La sostenibilidad sigue con paso firme en el sector juguetero
Para Rosario Carrió, CEO de Cayro, “en respuesta a la creciente demanda de productos sostenibles, es vital que el sector implemente prácticas responsables, utilizando materiales reciclables y procesos de fabricación que minimicen el impacto ambiental. Esto no solo satisfará a los consumidores conscientes, sino que también contribuirá a crear un legado positivo para las futuras generaciones de jugadores”. Por su parte, Marco Sebastiani, country manager de Clementoni, considera que “el sector juguetero ha comenzado a responder de manera significativa a la creciente demanda de productos sostenibles y ecológicos, impulsada por la creciente conciencia ambiental entre los consumidores, especialmente entre los padres. Las empresas están implementando diversas medidas para mejorar la sostenibilidad tanto en sus productos como en sus procesos de fabricación (materiales reciclados, reducción de packaging, fomento de la economía circular y certificaciones)”. Según Francesca Nicolis, product manager Juguetes de Parkrose, “el sector juguetero está respondiendo activamente a la creciente demanda de productos sostenibles y ecológicos. Las empresas están adoptando materiales reciclados y biodegradables, como plásticos reciclados y madera certificada, para reducir su impacto ambiental. También están revisando sus procesos de producción para minimizar el desperdicio y mejorar la eficiencia energética”. Y Luis Berbegal, managing director de Injusa, valora que “las empresas están adoptando medidas para mejorar la sostenibilidad de sus productos y procesos, como el uso de materiales reciclados y la reducción de embalajes. Además, se están implementando iniciativas para promover la economía circular y la reutilización de juguetes”.
Así, para responder a esta creciente demanda, las empresas están adoptando medidas que incluyen el uso de materiales reciclados y biodegradables, la reducción de plásticos en los empaques, y la optimización de sus procesos de producción para minimizar el desperdicio y el consumo energético.
Tal y como detalla, Almudena Richart, marketing manager de Miniland, “la sostenibilidad es otra tendencia importante, con una creciente demanda de juguetes hechos con materiales ecológicos y prácticas de producción responsables. Los consumidores valoran productos que respeten el medio ambiente y que ofrezcan más que solo entretenimiento, reflejando así un cambio hacia un consumo más consciente. Esto ha impulsado a las marcas a desarrollar juguetes más duraderos y respetuosos con el entorno”.
Mientras que Gonzalo Pizarro, content marketing exec. Iberia de Naipes Heraclio Fournier, destaca que “tanto los consumidores como la propia legislación están empujando a las empresas jugueteras a dar cada vez más importancia a la sostenibilidad tanto en sus productos como en sus procesos durante toda la cadena de valor, a las que nos les queda más remedio que adaptarse lo más rápido posible”. A lo que Sergio Matías, director comercial Iberia e Italia de Funrise, añade que “el sector juguetero está respondiendo a la demanda de productos sostenibles utilizando materiales reciclables y reduciendo plásticos. Las empresas están optimizando sus cadenas de suministro y adoptando empaques ecológicos, además de desarrollar juguetes que promuevan la educación ambiental”. Y Arnaud Sattonnay, CEO de BB Grenadine, determina que “el sector juguetero está respondiendo activamente a la creciente demanda de productos sostenibles y ecológicos, impulsada por consumidores más conscientes del impacto ambiental y que buscan alternativas más responsables para sus hijos. Las empresas del sector están implementando medidas como uso de materiales ecológicos o reciclados, diseño de juguetes más duraderos y reciclables y packagings sostenibles”.
No obstante, este proceso está siendo lento y desafiante, ya que implementar estas prácticas sostenibles a menudo supone un incremento de los costes de fabricación, algo que impacta directamente en el precio final del producto. Además, en un mercado donde el factor precio sigue siendo clave en la decisión de compra, las empresas deben equilibrar sus iniciativas ecológicas con la viabilidad económica. Mientras algunos consumidores están dispuestos a pagar más por juguetes sostenibles, la mayoría aún prioriza el coste, lo que obliga a las marcas a ser cautelosas.
Reto para las empresas
Para Rafa Herrero, director comercial de Toynamics, “el tema de la sostenibilidad en el juguete va despacito. Existe una predisposición clara a caminar en la dirección correcta, pero en un mercado en el que las cifras indican precaución el sector vuelve a valores seguros y experiencias pasadas de éxito que no necesariamente son sostenibles ni ecológicas. Hoy en día el producto sostenible cuenta con procesos de producción todavía más elevados que los del juguete de siempre”.
Por su parte, Joaquín Albo, country manager de Crayola, detalla que “la mayoría de los fabricantes estamos creciendo nuestra oferta en este tipo de productos por concienciación propia y por directivas de la Unión Europea en este sentido, pero sigue sin ser un valor que genere una decisión de compra para los consumidores de manera mayoritaria”. Y César Sánchez, director editorial de SD Games, considera que “cada vez más se emplean tiras de papel de celofán para agrupar cartas o componentes, redondeles adhesivos en vez de retractilado para las cajas, cartón en vez de plástico, y eso que en la mayoría casos supone un aumento de costes. Ahora bien ¿qué parte de la población está dispuesta a pagar un poco más por un producto más ecológico?”.
A pesar de ello, se están viendo avances importantes, con marcas que están rediseñando su oferta hacia productos más duraderos y que fomentan el uso de materiales como la madera certificada o el plástico reciclado, sin comprometer la seguridad y calidad que demanda el sector. Según Fernando Marco, country manager de Mattel España & Portugal, “en cuanto a la tendencia hacia la sostenibilidad en el sector juguetero, seguimos trayendo ofertas y novedades. Estamos comprometidos en seguir desarrollando productos con iniciativas sostenibles en toda la cadena de valor. En mi opinión, el comprador final valora cada vez más estas alternativas sostenibles, aunque sigue considerando aspectos como la seguridad, la durabilidad y el apoyo al desarrollo infantil".
