Vender a través de Facebook
Las redes sociales son un complemento cada vez más importante a las ventas. Sobre todo, por lo que se refiere a su influencia: un 35% de los consumidores estadounidenses busca información sobre productos en redes sociales antes de comprar y un 20% lo hace en Facebook.
Así, no es de extrañar que sean muchas las empresas que hayan optado por Facebook como un canal directo de compra, ya que esta red permite crear tiendas y gestionar los pagos a través de las páginas de empresa, y aprovechar así el hecho de tener seguidores que ya son clientes o consumidores de nuestros productos y servicios, o que al menos manifiestan su simpatía hacia ellos.
Obviamente, esta variante del comercio online ya tiene un nombre, aunque no sea demasiado original: Facebook Commerce o F-Commerce, aunque algunos prefieren hablar del Social Commerce, ya que otras redes sociales también se usan como herramienta de ventas.
Por ejemplo, Juguettos anunció recientemente el lanzamiento de su tienda en Facebook como refuerzo a sus ventas online. Se trata además de la primera juguetera española que ha optado por este canal. Otras tiendas que han optado por estar presentes también en Facebook son, por ejemplo, las de Privalia y Telepizza, entre las españolas, además de Delta Airlines y Adidas, entre las internacionales.
Ventajas de Facebook (y algunos inconvenientes)
Abrir una tienda en Facebook tiene sus ventajas: más de 800 millones de clientes potenciales que además pasan mucho tiempo en la red social, la creación de comunidades de clientes con los que es posible interactuar, la viralidad potencial del botón "me gusta" y los menores costes, ya que no hay que comprar un nombre de dominio. Además, hay flexibilidad: se puede iniciar y concluir la compra en la propia página de Facebook o redirigir al comprador a la tienda online de la empresa. Por último, el ratio de conversión es similar al de otras tiendas online: un estudio de Webtrends y Adgregates Markets (pdf) lo sitúa entre el 2% y el 4%.
Pero claro, hay que tener en cuenta otros factores: sobre todo, que los usuarios de Facebook no entran principalmente a comprar. Comentan fotos, chatean con sus amigos, ven vídeos graciosos, juegan y después de todo eso a lo mejor deciden seguir a alguna marca y, si ésta se lo pone fácil, es posible que compren algo. Es decir, Facebook no es una tienda online, es un portal sobre todo dirigido al ocio.
Así pues, no se puede plantear como un canal de ventas agresivo, sino complementario. El objetivo es ponérselo fácil a los seguidores de la empresa. Según un estudio de JWT, un 48% de los jóvenes entre 20 y 33 años explican que les gustaría comprar directamente en las páginas de Facebook que les gustan, sin la necesidad de visitar la tienda online.
Herramientas
Crear una tienda online en Facebook es relativamente sencillo: hay herramientas gratuitas, como Payvement, Palbin y Socialshop; otras que cobran comisión sobre las ventas, como Vendingbox, y algunas de pago, como Infused Commerce, con ofertas diferentes dependiendo de las necesidades del vendedor. También hay aplicaciones que conectan la tienda online existente con la página de Facebook, a modo de pasarela, como es el caso de Beetailer.
El comercio social, en crecimiento
Las perspectivas para las ventas en redes sociales son buenas: se espera que crezcan un 56% de aquí a 2015. Pero claro, se trata de un 56% sobre una cifra que aún es pequeña. Además, casi la mitad del volumen (47%) tendría lugar en Estados Unidos. Eso sí, es una alternativa a tener en cuenta, sobre todo al tratarse de un mercado en expansión y todavía en sus inicios.
Y obviamente siempre es buena idea pensar en algo diferente. Por ejemplo, Starbucks, que lo tiene difícil para vender cafés online, ofrece la posibilidad de comprar vales regalo. Y Walmart ha lanzado una aplicación de Facebook que permite encontrar ideas para regalos usando un buscador según gustos y preferencias.