8 de cada 10 niños usan algún dispositivo móvil, sin dejar de lado los juguetes
El 79% de los padres con niños de entre 2 y 14 años explican que sus hijos cuentan con algún tipo de dispositivo móvil, ya sea un teléfono, un smartphone o una tablet. El año pasado el porcentaje era del 63%, de acuerdo con un estudio de NPD en Estados Unidos. Si hablamos de dispositivos con conexión a internet, el porcentaje es del 51%. Además, el 40% de estos niños están considerados usuarios primarios de estos aparatos.
El informe explica que ha habido ciertos cambios en algunas formas de juego tradicional, más en el caso de los videojuegos. El impacto en los juguetes tradicionales ha sido escaso.
“No vemos una tendencia en los niños o en sus padres de abandono del juguete tradicional, ni en este informe ni en ninguno de los recientes acerca de cómo está evolucionando el juego -explica Russ Crupnick, vicepresidente senior de NPD-. “De hecho, los niños juegan con la mayoría de categorías de juguetes, al igual que el año pasado. Lo que ha caído un poco es la frecuencia, lo que significa que una actividad que antes se hacía cada día a lo mejor algo se hace algo menos a menudo”.
Los niños que usan dispositivos conectados siguen jugando con vehículos, peluches, figuras de acción, juegos de construcción y muñecas tanto como los que no poseen uno de estos aparatos. Y ambos siguen dedicando cada vez más tiempo libre a juegos y deportes. De hecho, los padres no creen que los dispositivos móviles hayan reducido el tiempo dedicado a estas actividades.
“El ‘multitasking’ es uno de los factores a favor de los juguetes tradicionales en esta batalla por el tiempo libre. El uso de dispositivos se suele asociar con otras actividades, sobre todo ver la televisión. Es difícil sustituir una actividad social o al aire libre por un dispositivo”, añade Crupnick.
De acuerdo con el informe, los niños usan sus tabletas y móviles sobre todo para jugar (87%) y se ha igualado el porcentaje de niños y niñas que los utilizan de esta manera. En su mayoría, se trata de aplicaciones gratuitas, pero un tercio de los padres ha aumentado el gasto en juegos y programas, sobre todo en el caso de películas, juegos educativos y libros y aplicaciones de lectura. Los padres están dispuestos a pagar una media de 5,90 dólares por aplicación. “Las oportunidades para vender a estos consumidores son significativas”, apunta Crupnick.