Por qué Facebook ha comprado Whatsapp
Facebook ha comprado Whatsapp por 19.000 millones de dólares: 12.000 millones en acciones, 4.000 millones en efectivo y otros 3.000 millones en acciones para los fundadores y el personal de la aplicación de mensajería instantánea. De hecho, los 50 empleados de la empresa recibirán cada uno acciones por valor de 60 millones de dólares, canjeables con condiciones en 2018.
A cambio, Facebook se queda con una aplicación que gestiona 50.000 millones de mensajes cada día y que cuenta con 450 millones de usuarios activos al mes y más de un millón de usuarios registrados al día. La empresa ha conseguido esta cifra en sólo cuatro años. En sus primeros cuatro años, Facebook había alcanzado una tercera parte.
La red social consigue así incrementar su presencia en el móvil, un factor fundamental para estos medios. Primero, porque cada vez usamos más estos dispositivos que tenemos a mano todo el día. Segundo, porque es además donde está el público joven, que sigue siendo el más activo en estos medios y el que está perdiendo Facebook. Este es el motivo por el que la red social ya intentó comprar Snapchat, otro servicio de mensajería móvil, por 3.000 millones de dólares.
Esta presencia en el móvil es importante incluso a pesar de que 7 de cada 10 usuarios de Facebook ya consultan la red social a través del teléfono. Y es que el uso de la red a través de este dispositivo es en parte problemático: Facebook sirve para compartirlo todo, desde texto a vídeos, pasando por fotos y enlaces, y eso sin mencionar el chat. Esta flexibilidad es su principal virtud, pero si bien es gestionable en el ordenador, resulta más difícil de manejar en el móvil: demasiado contenido.
En el teléfono resulta más sencillo contar con aplicaciones específicas: por ejemplo, Twitter para textos breves (y algunos enlaces), Instagram para fotos, Angry Birds para jugar y Whatsapp para los mensajes breves. El móvil se está convirtiendo en una red social por sí mismo y Facebook corre el riesgo de perder fuerza en terreno. En este sentido, cabe recordar que la red social también compró Instagram, tras pagar mil millones de dólares en 2012.
Además y aunque a nosotros nos puede parecer difícil de creer, Whatsapp tiene trayectoria para seguir creciendo. En España está prácticamente presente en todos los móviles, pero la mayoría de estadounidenses, por ejemplo, desconoce su existencia: el Washington Post se ha visto obligado a explicar qué es y cómo funciona, aclarando que la mayoría de sus usuarios están en el Reino Unido y en Asia. As y tras la operación, el consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, explicó que espera que Whatsapp alcance los mil millones de usuarios en los próximos años (Facebook cuenta con unos 1.200 millones).
Gracias a Whatsapp, Facebook puede además mejorar su relación con los usuarios. Aunque la aplicación de mensajería ha tenido problemas de seguridad y de adaptación a diferentes dispositivos, lo cierto es que ofrece una experiencia muy diferente a la de Facebook, que por un lado se ve obligado a gestionar las actualizaciones del muro (no las vemos todas, sino sólo las que según nuestro comportamiento el sistema cree que son más significativas para nosotros) y por otro, cada vez cuenta con más publicidad.
El acuerdo contempla (de momento) la independencia del sistema de mensajería, que siempre ha apostado por no incorporar ni publicidad, ni otros servicios complementarios, como pudieran ser los juegos. Y Zuckerberg ya ha avanzado que no cree que los anuncios sea una buena forma de monetizar un servicio de mensajería.
Dadas estas cifras, no resulta extraño que Zuckerberg convenciera de la operación al consejero delegado de la empresa, Jan Koum, gracias a la frase: "Conectemos el mundo". Quizás hacía falta añadir "a Facebook", que se ha convertido en un punto de encuentro (¡casi!) obligatorio en internet.