Las 3 formas más comunes de recibir un ciberataque
Hablamos continuamente de cómo los hábitos de consumo tienen una tendencia online, que el e-commerce está creciendo, así como que muchas compañías ya apuestan por la venta a través de redes sociales. Es importante contar con un buen servicio de protección.
Junto al comercio online hay también un aumento de ciberataques, que comprometen a la privacidad y a la seguridad de un comercio o de un internauta. Y cuando hablamos de este tipo de delito no nos referimos solo a la suplantación de datos o a la estafa económica de alguien que compra o navega en la red, sino a ataques a grandes negocios online. Por eso es importante para toda empresa que opere en este canal contar con un buen servicio de protección para este tipo de incidencias.
Se entiende por ciberataque el ataque que puede “sufrir un equipo informático a los que se intenta exponer, alterar, destruir o eliminar datos sin autorización de su dueño”.
A continuación, exponemos algunos de los ejemplos más comunes de ataques a e-commerce, para que pueda servirles como medida de prevención.
- La manera más común es mediante el secuestro de las famosas cookies. Haciendo esto, el atacante accede a la identidad del usuario y se hace con su cuenta de correo electrónico, sus cuentas bancarias, perfiles en redes sociales, etcétera.
- Suplantación de identidad. Esto es el llamado phishing en inglés, y a través de este método el ciberatacante accede a los datos personales y a las contraseñas del usuario.
- El “rescate”. Tal como lo dice la palabara, el ciberatacante pide un rescate a modo de secuestro, o mejor dicho, pide una cantidad económica para devolverle el acceso al dueño de la web o del e-commerce. ¿Cómo lo hacen? Hay softwares desarrollados específicamente para ello, se llaman ransomware y se instalan en el e-commerce u ordenador (mediante el robo de la IP, por ejemplo) de la persona atacada y consiguen hacerse con los datos de acceso de la persona como tal.