidad económica y la solidez en los proyectos que permitan amortizar claramente estas inversiones, no están permitiendo un crecimiento progresivo como el que debería.
Cuando un transformador quiere robotizar un proceso, ¿demanda simplemente la compra de un robot o requiere habitualmente asesoramiento?
Hay de todo; en los cartesianos se requiere menos asesoramiento porque ya hay un conocimiento más general o ya se es usuario de alguno. En los brazos robóticos de 6 ejes casi siempre hay un asesoramiento previo porque la aplicación es lo importante, no tanto el robot en sí.
¿Ha aumentado la compra de líneas de inyección con el robot, es decir, todo integrado? ¿O sigue siendo más habitual la venta de robots aparte de la máquina?
Está claro que los fabricantes de las inyectoras intentan facilitar la compra de la máquina nueva equipada completamente. Al tener capacidad de financiación facilitan la operación al cliente y se erigen como único responsable del conjunto.
¿Cuáles han sido las principales mejoras o evoluciones técnicas de los robots en los últimos cinco años?
Básicamente, la facilidad en el manejo, cierto aligeramiento de peso y fabricación de unas gamas estandarizadas específicas, que comparten elementos como podría ser el mando y otros componentes para ofrecer precios más contenidos.