Los Lego eran de madera
La historia del juguete está íntimamente ligada a la madera. La aparición de nuevos materiales durante el último siglo dejó de lado a los duraderos caballitos, aviones o rompecabezas que pasaron a formar parte de trasteros y tiendas de coleccionismo. Así, encontrar un cubo de piezas Lego de 1932 (de madera) es todo un reto difícil de conseguir porque sus fabricantes dieron pronto el paso al plástico. Con suerte se podrán ver en uno de los numerosos museos del juguete que existen en España (Denia) y Europa (Praga), ya que comenzaron a exhibir estas piezas como muestra de un pasado que hoy en día –en un segmento inferior al de épocas pasadas– está recuperando cierto protagonismo como juguete de infancia o como piezas de coleccionismo.
Pero si retrocedemos en el tiempo, ya en épocas como la del Imperio Romano o el Antiguo Egipto los juguetes estaban tallados en madera. La sencillez y calidez de esos juguetes, caballitos, figuras de luchadores o carros, fueron el germen de lo que se convertiría en un mercado potencial de la madera. En los siglos sucesivos los juguetes seguían siendo de madera, y el metal o el plomo se unieron al juego, pero la madera era la base principal de casas de muñecas, trenes, rompecabezas o muñecas. Uno de los primeros juguetes más populares fue el yo-yo. Eran construidos de madera, metal o terracota, hasta llegar a los modelos más actuales llenos de luces y colores. Así, en sus primeros años, el juguete era artesanal e incluso en ocasiones eran los propios niños quienes los fabricaban, generalmente buscando imitar acciones o elementos de la vida real. La revolución industrial trajo muchos cambios en este sector, cambiaron los modos de fabricación, los materiales y la evolución de la tecnología permitió crear objetos con altas dosis de realismo hasta llegar a un cambio total en la concepción del juego.
En la actualidad, en plena era de los videojuegos y quizás fruto de la nostalgia, la madera vuelve a ocupar su sitio en las estanterías de muchas jugueterías y tiendas especializadas que han encontrado otra vez el hueco para los amantes de este tipo de objetos. La generación de niños que en su infancia tuvieron juguetes de madera ahora son padres que no se resisten a ver trastear a sus retoños con elementos de pino y haya como ellos hicieron. De esta manera, las primeras edades, con juegos educativos y didácticos, es el target que más ha favorecido este resurgir de los juguetes de madera en el mercado actual.
Nuevas tecnologías
Así como se apuntaba antes, el coleccionismo también ha permitido que el sector tenga un nicho que fusiona lo tradicional del juguete de madera con la distribución a través de Internet. Con las tiendas online se responde a la demanda de juguetes al estilo antiguo por parte de un cliente que lo hace a través de la red. Por ejemplo, la empresa de juguetes de madera de Charly Toys abarca un mercado en auge y tiene una web muy accesible con una gran variedad de juguetes de madera. Basan su éxito en el olor, el tacto, los colores de sus juguetes de madera como evocador de la niñez de los padres, y así llevarlo a los pequeños con el ánimo de educar y enseñar los valores aprendidos a lo largo de generaciones. Destacan que no solo es un juguete infantil porque también conciben el juguete de madera como regalo a adultos, como recordatorio de la infancia. El objetivo es despertar los sentido y para ello proponen aviones, trenes, laberintos y circuitos con bolas de madera. También disponen de una amplia gama de espadas y escudos de madera, así como puzles de letras, geográficos y construcciones con piezas de madera, dominós o rompecabezas.
Otra de las marcas que aprovecha las ventajas de Internet para lanzar su gama de juguetes de madera es Kinuma. De esta empresa destaca el cuidado por el diseño. Llaman la atención sus cocinitas de corte minimalista o las casitas de muñecas que se alejan del clasicismo para ser modernos prototipos con todo detalle. Los trenes y coches también evocan los modernos modelos actuales. Bicicletas de inicio y correpasillos mezclan vanguardia y calidez propia de la madera al igual que las originales propuestas de bloques de construcción.
Educativos
Para potenciar esa fusión necesaria entre diversión y educación, la marca Educa, por ejemplo, ha sacado al mercado maquetas de madera de aviones, helicópteros y gramófonos que, una vez montadas por niños de más de ocho años, funcionan gracias a un motor y una placa de energía solar. La mezcla de la madera como material de construcción con elementos tecnológicos que aporten la dosis de ‘modernidad’ al juego es una de las formas de que el mercado se incline hacia el empleo de este material en sus diseños.
Como en el ejemplo anterior, el ‘hágalo usted mismo’ se posiciona como una de las maneras de que el juguete de madera recobre la vida perdida años atrás. La venta por piezas de juguetes es una manera de potenciar el juego en común, además de un inicio divertido en el bricolaje. Algunas de las propuestas que ya existen en el mercado son construir un móvil, un balancín o un teatro guiñol.
Otro de los motivos del auge del juguete de madera es la preocupación de las empresas por la sostenibilidad y algunas marcas han lanzado líneas de juguetes hechos de madera. La línea ‘eco friendly’ para niños de temprana edad de la francesa Boikido apuesta por la madera como símbolo de la ecología y sostenibilidad también en el juguete. Imaginarium en España ha supuesto el revulsivo en el mercado del juguete de este material en España. Con gran aceptación por parte de los clientes, la oferta de esta cadena es cada vez mayor y ofrece todo tipo de figuras y formatos de juego en madera con versiones modernas de conceptos antiguos de juguetes y nuevas propuestas que intentan convivir con juguetes audiovisuales y con un potente atractivo para los niños.